PEKÍN, 24 Jun. (Reuters/EP) -
El ministro adjunto de Asuntos Exteriores de China, Zhang Jun, ha asegurado este lunes que Pekín no permitirá que la cumbre del grupo de los G20 que se celebrará en Osaka, Japón, del 27 al 29 de junio, aborde las protestas registradas en Hong Kong contra el proyecto de ley que autoriza la extradición a la China continental.
"Lo que puedo asegurar es que el G20 no discutirá el asunto de Hong Kong. No vamos a permitir que el G20 haga eso", ha manifestado Zhang al ser preguntado sobre la posibilidad de que el dirigente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, aborden la situación en el marco de la cumbre.
"Hong Kong es la región administrativa especial de China. Hong Kong es puramente un asunto interno del país. Ningún Estado tiene derecho a interferir", ha insistido Zhang, que ha manifestado que "da igual la forma ni el lugar, China no permitirá que ningún país o persona se entrometa".
Millones de personas se han manifestado en Hong Kong a lo largo de este mes contra el proyecto de ley que permitiría extraditar a detenidos a la China continental para ser juzgados allí. La situación ha provocado las protestas más violentas en décadas y ha suscitado las críticas a nivel internacional.
El presidente chino, que ha sido invitado a la cumbre por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha confirmado su asistencia al encuentro en el que se espera que se reúna con Trump.
El jueves, el Gobierno de Hong Kong ignoró el ultimátum planteado por los manifestantes, que volvieron a salir a la calle, para retirar de forma definitiva el proyecto de ley.
Los manifestantes también han pedido que se retiren los cargos contra las personas detenidas en el marco de las protestas. La Policía les acusa de participar en acciones violentas, aunque desde los organizadores mantienen que se trata de una movilización meramente pacífica.
En 2014, la denominada 'Revolución de los Paraguas' ya evidenció la reivindicación democrática de una parte de la población, pero las protestas de la última semana no tienen precedentes. Según los organizadores, unos dos millones de personas secundaron el llamamiento del pasado domingo.
