SÍDNEY, 29 Jul. (Reuters/EP) -
El Partido Conservador del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, no ha logrado ninguna victoria en las cinco elecciones que se celebraron el sábado en la nación oceánica, lo que complica el horizonte de su reelección de cara a los comicios generales de 2019.
Los australianos estaban llamados a las urnas en un 'súper sábado' con votaciones en Queensland, Australia Meridional y Australia Occidental para reemplazar a los diputados laboristas Susan Lamb, Justine Keay, Patrick Gorman y Josh Wilson, así como a la representante de la Alianza Centro Rebekha Sharkie.
Los cinco diputados tuvieron que dimitir conforme a una ley de hace 116 años que determina que un legislador australiano no puede tener doble nacionalidad. Numerosos políticos fueron remitidos al Tribunal Supremo, que analizó caso por caso hasta decidir sobre el cese o la continuidad de los mismos.
La Comisión Electoral de Australia (AEC) ha informado este domingo de que los cuatro escaños de Lamb, Keay, Gorman y Wilson permanecen en manos del Partido Laborista, mientras que el quinto se queda igualmente en poder de la Alianza Centro.
Los conservadores confiaban en poder ganar al menos el escaño de Queensland, un bastión tradicional de los 'tories' australianos donde además contaban con el apoyo del pequeño partido de derecha Una Nación. Sin embargo, los laboristas no solo han retenido el asiento, sino que lo han hecho con más votos que en 2016.
"Cuatro de cuatro", ha celebrado el líder de la oposición australiana, Bill Shorten, tras conocer los resultados electorales. "Habrá un Gobierno laborista después de las próximas elecciones generales", ha confiado, citado por los medios de comunicación locales.
Turnbull, por su parte, ha admitido que se trata de un mal resultado para el Partido Conservador y el Gobierno, que se mantienen con una escasa mayoría de un escaño en el Congreso. "Analizaremos seria, profunda y humildemente la respuesta que han dado los votantes", ha dicho a la prensa desde Sídney.
