Clinton recuerda a las víctimas de los ataques en Bombay durante su visita a India

Actualizado: sábado, 18 julio 2009 15:07


BOMBAY, 18 Jul. (Reuters/EP) -

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, de viaje en India, se ha reunido con los supervivientes de la masacre de Bombay del pasado mes de noviembre y se ha reunido con un grupo de empresarios indios para discutir las opciones del país asiático en política medioambiental.

El viaje de Clinton está destinado a profundizar las relaciones indio-estadounidenses. En este sentido, uno de los primeros actos a los que acudió fue a la conmemoración en recuerdo de las víctimas de los ataques que transcurrieron entre el 26 y el 29 de noviembre en la capital financiera del país, y que se cobraron la vida de 166 personas.

En un gesto de solidaridad, la secretaria de Estado visitó los hoteles Taj Mahal Palace y el Tower, que junto con el Trident Oberoi, fueron los blancos principales de los asaltantes islamistas que sembraron el pánico en la ciudad.

De igual modo, Clinton recordó los atentados de ayer viernes en Yakarta, que se cobraron la vida de nueve personas y que sirven de "doloroso recordatorio" de que "la amenaza del extremismo violento sigue muy presente", declaró tras reunirse con los supervivientes. "Es una amenaza global, despiadada, nihilista y debe ser detenida".

Clinton se reunió posteriormente con los principales líderes empresariales del país, entre ellos los directores de Reliance Industries Ltd., Mukesh Ambani, y el presidente del Grupo Tata, Ratan Tata, para discutir estrategias respecto al favorecimiento de la política medioambiental internacional, frente a la que India siempre ha exhibido reticencias dada su condición de potencia económica emergente, dependiente en gran parte de la energía contaminante.

En su visita, Clinton intentará además cerrar los últimos flecos de un acuerdo de seguridad en virtud del cual Estados Unidos podrá vender armamento de alta tecnología al país asiático, concretamente la adquisición por parte de Nueva Delhi de 126 aviones de combate por valor de 10.400 millones de dólares, uno de los acuerdos armamentísticos más costosos de toda la historia.