China.- El presidente Hu pide que se aclare la muerte del redactor apaleado en el norte de China

Actualizado: jueves, 25 enero 2007 13:37

BEIJING, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

La muerte, tras sufrir una paliza, del empleado de un periódico que supuestamente investigaba la situación de las minas ilegales en China ha creado tal debate nacional que el propio presidente, Hu Jintao, ha pedido que se investiguen y aclaren las circunstancias del caso.

Los hechos ocurrieron a principios de mes en la provincia norteña de Shanxi, principal productora de carbón del país, cuando los matones contratados por el dueño de una mina ilegal apalearon a Lan Chenzhang, de 35 años y empleado del periódico beijinés 'China Trade News', de propiedad estatal.

Pero los detalles que rodean al caso, que salió a la luz la semana pasada, han sido tan contradictorios que el Ejecutivo chino ha terminado decidiendo enviar a sus propios funcionarios desde Beijing para obtener una información fiable.

Las autoridades de Datong, ciudad en la que falleció Lan, quitaron hierro inicialmente a la muerte argumentando que se trataba de un "falso periodista" que había acudido a la mina para extorsionar al propietario de la mina.

El periódico que lo contrató, por su parte, reconoció que Lan era su empleado desde hacía apenas un mes y que aún se encontraba en periodo de pruebas, por lo cual no contaba con un carné de redactor; no obstante, el rotativo aseguró que Lan acudió a la mina por decisión propia.

El suceso ha permitido conocer que chantajear a empresas ilegales, como las minas de Shanxi, es un negocio lucrativo en el país; pero también ha ayudado a conocer que el comportamiento de los periodistas chinos no es siempre honorable y que, unas veces por iniciativa propia, otras obligados por sus empleadores, presionan a sus entrevistados para que les den dinero o publicidad para sus medios a cambio de informaciones positivas.

Según indica en declaraciones a 'South China Morning Post' Zhan Jiang, profesor de la China Youth University for Political Sciences, el caso ha atraído la atención del Ejecutivo chino debido al eco que ha tenido tanto en medios nacionales como extranjeros.

"Es un gesto sin precedentes de las autoridades... Y, por supuesto, el caso ha minado la campaña del Gobierno por una sociedad armoniosa", el término más repetido por Beijing en 2006, y que ha guiado su política oficial durante el último año.