Crónica Angola/RDCongo.- Denuncian violaciones de los DDHH contra los congoleños expulsados de Angola

Actualizado: domingo, 9 diciembre 2007 20:28

Las mujeres son sometidas a violaciones múltiples y muchos de los expulsados mueren en el trayecto de vuelta por hambre o por golpes

KINSHASA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han denunciado la impunidad propiciada por los gobiernos de la República Democrática del Congo (RDC) y de Angola a pesar de los informes sobre violaciones y otros abusos contra los Derechos Humanos de los inmigrantes congoleños en Angola.

"La situación parece empeorar, pero las autoridades angoleñas y congoleñas, con las que nos hemos comunicado en repetidas ocasiones, no muestran voluntad política para acabar con la situación", afirmó el director de la ONG Voz de los Sin Voz, Floribert Chebeya.

También se mostraba especialmente crítico con el Gobierno congoleño el presidente de la Asociación de Defensa de los Derechos Humanos, Amigo Gonde, y en particular con el hecho de que "la violación en Congo se emplea como un arma psicológica para derrotar al enemigo y humillarle". Actos similares se cometen en Angola, donde se desea "reforzar la idea de que los congoleños son gente inferior, y que deben seguir siendo inferiores".

"El Gobierno de la RDC tiene la obligación de proteger a sus ciudadanos, tanto en su propio territorio como en el exterior", consideró Gonde, que lamentó que en lugar de eso, "los líderes congoleños muestran debilidad a la hora de relacionarse con otros países, en especial con Angola, con la que se comporta como un pobrecito".

Esta situación adquirió relevancia mediática internacional cuando la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), denunció esta semana a través de un comunicado lo que describió como "el constante y sistemático empleo de abusos sexuales y de actos de violencia perpetrados por el Ejército angoleño mientras expulsaba a los inmigrantes congoleños que trabajaban en las minas de diamantes en Lunda Norte".

El comunicado de la directora de operaciones de MSF, Meinie Nicolai, lamentaba que "las mujeres son sistemáticamente violadas en grupo por los soldados, a veces enfrente de sus hijos", en lo que consideró una "práctica aberrante que se prolonga durante días, mientras son trasladadas a la frontera".

El motivo de estos actos degradantes es "conseguir que los congoleños abandonen Angola", explicó en la misma nota el director de la sección belga de la organización, Josep Prior, a la agencia de información de Naciones Unidas, IRIN.

La nota de MSF iba acompañado de los testimonios de un centenar de mujeres que denunciaron haber sido maltratadas sexualmente durante el viaje de regreso a su país. "Son violadas por grupos de soldados, una detrás de otra y a veces delante de otros expulsados", dijo la coordinadora de campo de la misma sección, Fabienne de Laval.

La coordinadora añadió que MSF está estableciendo centros médicos, como el que existe en Kamako, donde se presta ayuda a aquellas mujeres a las que los soldados han contagiado con enfermedades de transmisión sexual, entre las que se incluye el sida, así como otras complicaciones.

Hay que tener en cuenta que las mujeres violadas se exponen ser marginadas por sus maridos a su regreso a RDC o a abandonar a sus esposos angoleños cuando los soldados las forzaron a abandonar el país.

Si bien MSF "no denuncia las expulsiones en sí mismas", sí que condena "las prácticas sistemáticas" por las que "se mete a la gente en celdas durante una semana entera, donde violan a las mujeres todos los días, donde se deja a los prisioneros sin comida ni agua, donde se les transporta en camiones mientras se las golpea sin cesar", añadió Prior.

REGRESO MORTAL

Tal es el castigo que sufren los expulsados, bien por los golpes o por la falta de alimento, que muchos mueren de regreso a la RDC. Sus cadáveres son arrojados a la carretera sin contemplaciones, denunció el informe de MSF.

En lo que a cifras se refiere, Naciones Unidas estima que 44.000 congoleños han sido expulsados desde principios de año, y que 400.000 siguen trabajando en las minas de Angola.

Todas estas acusaciones fueron planteadas al embajador de Angola en la RDC, Mawete Joao Baptista, quien se negó a hacer comentarios.

Desde entonces, activistas de Derechos Humanos han protagonizado marchas multitudinarias contra las autoridades congoleñas y angoleñas. Estas últimas comenzaron a expulsar a los inmigrantes ilegales de su país, centrándose sobre todo en aquellos que trabajaban en las minas cercanas a la frontera de la RDC.