Crónica Africa.- Sudán, RDC y Uganda no podrán construir la paz sin la participación de las mujeres, según ICG

Actualizado: miércoles, 28 junio 2006 22:08

Un informe insta a los tres países africanos a poner fin a la impunidad en la violancia contra mujeres y fomentar su participación en instituciones públicas MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

La construcción de la paz no podrá tener éxito en países africanos que han firmado acuerdos y tratan de comenzar la reconstrucción post bélica, como República Democrática del Congo (RDC), Sudán y Uganda, donde la mitad de la población está excluida del proceso, especialmente las mujeres que permanecen marginadas de los procesos formales e infrarrepresentadas en las instituciones, según estima un informe publicado hoy por la organización International Crisis Group (ICG).

Según este documento las mujeres "marcan la diferencia, en parte porque adoptan posturas más inclusivas en cuanto a temas de seguridad y se percatan de asuntos sociales y económicos que de otra forma serían ignorados". Por ello, según ICG, Gobiernos y comunidad internacional deben hacer mucho más para apoyar al colectivo de mujeres en estos tres países, especialmente a las activistas de la paz.

La discriminación y violencia contra las mujeres en cada conflicto armado, y la impunidad con la que se sigue cometiendo, permanece como obstáculo central para que se extienda la participación de las mujeres en la construcción de la paz.

ICG reconoce que se han hecho avances en el entendimiento de asuntos de género, desarrollo, Derechos Humanos, paz, seguridad y justicia, como demuestra la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2000 en la que se reafirmó el papel de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos e instó a la comunidad internacional a incrementar el papel de estas.

El estereotipo de "mujeres sólo como víctimas" no debe continuar siendo reforzado, explica el documento, que resalta la existencia de algunas (no demasiadas) organizaciones de mujeres que están realizando un trabajo "admirable" en cada uno de los tres países, en circunstancias muy difíciles. En este sentido, ICG subraya que las mujeres que participan en movimientos pacíficos, apoyadas apropiadamente, pueden influir en muchos sectores de la sociedad y ser una fuerza poderosa para reducir la violencia y construir instituciones públicas democráticas y participativas.

EXCLUIDAS DE LOS PROCESOS DE PAZ

En Sudán, el papel de las mujeres varía con la región. Pese a que las mujeres contribuyen notablemente a la construcción de la paz a través de la sociedad civil, tanto en el norte como en el sur se han visto excluidas de las negociaciones de paz.

Dos de los asuntos por los que presionan las mujeres en este país es el retorno de los refugiados así como la reubicación de los desplazados internos y, por otra un aumento de la capacidad de las mujeres para entrar a formar parte de los procesos de democratización que se establecieron el pasado año en base a los acuerdos de paz.

Ninguno de estos documentos, el que puso punto y final al conflicto en 2005 y el firmado en mayo pasado entre Gobierno y rebeldes de Darfur, provee de garantías para la participación de las mujeres en el proceso de paz. Las mujeres apenas están representadas a nivel local ni nacional, y menos aún en las estructuras de Gobierno.

En este sentido, ICG recomienda al Gobierno de Unidad Nacional de Sudán y al Gobierno del sur de Sudán (Darfur) que cumplan con los compromisos de participación de las mujeres en todas las estructruras gubernamentales y que asegure que al menos un 25 por cinto de los participantes en la implantación de las fases del Acuerdo de Paz de Darfur son mujeres.

Asimismo insiste en que se extienda la propiedad de tierras a mujeres y que se desarrollen estructuras para entrenar a mujeres para el acceso a puestos políticos de cara a la celebración de elecciones en el país. Además, el informe considera vital que se eduque a Policía y médicos para que los casos de violación sean tratados correctamente.

En la RDC, pese a que las mujeres han votado y aceptado muchos compromisos relativos a la seguridad y han jugado un papel importante en la promoción de la gobernabilidad, en la práctica, se encuentran infrarrepresentadas y la violencia contra ellas, generalmente de tipo sexual, se comete con total impunidad.

Sin una mayor presentación política y mayores esfuerzos para acabar con los flujos de armamento y las milicias que hacen que el este del país sea muy inestable, las mujeres continuarán "sufriendo desproporcionadamente" por el impacto del conflicto, afirma ICG.

La República Democrática del Congo debe, según ICG, establecer comisiones para aplicar las medidas relativas a las mujeres recogidas en la Constitución, especialmente el artículo 15 que aboga por la eliminación de la violencia sexual y la promoción de la igualdad de oportunidades. Asimismo pide que se refuerce el sistema judicial a través de la promoción de reformas que acaben con la impunidad para los culpables de violencia sexual y que se proporcione ayuda legal a las víctimas, además de la instauración de unidades policiales especiales y fiscalías que investiguen los crímenes sexuales.

UGANDA, EL MAS AVANZADO PERO LEJOS DEL IDEAL

Aunque la situación está lejana a ser "ideal", explica el documento de ICG, Uganda es, de los tres, el país que más avances ha realizado en relación a los movimiento de mujeres. En su modelo de gestión, la nación africana ha proporcionado cierta autonomía a los grupos de mujeres pacifistas, así como alguna financiación, lo que hace de sus organizaciones "más independientes y sostenibles". Las mujeres han participado en el entrenamiento para resolución de conflictos, y han proporcionado ayuda psicológica a las familias para superar sus traumas. También han mediado en disputas entre comunidades, algo que ha llevado a la reducción de incidentes.

En cuanto a las recomendaciones del informe para Uganda, la organización aboga por el inmediato refuerzo de leyes relacionadas con las relaciones domésticas, las ofensas sexuales, la violencia contra las mujeres y la protección de los derechos de mujeres y niñas en el seno de la familia.

Los tres países deben además "promover los Derechos de las mujeres", establece el documento, haciendo accesible la educación a mujeres y niñas que viven en ambientes inestables. ICG insiste en que el fin de la impunidad en el tema de la violencia sexual es absolutamente necesario para la construcción de la paz. ya que muchas veces esta proviene de los propios maridos, miembros de la familia o personal militar o policial.

En este sentido, es fundamental que se establezcan leyes que combatan este problema de las violaciones y castiguen a los que lo cometan, facilitando además acceso a una defensa judicial a los víctimas e instando al Tribunal Penal Internacional a que en el marco de sus investigaciones sobre crímenes contra la humanidad en Sudán, RDC y Uganda, ponga especial atención a los cometidos contra mujeres.

Es importante también que los cuerpos policiales y militares recluten mujeres, así como que el Gobierno facilite acceso sanitario a mujeres en zona de conflicto y ofrezca tratamiento gratuito en caso de violencia sexual, concluye ICG.