YAMUSUKRO, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente marfileño, Laurent Gbagbo, expuso un plan de paz alternativo al que postula la ONU por el que se desmantelaría la zona de seguridad que divide al norte, controlado por los rebeldes, del sur, controlado por el Gobierno, al tiempo que propuso conversaciones directas con sus rivales, establecer un plan nacional para combatir el desempleo de jóvenes y ex combatientes e impulsar un programa de asistencia que permita el retorno de los desplazados por la guerra, según informó hoy IRIN.
"En vistas al impás provocado por las soluciones extranjeras, es hora de que los marfileños tomen el relevo completo en el proceso de paz", aseguró en un mensaje televisado ayer y dirigido a la nación. "Es pura verdad que cada persona tiene el derecho de buscar su felicidad personal. Por ello, en nombre del Estado de Costa de Marfil, propongo a los marfileños, pero también a la comunidad internacional, un nuevo acercamiento", explicó.
Gbagbo subrayó que la zona de seguridad que patrullan cerca de 10.000 tropas francesas y de la ONU se han convertido más en un obstáculo físico a la reunificación del país, al impedir la libre circulación de personas y bienes, incluido los desplazados por la guerra, con derecho a retornar a sus hogares.
"Esta frontera que llaman 'zona de confianza' se ha convertido en la práctica en una frontera interna que divide al país en dos", criticó el presidente, razón por la cual, insistió, "en la actualidad no tiene razón de ser (ya que) el conflicto armado ha terminado".
Por otra parte, Gbagbo destacó la necesidad de formar un nuevo Gobierno para hacer que el Estado sea funcional, aunque descartó que fuera el momento propicio para constituirlo.
No obstante, subrayó que las elecciones presidenciales podrían celebrarse a la altura de julio de 2007, bajo su liderazgo, aunque no explicó si éste anuncio respondía a un compromiso oficial de celebrar dichos comicios en la fecha indicada.
Asimismo, urgió a llevar a cabo una amnistía general, aunque subrayó cierta excepción respecto a los crímenes contra los Derechos Humanos, así como los delitos económicos.
El mandatario defendió su plan por representar el interés nacional y explicó que el proyecto nació a raíz de las consultas llevada a cabo el pasado mes de noviembre con representantes de la sociedad civil, después de que, incidió, la comunidad internacional fracasara en poner fin a una crisis en Costa de Marfil que estalló tras un golpe de Estado en septiembre de 2002.
