PEKÍN, 30 Mar. (Reuters/EP) -
El jefe del comité de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Yang Jiechi, ha lamentado los "prejuicios" internacionales que rodean a la llamada 'nueva ruta de la seda', la monumental obra de infraestructuras que conectará al gigante con el centro de Asia y Europa, y por la que Pekín ha sido acusada de asfixiar con deuda a sus participantes.
Para varios gobiernos occidentales, la obra esconde una iniciativa para controlar económicamente a los países involucrados, forzados a asumir una deuda que no podrán pagar al aceptar su participación en un proyecto marcado por su falta de transparecencia, a su entender.
Estados Unidos e Italia protagonizaron el último episodio de tensión después de que Washington lamentara la participación de las autoridades italianas en esta iniciativa.
En este sentido, Yang, considerada la máxima autoridad diplomática del país, por encima incluso del Ministerio de Exteriores, indicó que esta postura internacional "denota una falta de objetividad y de comprensión hacia este proyecto". "Es un error de entendimiento casi prejuicioso", ha indicado el que fuera embajador en Washington.
"Es un proyecto integral, abierto y transparente, que no esconde ningún nimio juegos geopolítico, y que no excluye a nadie", ha añadido.
Respecto a la deuda, el diplomático ha reiterado que "la primera opción de China es siempre la de resolver estos problemas a través de consultas amistosas".
"No hemos forzado la deuda sobre nadie, nadie se ha enfrentado a una crisis de deuda por esta iniciativa, que ha permitido a varios países escapar de la trampa que es el estancamiento de su desarrollo", ha concluido.
