China/España.-El embajador chino dice que la querella de la AN está "condenada al fracaso" y pide mediación del Gobierno

Actualizado: jueves, 7 agosto 2008 0:50

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

El embajador de China en España, Qiu Xiaoqi, aseguró hoy que la querella abierta por el juez de la Audiencia Nacional (AN) Santiago Pedraz contra dirigentes chinos por la represión de las revueltas de marzo en Tíbet "no tiene ningún fundamento" y que está "condenada al fracaso porque no corresponde para nada con la realidad". En este sentido, pidió al Gobierno español que tome "medidas efectivas" para que la denuncia "no se lleve a cabo".

En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Xiaoqi atribuyó la denuncia a la intención del "grupo pro separatista tibetano" de perjudicar las relaciones entre España y China.

"Lo que ocurrió en Tíbet en el mes de marzo fue una manifestación violenta y su objetivo fue afectar al normal desarrollo de las relaciones de amistad entre China y España", defendió en referencia a las manifestaciones de los tibetanos a favor de la democracia y de la independencia de esta región, que provocaron 200 muertes y numerosas detenciones.

El embajador se mostró convencido de que la querella está "condenada al fracaso porque no corresponde para nada con la realidad", por lo que pidió al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero que "tome medidas efectivas para que esta denuncia no se lleve a cabo".

Al ser preguntado por las protestas por la situación de los derechos humanos en China, el embajador Xiaoqi defendió que en su país existen en este sentido "desafíos y problemas", aunque, añadió, "indudablemente la situación de los Derechos Humanos en China se encuentra en su mejor momento".

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y su homólogo chino, Yan Jiechi, se reunieron hoy en Pekín, donde en dos días comenzarán los Juegos Olímpicos, y acordaron impulsar las relaciones bilaterales, aunque eludieron pronunciarse sobre la investigación de la Audiencia Nacional sobre la responsabilidad de China en los disturbios del Tíbet, en los que podrían haber muerto 200 personas.