China dice que las conversaciones con Tíbet continuarán si el Dalai Lama es "sincero"

Actualizado: viernes, 13 marzo 2009 9:27


PEKÍN, 13 Mar. (EUROPA PRESS/Débora Altit) -

El primer ministro chino, Wen Jiabao, declaró hoy, en la única rueda de prensa que concede al año en China, que las conversaciones con el Gobierno en el exilio tibetano volverán a celebrarse siempre y cuando el Dalai Lama demuestre "sinceridad".

"El año pasado, y tras ser solicitado por el Dalai Lama, mantuvimos tres rondas de negociaciones con sus representantes. Pero para que haya avances lo importante es que haya sinceridad por parte del Dalai Lama", dijo el 'premier'.

"Las conversaciones podrían continuar siempre y cuando el Dalai Lama sea honesto como para asegurar que las conversaciones pueden dar frutos", agregó.

Como parte de esta falta de "sinceridad" del líder tibetano (quien, enfatizó Wen, "no es un líder religioso normal, es un exiliado político"), el dirigente chino puso como ejemplo una ocasión en la que el Dalai Lama exigió, hace más de 20 años, la salida de las tropas chinas de Tíbet, algo que estos últimos días el líder religioso ha negado que esté pidiendo en la actualidad.

"Éstas son palabras que están escritas en papel. El Dalai Lama puede cambiar su discurso, pero no puede negar lo que ya ha dicho", afirmó Wen.

De acuerdo con el primer ministro chino, "el Dalai Lama ha viajado mucho por todo el mundo y es capaz de confundir a los dirigentes políticos de todo el mundo. Y los líderes mundiales también han usado al Dalai Lama". A la pregunta de un periodista francés, que inquirió sobre las relaciones entre su país y China, maltrechas tras el encuentro del presidente Nicolas Sarkozy con el tibetano, Premio Nobel de la Paz, a finales del año pasado, Wen comentó que sólo de Francia, y de que mantenga una "actitud clara" en este tema, dependerá que las relaciones bilaterales mejores.

Durante la rueda de prensa, Wen repitió palabra por palabra el discurso mantenido por Pekín, que Tíbet es parte inalienable de China y que lo que ocurra dentro de su territorio no le compete a ningún otro país.

Y defendió que, desde que Tíbet pasó a estar gobernado por Pekín, la situación de estabilidad y desarrollo en la región han mejorado notablemente.

"La situación en Tíbet en conjunto es estable. El pueblo tibetano desea vivir y trabajar en paz y con estabilidad", manifestó. Según él, "tanto la Constitución china como la ley sobre Autonomía regional étnica salvaguardan la libertad y derechos del pueblo tibetano, y en particular su libertad de credo".

El pasado día 10, y coincidiendo con el 50º aniversario de la salida forzada al exilio de su hasta entonces líder, el Dalai Lama (tras el levantamiento frustrado contra el Partido Comunista Chino), el tibetano acusó a China de haber llevado el "infierno en la tierra" a su pueblo durante estos 50 años, y haber hecho que la población viva en un "miedo constante" en su propia tierra.

Pekín, que ha blindado con militares y policía armada tanto la actual región de Tíbet como el resto de zonas de población tibetana que ahora forman parte de sus provincias (en Qinghai, Sichuan y Gansu), ha impedido la entrada de turistas y periodistas extranjeros en la zona hasta abril, al tiempo que defiende los avances económicos logrados bajo su gestión.