PEKÍN, 29 Ene. (EP/AP) -
Los líderes de China pasaron hoy las festividades del Nuevo Año Lunar, dando la bienvenida al Año del Perro, con los residentes de las áreas más pobres del país, donde el creciente descontento ha causado protestas violentas.
Los líderes de Pekín utilizan la festividad del Año Nuevo para marcar la dirección de su política. El año pasado, el presidente pasó las celebraciones, la más importante en el calendario chino, con víctimas de sida.
El liderazgo comunista de China ha convertido a la lucha contra la pobreza de las campiñas en una prioridad, al admitir que tres décadas de reformas económicas y sociales han dejado marginadas a importantes franjas de la población.
Los enfrentamientos entre las autoridades y los pobladores locales han ido en aumento. Los campesinos muestran su rechazo a la confiscación de tierras y a la compensación inadecuada por las tierras de labranza, además del desempleo.
El canal de televisión CCTV transmitió imágenes que mostraban al presidente chino conversando con granjeros y veteranos del Ejército Rojo de Mao Zedong en el ex fuerte revolucionario de Yan'an, en el noroeste del país.
A los agricultores, les trasmite que el objetivo de su Gobierno es ofrecer más riqueza al campo para que todos los días sus vecinos puedan alimentarse tan bien como en las festividades del Año Nuevo, según recoge la agencia estatal de noticias Xinhua.
También se reunió con Liu Tianyou, de 90 años, un veterano de la Marcha Larga de Mao, y prometió trabajar más por aquellos que ayudaron al partido Comunista a llegar al poder.
