BOGOTÁ, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, pidió la máxima condena para los tres oficiales del Ejército que fueron destituidos por su supuesta responsabilidad en la desaparición y muerte de 11 jóvenes de Soacha.
El presidente lamentó que los militares aparezcan involucrados en una situación de violación de Derechos Humanos y masacres, ya que eso afecta a la institución y pone en duda la transparencia de la seguridad democrática.
"Así como hemos apoyado a las Fuerzas Armadas, sin vacilación hay que pedir que a los transgresores de los Derechos Humanos les condenen, les lleven a la cárcel, y les apliquen las máximas condenas de nuestra legislación", afirmó enérgicamente en 'Caracol Radio' el presidente Uribe.
A comienzos de año, la Fiscalía investigó la desaparición de 11 jóvenes en una zona marginal cerca de la capital, Bogotá. En septiembre, sus cuerpos fueron encontrados en una región del departamento de Norte de Santander.
El ejército había dicho que se trataba de miembros de grupos armados ilegales muertos en enfrentamientos. Sin embargo, las pruebas indican que los 11 jóvenes eran desempleados y sin techo, y que probablemente fueron secuestrados para ser ejecutados y presentados como rebeldes caídos en combate.
La Fiscalía continúa con la investigación, ya que sospecha que matanzas similares hayan sido repetidas en diferentes partes del país, en una práctica en la que los oficiales reciben promociones al demostrar los resultados de la lucha contra grupos armados.
El viernes pasado, los tres coroneles -Santiago Herrera, jefe de Estado Mayor de la Quinta Brigada; Rubén Castro, comandante de la Brigada Móvil 15, y el teniente coronel Gabriel Rincón, jefe de operaciones de la misma unidad- fueron destituidos por el comandante del Ejército.
