PEKIN, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
Urumqi, capital de la región china de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste del país, volvió hoy a la calma, después de los violentos disturbios registrados el viernes por una ola de ataques con jeringuillas que dejaron al menos cinco muertos y catorce heridos.
Según informa la agencia oficial Xinhua, la Policía ha levantado las restricciones al tráfico tras las protestas, por lo que hoy se podían ver vehículos circulando con normalidad. En las calles también hay numerosas personas y los comercios han reabierto sus puertas y recibido a numerosos clientes. En el caso del centro comercial Tianshan y del Carrefour de la calle Jiefang, los guardias de seguridad registran los bolsos y bolsas de todos los clientes.
La presencia de las fuerzas de seguridad en Urumqi, según Xinhua, sigue siendo elevada. Cientos de agentes de la Policía Armada están apostados en la Plaza del Pueblo, mientras que la Policía sigue bloqueando la calle Xinmin, que lleva al viaducto que conduce a la parte sur de la ciudad, poblado mayoritariamente por uigures.
El ministro de Seguridad Pública chino, Meng Jianzhu, quien se ha desplazado a Xinjiang para supervisar la seguridad, ya había asegurado el viernes que la situación en Urumqi estaba bajo control. Los disturbios, que suceden a los registrados en julio, se cobraron ayer dos víctimas en el plano político, el líder del Partido Comunista Chino en la región y el jefe de la Policía regional.
Entretanto, expertos médicos militares están examinando a las víctimas de los ataques con las jeringuillas, pero advierten que es demasiado pronto para determinar si éstas han contraído enfermedades relacionadas a alguna sustancia radioactiva, ántrax o algún químico tóxico como han señalado algunos rumores.
"Normalmente, el periodo latente de estas enfermedades va de meses a un año", explicó Qian Jun, director de la Oficina de Control y Seguridad Biológica de Enfermedades de la Academia de Ciencias Médicas Militares de China. "Deben ser observados de cerca", añadió desde Urumqi, según informa Xinhua.
Qian indicó que él, junto con otros cinco expertos médicos del Departamento de Logística General del Ejercito Popular de Liberación, han examinado 217 historiales médicos de las víctimas desde el viernes. "Hasta ahora, ninguna evidencia muestra que hayan contraído enfermedades relacionadas a sustancias radioactivas, ántrax, químicos tóxicos, microorganismos, hepatitis A, hepatitis B o sida", señaló.
Hasta el jueves, los hospitales locales habían atendido a 531 víctimas de ataques con jeringas hipodérmicas, 106 de los cuales mostraron señales evidentes de ataques. Los ataques con jeringuilla que se han llevado a cabo desde el pasado 20 de agosto han provocado pánico y resentimiento entre la población.
"Para propagar esas enfermedades, debe haber una gran cantidad de sangre de la persona infectada en la jeringa", explicó por su parte Li Jingyun, un experto en sida. "Pero es muy difícil conseguir eso", agregó.
Los expertos indican que algunos de los que dicen que fueron atacados en realidad sufrieron picaduras de mosquito. Las investigaciones, según Xinhua, han demostrado que los que participaron en los ataques pertenecen a la etnia uygur y que los atacados incluyen a personas tanto del grupo étnico han como de otros.
La Policía de Xinjiang ha detenido a 25 atacantes, de los cuales siete están bajo custodia policial, cuatro fueron arrestados y cuatro más fueron remitidos para proceso criminal, indicaron el viernes del Gobierno regional de Xinjiang.
