NICOSIA, 4 Abr. (Reuters/EP) -
Chipre ha recuperado este miércoles la normalidad en el suministro eléctrico, después de haber sufrido un apagón que ha dejado al 80 por ciento de la isla sin electricidad y que ha puesto de manifiesto la escasez de energía que sufre desde que su principal central registró una fuerte explosión en 2011.
Las autoridades han explicado que una unidad de la central eléctrica de la región de Dhekelia dejó de funcionar durante la noche del martes y averió todo el sistema. A media mañana de este miércoles, ha comenzado a retornar la electricidad gradualmente a la mayoría de las áreas.
"Hemos restaurado el suministro", ha informado un portavoz de la Autoridad Eléctrica de Chipre, controlada por el Estado. "Había capacidad de generación, pero se presentó un problema para colocarla en la red", ha señalado.
El operador eléctrico ha señalado que la generación de energía se redujo durante la noche en más de la mitad, hasta situarse al nivel de 123 megavatios (MW), y ha comenzado recuperarse a media mañana.
Por el momento, no está claro cuál ha sido la causa de la avería en la planta de Dhekelia, que opera con seis unidades de vapor de 60 megawatios de potencia cada una y dos unidades de combustión interna de 50 megawatios. También cuenta con la central eléctrica de la ciudad de Moni, que tiene seis unidades de vapor de 30 megawatios cada una y cuatro de 38 megawatios.
Los recursos eléctricos de Chipre están ya al límite después de que su principal instalación de generación, ubicada en la ciudad de Vassilikos, quedó casi totalmente destruida por una explosión accidental en 2011. Por esta causa, el país perdió más de 700 megawatios de su capacidad de producción, pues la planta suministraba más del 50 por ciento de las necesidades de la isla.
El desastre obligó a las autoridades a activar antiguas estaciones y a obtener suministros del vecino estado turcochipriota. El Gobierno tiene previsto disponer de otros 165 megawatios de capacidad extra con generadores móviles este verano, además de otros 120 megawatios adicionales, para poder afrontar con garantías las altas temperaturas estivales.
