Los proyectiles parecen ser un nuevo modelo de cohetes tácticos guiados con un alcance de casi 250 kilómetros, según Seúl
MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Corea del Norte ha confirmado este domingo que la cadena de disparos de proyectiles de corto alcance efectuada este sábado contra las aguas del mar del Este ha sido un "simulacro de ataque" desde sus posiciones de un posible "frente de combate" en el caso de una guerra con su vecino del Sur y Japón, según un comunicado de la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA.
Los ejercicios fueron supervisados por el líder del país, Kim Jong Un, testigo de unas maniobras efectuadas "por las unidades defensivas del país posicionadas en la zona de vanguardia" para "inspeccionar la capacidad operativa de múltiples lanzacohetes de gran calibre y armas tácticas del frente oriental".
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Durante su asistencia al ensayo, Kim instó a las tropas a que entiendan que la paz y la seguridad del país solo quedarán garantizadas si hay una fuerza poderosa que las respalde", según el comunicado de KCNA recogido a su vez por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha proporcionado, también este domingo, más información sobre los proyectiles disparados: se trataría de cohetes tácticos guiados, de un calibre entre 240 y 300mm, con un alcance de entre 70 y 240 kilómetros.
Estos lanzamientos se han producido 17 meses después de que Corea del Norte lanzase el misil intercontinental Hwasong-15 en noviembre de 2017. Si bien el líder norcoreano ha prometido no probar más armas nucleares; el país ha realizado pruebas de otro tipo de armas desde entonces.
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El incidente ha tenido lugar en medio del estancamiento en las negociaciones de desnuclearización. La cumbre de febrero celebrada en Hanói, la capital de Vietnam, entre Kim y el mandatario estadounidense, Donald Trump, fracasó sin llegar a un acuerdo, supuestamente por las tremendas exigencias impuestas por la parte norteamericana, que exigió a los norcoreanos una desnuclearización total.
"Parece claro que Corea del Norte está frustrada por lo que parece ser una falta de flexibilidad en la posición del Gobierno de Trump sobre la mitigación de las sanciones, apegándose a una política de 'máxima presión'", ha señalado el investigador Harry Kazianis en declaraciones a la agencia Reuters.
Pyongyang quiere el alivio de las sanciones a cambio de una desnuclearización "parcial", pero Washington ha rechazado la demanda.
Las sanciones están teniendo un gravísimo efecto en el país, que ha reducido las raciones alimentarias que reparte a sus ciudadanos a 300 gramos al día, el nivel más bajo para esta época del año, y se espera que haya más recortes después de que se haya registrado la peor cosecha en una década, ha advertido este viernes el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
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La ONU llevó a cabo una evaluación alimentaria a petición de Corea del Norte entre el 29 de marzo y el 12 de abril, durante la que se le garantizó un amplio acceso, incluidas las granjas cooperativa, hogares rurales y urbanos, guarderías y centros de distribución de alimentos.
"Esta nueva evaluación de seguridad alimentaria en Corea del Norte ha detectado que tras las peores cosechas en 10 años, debido a sequías, olas de calor e inundaciones, 10,1 millones de personas se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, lo que significa que no tendrán suficiente comida hasta la próxima cosecha", ha explicado el portavoz del PMA, Herve Verhoosel.
