SEÚL, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Tropas de Corea del Sur y Estados Unidos han iniciado hoy un ejercicio militar conjunto organizado para calcular una respuesta a una posible amenaza militar norcoreana, después de la condena emitida la semana pasada por el régimen de Pyongyang, que considera estos ensayos como "un masivo juego de guerra" que supone un preparativo de cara a un posible ataque contra el país comunista.
Este ejercicio, que se prolongará durante seis días y recibe el nombre de "Resolución Clave", implica a gran parte de las 650.000 tropas surcoreanas en activo, así como a los 12.000 soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur, según informaron fuentes militares surcoreanas a la agencia de noticias Yonhap.
Este ejercicio --anteriormente llamado Recepción, Organización, Avance e Integración de Fuerzas (RSOI, por sus siglas en inglés)-- pretende coordinar las capacidades de combate de ambas tropas.
Presente en el ejercicio se encuentra el portaaviones nuclear estadounidense USS Nimitz, el más grande del mundo, en la primera vez que semejante instrumento de combate ha participado en un ejercicio de estar características. Al navío le acompañan el submarino USS Ohio, dos destructores equipados con sistema Aegis, así como los destructores USS John S. McCain y el USS Chaffee.
A pesar de que se ha intentado evitar una provocación innecesaria, advirtiendo al régimen norcoreano de la agenda concreta de los ejercicios, Pyongyang mostró la semana pasada su rotunda negativa a la celebración de los ejercicios, que consideran tanto una provocación militar como un obstáculo para las negociaciones multilaterales sobre el proceso de desnuclearización del régimen comunista, según uno de los órganos portavoces del Gobierno, la agencia oficial norcoreana, KCNA.
El objetivo de estas pruebas es, para Corea del Norte, "instigar una guerra contra el norte mientras se pierde el tiempo bajo el pretexto de las negociaciones multilaterales", en las que participan las dos Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia. "Emplear un arma contra un compañero en el diálogo, mientras se habla de mejorar las relaciones diplomáticas, es algo contrario al sentido común", añadía el texto.
"Si los belicosos norteamericanos optan por jugar a la guerra con la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), serán los responsables de las consecuencias subsiguientes", concluyó el artículo.
