SANTIAGO, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta saliente de Chile, Michelle Bachelet, anunció este lunes que se enviarán hasta 7.000 efectivos del Ejército para controlar los actos delictivos en las regiones de Maule y Biobío, las más devastadas por el terremoto de 8,8 grados que sacudió el país el pasado sábado y que ha causado al menos 723 muertos.
Además de los 2.000 soldados que ya se encuentran desplegados en Concepción, ciudad que se han sucedido los saqueos, otros 5.000 serán enviados a diferentes puntos de Maule y Biobío en las próximas horas, anunció Bachelet, que también hizo un llamamiento a los ciudadanos para que ayuden a evitar los actos delictivos.
"Yo quiero hacer un llamado a la conciencia de las personas, aquí todos tenemos que colaborar y no es aceptable el pillaje y la delincuencia", dijo Bachelet en declaraciones recogidas por el diario 'El Mercurio'.
La presidenta chilena destacó que se desplegarán 13 aviones, 24 helicópteros y diferentes hospitales de campaña en ambas regiones, y anunció que el ministro de Defensa, Francisco Vidal, viajará a la zona.
Asimismo, anunció el envío de 120 toneladas de alimentos y especies que serán entregadas a las familias de las zonas devastadas por el seísmo y que serán entregadas en 31 centros de acopio y distribución.
En medio del desastre y de las fuertes réplicas --y ante la carestía de electricidad, agua y alimentos--, cientos de personas saquearon e incendiaron el lunes tiendas comerciales en Concepción, la segunda mayor ciudad del país y una de las más vapuleadas por el seísmo.
La compleja situación que afecta a la zona azotada por el llamado "megaterremoto" ha causado al menos un muerto, después de que la policía disparara a un hombre que no obedeció la orden de los agentes para dejar de robar en una casa. Alrededor de 160 personas han sido arrestadas por no respetar el toque de queda decretado tras el seísmo y por desórdenes.
Las autoridades locales de Concepción y las localidades aledañas han expresado su preocupación por el desorden y los actos delictivos, ya que los dueños de comercios están armándose para repeler los asaltos.
