JERUSALÉN, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de colonos israelíes han irrumpido este domingo bajo la protección de fuerzas de seguridad israelíes fuertemente armadas para realizar una ceremonia religiosa por la Pascua judía o Pesach, lo cual está prohibido por los acuerdos suscritos por Israel.
Un portavoz del Departamento del Patrimonio Islámico que gestiona el lugar, Firas al Dibs, ha confirmado que hasta 167 colonos entraron en el lugar a través de la Puerta Magrebí a primera hora del domingo y permanecieron dentro hasta la tarde.
Al Dibs ha denunciado que los colonos han realizado rituales religiosos en el lugar, lo cual está expresamente prohibido en virut de los acuerdos soscritos por Israel y Jordania tras la ocupación israelí de 1967.
Durante su estancia, los colonos, de fe ultraortodoxa judía, visitaron de forma "provocadora" la Mezquita de Al Aqsa, según recoge la agencia de noticias palestina Maan.
Los palestinos consideran estas visitas como una amenaza directa a la soberanía palestina sobre Jerusalén Este, ocupada militarmente por Israel desde 1967 como el resto de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Las autoridades israelíes han cerrado casi por completo Cisjordania y la Franja de Gaza para evitar atentados durante la Pascua judía, lo que impide a los palestinos con permisos acceder a territorio israelí para trabajar, una restricción que no afecta al medio millón de colonos israelíes que viven en Cisjordania.
La Explanada de las Mezquitas es el corazón religioso de Jerusalén Este y descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón judío, por lo que los musulmanes temen que Israel busque destruir la Mezquita de Al Aqsa --tercer lugar más sagrado del Islam-- para construir un Tercer Templo judío en Jerusalén.
CIERRE DE LA FRANJA DE GAZA PARA LOS CRISTIANOS
Además, han vetado la entrada a cientos de palestinos cristianos de la Franja de Gaza que querían visitar Jerusalén y Belén durante la Semana Santa, ya que solo se han emitido permisos para 200 cristianos gazacíes, todos ellos de más de 55 años.
"Esta es una flagrante violación de la libertad de movimiento, la libertad de credo y la libertad de disfrutar de la familia para los cristianos de Gaza", denuncia el grupo de defensa de Derchos Humanos israelí Gisha. Este es un nuevo ejemplo de la "amplia política racista de Israel", según Gisha.
Según el censo palestino de febrero de 2018, en la Franja de Gaza viven 1.138 cristianos y la mayoría en Ciudad de Gaza. Muchos de ellos tienen familia en Cisjordania.
