MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado este jueves del empeoramiento de las condiciones y la violencia contra los migrantes que intentan cruzar la frontera entre Bosnia y Herzegovina y Croacia, al tiempo que ha recalcado que decenas de ellos son atendidos cada día por heridas sufridas durante su travesía en la zona.
El organismo ha detallado en su comunicado que más de 8.000 personas han llegado a Bosnia y Herzegovina en lo que va de año --incluidas 3.000 en el último mes--, una cifra ocho veces superior a las llegadas registradas en 2017.
"La mayoría de ellas están en el noroeste del país, cerca de la frontera con Croacia, con al menos 700 durmiendo en un edificio en ruinas en Bihac", ha dicho en su comunicado, en el que ha agregado que en esta ciudad se atiende a unas 70 personas al día, muchas de las cuales sufrieron heridas intentando cruzar la frontera con Croacia.
La portavoz del CICR en Bihac, Nicole Robicheau, ha manifestado que "las condiciones cerca de la frontera son sumamente inadecuadas", al tiempo que ha expresado la preocupación del organismo por la seguridad de estas personas.
"Las familias duermen en el suelo sin un cobijo adecuado, sin camas ni sábanas. La gente no quiere quedarse aquí porque están abandonados. Cada día hay gente que intenta ir a Croacia, pero muchos vuelven con heridas", ha apuntado.
Robicheau ha resaltado que "hay un aumento del número de familias que llegan (a Bihac), lo que es motivo de preocupación". "Una mujer que llegó esta semana dio a luz por el camino. Estas condiciones son duras para cualquiera, pero las familias con niños pequeños están entre los más vulnerables", ha añadido.
Por su parte, el director regional del CICR para Europa, Simon Missiri, ha expresado su "gran preocupación" por las informaciones sobre violencia contra personas que intentan cruzar la frontera.
"Los gobiernos tienen derecho de establecer y aplicar políticas migratorias, pero también tienen la obligación de garantizar que todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, son tratadas con dignidad y respeto", ha recordado. "El deseo de controlar la frontera no justifica la frontera", ha zanjado.
