MADRID, 2 Jun. (Reuters/EP) -
Un documento oficial publicado este domingo por el Gobierno de Pekín ha desvelado que los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones chinas "no resolverán los problemas comerciales" entre los dos países y recrimina a Washington ser "responsable de los contratiempos existentes en el proceso de negociación".
Asimismo, este texto revela que China no cederá en cuestiones de principio y que las perspectivas económicas para el país son "extremadamente optimistas". Por su parte, el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, ha afirmado este domingo que es "imposible" que Estados Unidos use la presión externa para forzar un acuerdo comercial y ha señalado que es "irresponsable" acusar a Pekín de obstaculizar las conversaciones.
Estados Unidos ha comenzado a aplicar este sábado aranceles más estrictos a los productos chinos que están llegando a los puertos del país, una medida respondida inmediatamente por China sobre su "lista negra" de productos norteamericanos, en una escalada de la guerra comercial que mantienen dos de las economías más potentes del mundo.
Entran así en aplicación los nuevos aranceles anunciados el pasado 10 de mayo por el Gobierno estadounidense -- tras un "periodo de gracia" para los cargamentos que ya estaban en camino --, de cuya recaudación se encargará la Agencia de Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos.
El aumento de las tasas afecta a una amplia gama de bienes de consumo y algunos productos procedentes de China, incluidos routers de Internet, aspiradoras o los productos de iluminación, entre otros.
Al tiempo que ha entrado en vigor esta medida, China ha respondido recaudando aranceles adicionales a productos norteamericanos. Esta "lista negra" fue publicada el pasado 13 de mayo.
Esta nueva medida impone un arancel adicional de entre un 20 a un 25 por ciento sobre la mitad de los 5.140 productos que componen la lista.
Estas respectivas imposiciones no parece que den marcha atrás a corto plazo porque las negociaciones llevan paralizadas desde el 10 de mayo sin final a la vista. Ese día, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció este incremento de aranceles a productos chinos, por un valor estimado de 200.000 millones de dólares (unos 180.000 millones de euros).
