BEIJING, 13 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El director de cine estadounidense Steven Spielberg se ha sumado al movimiento internacional que exige a China que abandone su actitud impasible ante la crisis de Darfur y ha hecho pública su decisión de no seguir colaborando con los organizadores de los Juegos Olímpicos como consejero artístico.
"He decidido anunciar formalmente el fin de mi implicación como consejero artístico extranjero en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing", señaló Spielberg en la tarde del martes en Washington.
"El Gobierno de Sudán es el principal responsable de los crímenes, pero la comunidad internacional, y en concreto China, debería estar haciendo más para poner fin a este constante sufrimiento humano", denunció el realizador, que explicó que su conciencia no le permitía seguir trabajando con China, y que en lugar de colaborar en ceremonias olímpicas debía contribuir en lo posible al fin de los crímenes en Darfur.
La noticia se produce después de que un grupo de premios Nobel de la Paz dirigiera una carta al presidente chino, Hu Jintao, en términos similares, y recordando que el gigante asiático, "como principal socio económico, militar y político del Gobierno de Sudán y miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", tiene tanto la oportunidad como la responsabilidad de contribuir a la paz en Darfur. Una región, según denunciaba la carta de los Nobel, donde "violaciones y maltratos sexuales se han convertido en una arma de guerra frecuente contra un número desconocido de chicas y mujeres".
La renuncia de Spielberg supone un nuevo varapalo para el país asiático, que se ha negado de forma repetida a relacionar las Olimpiadas, y los ideales olímpicos, con su apoyo tácito al Gobierno de Sudán, a quien compra petróleo y vende armas, y que está, según denuncia la comunidad internacional, detrás de las matanzas en la rica región petrolífera de Darfur.
Desde organizaciones pro derechos humanos como Human Rights Watch se ha denunciado que los derechos humanos no sólo se están violando en Darfur, sino también en China, y se pedido a los patrocinadores olímpicos que se sumen a la campaña de presión, si no quieren que su reputación se vea también afectada. "Los derechos humanos son atacados en China, y los patrocinadores olímpicos debería usar su considerable influencia para persuadir a Beijing de que cambie su política".
El Gobierno chino, de momento, no ha reaccionado públicamente a la carta de los Premios Nobel ni a la renuncia de Spielberg.
