Cierran las urnas en unas elecciones generales que se espera que mantengan a Hun Sen como primer ministro de Camboya

Colegio electoral en Camboya
REUTERS / DARREN WHITESIDE
Actualizado: domingo, 29 julio 2018 10:46

PHNOM PENH, 29 Jul. (Reuters/EP) -

Los centros de votación de Camboya han cerrado sus puertas tras la jornada electoral celebrada este domingo, que se espera que dé la victoria al actual primer ministro, Hun Sen, con 33 años en el cargo, debido a la disolución del principal partido opositor.

Las urnas han abierto a primera hora, si bien algunos habitantes de la capital, Phnom Penh, ya hacían cola. Las autoridades electorales han dado por concluida la jornada a las 15.00 (hora local). Los primeros resultados deberían conocerse en torno a las 18.00 (hora local), aunque los definitivos no se publicarán hasta mediados de agosto.

Hun Sen, que accedió al cargo en 1985, fue miembro de los Jemeres Rojos y llegó a ocupar el cargo de comandante de batallón en la Kampuchea Democrática. Finalmente, se separó de los mismos y recibió apoyo de Vietnam durante su intervención para poner fin al régimen.

A lo largo de los años ha ido acumulando un poder crecientemente centralizado y fue nombrado líder del Partido del Pueblo de Camboya (CPP) en 2015, tras la muerte de Chea Sim, al tiempo que han aumentado las críticas a su actuación contra las libertades fundamentales en el país.

El CPP cuenta con el respaldo del partido monárquico Frente Nacional Unido para una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa (FUNCIPEC), uno de los principales beneficiados de su alianza con Hun Sen y la reciente disolución del opositor Partido Nacional de Rescate de Camboya (CNRP).

La decisión de disolver en CNRP tuvo lugar en el marco de una batería de medidas contra la oposición que incluyeron la detención de su líder, Kem Sokha, por presuntamente planear el derrocamiento del Gobierno, acusaciones que él ha rechazado.

Así, sostuvo en una carta publicada en octubre desde prisión que en una democracia la tarea del líder de la oposición es intentar sacar del poder al partido gubernamental, si bien recalcó que intentó hacerlo "de forma pacífica y positiva".

"Si el partido opositor no intenta reemplazar al partido gubernamental, no puede ser llamado partido opositor. Mis acciones no son ilegales", dijo Sokha, antes de pedir a la comunidad internacional que actuara para evitar unas elecciones "inservibles" en el país.

Sokha fue nombrado presidente del partido opositor en febrero de 2017, después de que su predecesor, Sam Rainsy, dimitiera a causa de una legislación que prohíbe que los partidos estén encabezados por personas condenadas.

Rainsy se marchó al exilio para evitar ser condenado por cargos de difamación, que afirma que fueron presentados contra él por motivos políticos y para apartarle del partido opositor.

LLAMAMIENTO AL BOICOT

Recientemente, Rainsy lanzó la campaña Dedo Limpio --en referencia a la tinta usada para manchar los dedos de los ciudadanos que han votado-- para pedir a la población que se abstenga en las elecciones, dado que no existe una competencia real en las mismas.

En el marco de la misma, las autoridades multaron el jueves a cinco antiguos miembros del CNRP por publicar en Facebook fotografías en las que aparecían levantando el dedo índice, lo que las autoridades interpretaron como un llamamiento a la abstención.

"Sus acciones causaron confusión entre la población", dijo Hang Puthea, portavoz del Comité Electoral Nacional (NEC), en referencia a los cinco condenados por las fotografías. Las autoridades sostienen que los llamamientos al boicot son ilegales.

El propio Rainsy afirmó recientemente que "estas falsas elecciones están destinadas a legitimar el asesinato de la democracia en Camboya por parte de Hun Sen a través de la disolución arbitraria del CNRP como único partido de oposición creíble".

"Sin un verdadero rival real, la victoria de Hun Sen es hueca y risible", sostuvo en un mensaje en la red social Twitter.

MEDIDAS CONTRA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Por otra parte, las autoridades han adoptado una serie de medidas que numerosas ONG han denunciado como un intento de silenciar a los medios de comunicación independientes en el país.

Así, en el último año se ha registrado el cierre del diario 'Cambodia Daily' y la compra de 'The Phnom Penh Post' --el único diario independiente que quedaba en el país-- por parte de un empresario malasio entre cuyos clientes figura Hun Sen.

El diario fue comprado por Sivakumar Ganapathy, director ejecutivo de Asia Public Relations Consultants Sdn Bhd, una empresa que tiene entre sus objetivos --recogidos en su página web-- que Hun Sen "ocupe el Gobierno" de Camboya.

La compra de 'The Phnom Penh Post' provocó la dimisión de varios de sus empleados, entre ellos Brendan O'Byrne, quien manifestó que la nueva gerencia le ordenó que retirara la noticia sobre la compra de la página web. "Me negué y presenté mi dimisión, que ha sido aceptada. Deseo lo mejor a los fantásticos periodistas de 'The Post'", dijo.

Asimismo, en los días previos a los comicios la ONG camboyana Licadho afirmó que las autoridades habían bloqueado el acceso de las páginas web de varios medios de comunicación.

"Durante las últimas horas se ha confirmado que varios proveedores de servicios de Internet y compañías de telefonía móvil están bloqueando de forma activa las páginas web de medios y emisoras independientes, entre ellas Radio Free Asia (RFA), Voice of America (VOA) and Voice of Democracy (VOD), así como las ediciones en inglés de varios diarios", manifestó Nali Pilorge, miembro de Licadho.

Así, destacó que "es la primera censura de páginas web desde la publicación de la 'prakas' --directivas del Gobierno sobre los bloqueos sobre contenido considerado como destinado a la incitación o una amenaza a la seguridad nacional-- a finales de mayo".

HRW DENUNCIA IRREGULARIDADES

En este contexto, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) se mostró especialmente crítica a menos de una semana de la votación y afirmó que las elecciones están marcadas por numerosas irregularidades.

Entre otros problemas, denunció la disolución "arbitraria" del CNRP, la vigilancia, intimidación, detención y apertura de juicios motivados políticamente contra opositores clave, las acciones contra la prensa independiente y las restricciones a la libertad de expresión y manifestación.

"El Gobierno de Camboya ha actuado de forma sistemática contra las voces independientes y opositoras durante el último año para garantizar que el partido gubernamental no hace frente a obstáculos en su control político total", manifestó Brad Adams, director de HRW para Asia.

EL GOBIERNO DEFIENDE EL PROCESO

Por contra, el vicesecretario general de la comisión electoral, Som Sorida, criticó el informe de HRW y subrayó que tiene "motivaciones políticas", mientras que el portavoz del CPP, Sok Eysan, dijo que HRW no tiene derecho a pronunciarse sobre las elecciones en el país, antes de acusar a la ONG de tener "malas intenciones" contra Camboya y el partido en particular.

Las autoridades anunciaron el martes que un total de 220 observadores electorales de 52 países supervisarán las elecciones, si bien la UE no enviará observadores, según el embajador del bloque en el país, George Edgar.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha destacado que "un proceso político inclusivo y plural es esencial para salvaguardar los progresos hechos por Camboya en la consolidación de la paz".

Guterres pidió a todas las partes que "reduzcan las tensiones y la polarización política" y ha reclamado al Gobierno que "respete los estándares de Derechos Humanos y dé garantías de que los actores de la sociedad civil y los partidos políticos podrán ejercer sus derechos democráticos".

Más pesimista se mostró la experta en Derechos Humanos de la ONU en Camboya, Rhona Smith, quien argumentó que las elecciones no pueden ser legítimas si el CNRP no puede participar.

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