Colombia.- Los parlamentarios presos por la 'parapolítica', acosados por las pulgas en la cárcel

Actualizado: domingo, 25 febrero 2007 18:51

BOGOTÁ, 25 Feb. (EUROPA PRESs) -

Los ocho parlamentarios encarcelados por su relación con los paramilitares en el llamado escándalo de la 'parapolítica' están alojados en desvencijados cuartos de lo que antes era un sanatorio para tuberculosos, según informa el diario colombiano 'El Tiempo'.

Los parlamentarios acusados de beneficiarse del poder paramilitar en la Costa Atlántica, admiten que las constantes picaduras de los insectos les resultan más molestas que el acoso de las cámaras de televisión. Su molestia, dicen, no es fingida, y el Instituto Penitenciario y Carcelario colombiano (Inpec) debió autorizarles insecticida y crema contra las mordeduras.

El lugar donde permanecen los políticos Álvaro Araújo, Mauricio Pimiento, Dieb Maloof, Alfonso Campo, Jairo Merlano, Luis Eduardo Vives, Eric Morris, Álvaro García y el ex director del Departamento Administrativo de Seguridad, Jorge Noguera, es un edificio en ruinas, ahora bautizado a fuerza de la necesidad con un nombre pomposo: 'Centro de Reclusión Especial Sur'.

Hasta hace 20 años, cuando todas sus paredes seguían en pie, fue un hospital para presos con tuberculosis una enfermedad casi erradicada en Colombia. Ahora que las pestes son otras, el Gobierno decidió convertir el edificio en pabellón. En los cuartos, de muros derruidos y techo sin tejas, crecen árboles y pastan cabras que van y vienen como animales presos.

Las celdas de los parlamentarios están en el único sector del antiguo sanatorio con las paredes intactas. Tienen puertas en madera y ventanas que miran a un portal en el que deambulan doce vacas del Gobierno.

La noche en que fueron apresados los congresistas, el Inpec les dio una cama metálica, una colchoneta, una almohada y una manta azul con el sello del instituto. Esta semana, sin embargo, todos consiguieron que sus familias les mandaran camas de madera, calefactores y colchones nuevos.

El cuarto más organizado es el de Luis Eduardo Vives, con suelo de madera y paredes recién pintadas. Tiene radio grabadora, un pendón colgado en la pared con una oración en la que da gracias por algo y una mesa de noche con dos libros: 'El poder del pensamiento tenaz' y la 'Biblia Popular'.

A un lado de la cama tiene un ángel que le pisa la cabeza al demonio. El ángel sacude una espada y se llama Miguel. Otros objetos son más terrenales: una linterna y un frasco de repelente de mosquitos.

Quizás el congresista más afectado por el reciente encierro es Álvaro Araújo, que no se afeitó durante una semana y casi no sale a caminar. En una mesa al lado de su cama hay dos marcadores y el documento en el que las autoridades lo acusan de concierto para delinquir y de secuestro con extorsión en el Cesar.

Araújo es uno de los tres congresistas que no tiene que compartir el baño con ninguno de sus colegas uribistas. Su familia le mandó balde, trapero, jabón y ambientador. La cortina del baño es de plástico y tiene ducha eléctrica para calentar el agua. Ese es un lujo que no gozan los demás reclusos de La Picota. Ese, y caminar al aire libre.

En el pabellón de máxima seguridad, por ejemplo, los sentenciados sólo pueden tomar una hora de sol al día y deben compartir un sanitario metálico entre cuatro. Pero los congresistas ni el ex director del DAS, trasladado el viernes en la noche al viejo sanatorio, están condenados. La distribución de los presos es esta:

En el primer piso duermen Araújo, Morris y García, los únicos que tienen baño privado. En el segundo piso están Campo, Vives, Maloof, Pimiento, Merlano y Noguera, que deben turnarse para asearse. A veces, el aire huele a porqueriza. A doscientos metros hay un corral con diez cerdos y un galpón con conejos. Más allá, justo detrás de las habitaciones convertidas en celdas, hay un cementerio de carros.

Algunos son vehículos incautados al cartel de Medellín. El más célebre de todos es un Mercedes Benz, propiedad de la 'Kika', ese sicario de Pablo Escobar que dinamitó un avión de Avianca repleto de pasajeros. Pero eso es historia, admite un funcionario, aunque el presente del país - dice- todavía se le siga pareciendo.

Hoy domingo, por primera vez, los congresistas podrán recibir la visita de sus familias. Mientras, el Inpec prometió fumigar los corredores para controlar el acoso de las pulgas.