MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El número de niños desplazados por tormentas e inundaciones en las islas del Caribe se ha multiplicado por seis en los últimos cinco años, según ha denunciado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En concreto, el informe 'Niños desarraigados en el Caribe: cómo los huracanes más fuertes vinculados a un clima cambiante están impulsando el desplazamiento de niños', ha revelado que aproximadamente 761.000 niños se desplazaron internamente por tormentas en el Caribe entre 2014 y 2018, el lustro más caluroso del que se tiene registro.
Esta cifra constituye un incremento de casi 600.000 niños en comparación con los 175.000 que se desplazaron por la misma causa en el período anterior, de 2009 a 2013.
El trabajo ha señalado que la causa principal del aumento "dramático", ha valorado UNICEF, en el desplazamiento forzado fue una serie de "catastróficos" ciclones tropicales o huracanes que azotaron la región entre 2016 y 2018, incluidas cuatro tormentas de categoría 5 y dos de categoría 4. Sólo durante 2017, más de 400.000 niños en las islas del Caribe fueron desplazados por los huracanes.
Por otra parte, el informe también avisa de que, sin una acción urgente que mitigue los efectos del cambio climático, la creciente proporción de tormentas severas probablemente ocasionará niveles igualmente altos de desplazamiento forzado en las próximas décadas.
El desplazamiento forzado causado por los huracanes puede darse a corto plazo o tardar años, a medida que las comunidades reconstruyen sus casas, carreteras, puentes, redes eléctricas, agricultura, escuelas, hospitales y sistemas de agua y saneamiento.
Los niños son particularmente vulnerables durante los desplazamientos de la población, especialmente si sus padres mueren o si resultan separados de sus familias. Los niños desplazados también corren un mayor riesgo de contraer enfermedades, como sarampión o infecciones respiratorias, que pueden prosperar en condiciones de hacinamiento en refugios de emergencia.
Además, los niños desplazados también pueden quedar con acceso limitado o nulo a los servicios esenciales que necesitan para salir adelante, como educación, protección y atención médica.
"Este informe es una clara advertencia de que la crisis climática es una crisis que afecta los derechos de la infancia", ha indicado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
"Los niños, niñas y adolescentes que viven en otras islas o naciones propensas a las tormentas e inundaciones en todo el mundo se encuentran entre los más vulnerables a que sus vidas y derechos se vean afectados", ha continuado, al tiempo que ha advertido de que "ya están sintiendo los impactos del cambio climático, por lo que los gobiernos y la comunidad internacional deberían actuar ahora para mitigar sus consecuencias más devastadoras".
MEDIDAS
En este contexto, el informe también insta a los gobiernos a tomar medidas para ayudar a las comunidades a prepararse y recuperarse de las tormentas y para proteger a los niños desplazados por desastres relacionados con el cambio climático.
Así, UNICEF ha recomendado situar a los niños en el centro de las estrategias y planes de respuesta al cambio climático; reducir las emisiones de carbono y la contaminación; proteger a los niños de los impactos del cambio climático y la degradación ambiental y proporcionar a los desplazados protección y acceso a servicios esenciales, como educación y atención médica.
Por último, el organismo ha apremiado a ayudar a las familias desplazadas a permanecer unidas y a asegurarse de que los niños desarraigados tengan un estatus legal si se ven obligados a cruzar fronteras.
