China.- Amnistía afirma que la "brutal represión policial" de Xinjiang refleja la discriminación que sufre la etnia uigur

Actualizado: lunes, 6 julio 2009 16:02

La organización denuncia las restricciones ligüísticas y religiosas, la discriminación laboral y los abusos contra los DDHH

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) afirmó hoy que la "brutal represión policial" que se vive desde ayer domingo en Urumqi, la capital de Xinjiang, donde al menos 140 personas han muerto y más de 800 han resultado heridas durante las protestas de la minoría étinica uigur y la posterior represión de las fuerzas del orden, son un ejemplo de las "amenazas" a las que se enfrenta la etnia uigur a causa de las políticas de las autoridades chinas.

Según la organización, las políticas gubernamentales, que limitan el uso de la lengua uigur, imponen fuertes restricciones a la libertad religiosa y fomentan el flujo constante de emigrantes chinos de etnia han hacia la región, "están destruyendo sus costumbres y, junto a la discriminación laboral, están avivando el descontento y las tensiones étnicas".

"El desgaste sistemático al que la identidad étnica uigur está sometida por parte de las autoridades chinas se caracteriza por la represión y los abusos contra los Derechos Humanos", denunció Amnistía en un informe hecho público hoy. "Las autoridades chinas deben inmediatamente revocar las políticas que limitan la utilización de la lengua uigur y que restringen drásticamente la libertad religiosa y la capacidad del pueblo uigur de tener su propia cultura y difundirla", agregó.

"El Gobierno ha orquestado una campaña agresiva que ha desencadenado en el arresto y la detención arbitraria de miles de uigures acusados de 'terrorismo, separatismo y extremismo religioso' por ejercer pacíficamente sus Derechos Humanos", prosiguió Amnistía.

LA REGIÓN AUTÓNOMA

Los uigures son un grupo étnico de habla turca, principalmente islámico suní, con una larga presencia histórica en el corazón de Asia Central. En China se concentran en la región occidental del país, una zona históricamente reclamada por imperios, señores de la guerra y grupos étnicos. En 1949, la región pasó a formar parte de la República Popular de China.

En 1955, recordó Amnistía, la República Popular de China estableció la Región Autónoma Uigur de Xinjiang. De acuerdo con la Constitución China, ese estatus da derecho a las minorías étnicas a disponer de órganos de autogobierno para poder ejercer la autonomía.

Según el último censo chino de 2000, esta región autónoma tiene más de 18 millones de habitantes, de los cuales un 47 por ciento son uigures, un 40 por ciento son chinos de etnia han y un 12 por ciento pertenece a otros grupos étnicos, entre los que se encuentran kazajos, kirguises, tártaros, uzbekos y tayikos.

"La población china han ha aumentado considerablemente desde el seis por ciento que se calculaba en 1949 gracias a las políticas del Gobierno central, entre ellas la de conceder incentivos económicos a miembros de la etnia han que se trasladan a la región", afirmó AI.

Tras la muerte del presidente Mao Tse Tung, según el informe, en los años ochenta se vivieron una serie de reformas liberalizadoras que incrementaron las libertades ciudadanas, incluidas la religiosa y la libertad de expresión, además de reforzar la protección jurídica.

Sin embargo, según AI, a mediados de la década de los noventa la población uigur sufrió las consecuencias de un fuerte cambio de rumbo en la política, en medio de una "agresiva" campaña de las autoridades contra las "tres fuerzas del mal", el terrorismo, el separatismo y el extremismo religioso. "Esto ha dado lugar a detenciones arbitrarias, juicios sin las debidas garantías y torturas de un número cada vez mayor de uigures, así como al lento menoscabo de sus derechos sociales y culturales", denunció la organización.

La situación ha empeorado desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, "ya que las autoridades enmarcan el descontento uigur dentro del terrorismo internacional, tesis que un gran número de especialistas y otros observadores consideran infundada", prosiguió.

En 2008, según el informe, las autoridades se sirvieron de una serie de violentos incidentes, supuestamente cometidos por grupos separatistas uigures, "como pretexto para emprender una aplastante campaña de represión contra la población uigur de la región autónoma".

Según los medios de comunicación oficiales, casi 1.300 personas fueron detenidas ese año acusadas de delitos contra la seguridad del Estado, entre los que se incluían terrorismo, separatismo y extremismo religioso. Aparte, se presentaron cargos contra 1.154 personas y se las sometió a juicio o se les impusieron sanciones administrativas. El 14 de agosto, el secretario del Comité de la Región Autónoma Uigur del Xinjiang del Partido Comunista Chino, Wang Lequan, anunció una lucha "a vida o muerte" contra el"separatismo" uigur.

IDENTIDAD LINGÜÍSTICA Y RELIGIOSA

Por otra parte, según AI, las autoridades chinas continúan aplicando una política lingüística "que pretende que la educación de la región autónoma sea bilingüe, pero que ha convertido al chino en el único idioma utilizado en la enseñanza". Esta política comenzó en 1990 con la supresión del uigur como lengua utilizada en la docencia universitaria.

Hoy en día, en la Universidad de Xinjiang sólo se imparten en uigur las asignaturas de poesía uigur. En 2006, las autoridades pusieron en marcha una serie de medidas que hicieron del chino el principal vehículo de enseñanza en niveles preescolares.

Asimismo, "las autoridades ejercen un estricto control sobre las mezquitas y los miembros del clero, interviniendo en el nombramiento de los imanes, apostando policía dentro y en los alrededores de las mezquitas y controlando de cerca todas las actividades religiosas", prosigue el informe.

Las personas que trabajan para el Gobierno autónomo, incluidos los profesores, los agentes de policía, los trabajadores de empresas públicas y otros funcionarios, "corren el riesgo de perder su trabajo si se implican en alguna actividad religiosa", denunció AI.

Además, las autoridades chinas han puesto numerosas trabas a los uigures que pretenden realizar la peregrinación a La Meca, añadió. Las personas menores de 18 años no tienen permitido el acceso a las mezquitas ni pueden recibir ningún tipo de educación religiosa, según el informe.

DISCRIMINACIÓN LABORAL Y TRABAJOS FORZADOS

El informe llama también la atención sobre la discriminación laboral que sufren los uigures sin que el Estado haya hecho lo posible por evitarla, lo cual "ha desencadenado unos niveles de desempleo extraordinariamente altos entre la población uigur de la región autónoma y ha avivado el descontento".

Muchos uigures han denunciado que han visto carteles de 'Abstenerse uigures' colgados por posibles empleadores en ferias de trabajo, "lo que demuestra la inacción del Estado a la hora de hacer cumplir las leyes contra la discriminación", denunció Amnistía.

Aparte, la región autónoma uigur de Xinjiang "es el único lugar en China en el que la población general no reclusa está sistemáticamente sometida a una política gubernamental de trabajos forzados", se lee en el informe. Mediante un sistema conocido como 'hashar', se multa a las familias campesinas que no envían a uno de sus miembros a realizar trabajos agrícolas, de infraestructura u otro tipo de trabajos para el Estado durante periodos de entre dos y tres semanas, en ocasiones varias veces al año. "Estas personas no reciben pago alguno por el trabajo realizado, ni alojamiento ni comida, y deben sufragar sus gastos de desplazamiento", afirmó AI.

Aparte, ni siquiera las familias que no cuentan con un hombre joven y sano están exentas de esta obligación. Varios miembros de la comunidad uigur han informado de que se ha reclutado a hombres y mujeres de hasta 70 años y menores de edad de incluso doce años.