MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Estado de China ha nombrado este martes a Tang Ping Keung nuevo jefe de la Policía de Hong Kong ante el recrudecimiento de las protestas que golpean la región administrativa especial china desde hace ya cinco meses.
Tang, también conocido como Chris Tang, sustituirá así a Lo Wai Chung, que se ha retirado, según ha informado la agencia estatal de noticias Xinhua.
La decisión ha sido tomada en concordancia con la Ley Básica --la constitución de Hong Kong--, texto legal con el que la región volvió a estar bajo soberanía china en 1997, y siguiendo las recomendaciones de la jefa de Gobierno hongkonesa, Carrie Lam.
Poco después de su nombramiento, Tang ha lamentado que las "noticias falsas", también conocidas como 'fake news', estén socavando la reputación de las fuerzas de seguridad.
Así, ha expresado su preocupación por el hecho de que la Policía sean los "únicos señalados". "Suficiente es suficiente", ha afirmado antes de señalar que "cualquiera que sean tus creencias, no glorifiques la violencia (...) no permitas que se radicalicen más".
"Si alguien hubiera condenado antes la violencia, la sociedad no habría desembocado en esto a lo largo de cinco meses. Solo podemos acabar con los disturbios si la sociedad los condena", ha aseverado.
Lam, por su parte, ha resaltado la gran experiencia de Tang en investigación criminal, así como en la puesta en marcha de operaciones. "Tiene una actuación distinguida y posee habilidades de liderazgo comprobadas. Estoy seguro de que liderará la fuerza policial para hacer frente a los desafíos que se avecinan", ha destacado.
ESTALLIDO DE LA CRISIS
Las protestas en Hong Kong estallaron el pasado mes de junio contra un polémico proyecto de ley de extradición a la China continental. Lam acabó retirando definitivamente el proyecto de ley pero las manifestaciones han continuado con demandas mayores, incluido el sufragio universal.
La violencia en Hong Kong se ha convertido así en el mayor desafío para el presidente chino, Xi Jinping, que llegó al poder en 2012 e insiste en que el Gobierno local podrá resolver la crisis.
Los manifestantes, enfadados por lo que consideran una injerencia del Gobierno chino en la antigua colonia británica, han defendido que están respondiendo al excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.
Pekín, por su parte, ha rechazado cualquier tipo de intervención en los asuntos de Hong Kong y ha culpado de la situación a la influencia de terceros países.
