Crónica Australia.- Howard convoca unas elecciones que podrían convertirse en un plebiscito sobre Irak

Actualizado: domingo, 14 octubre 2007 14:20

Se prevé una campaña muy dura a pesar de que los laboristas de Kevin Rudd gozan de una amplia ventaja en las encuestas

CANBERRA, 14 Oct. (EP/AP) -

El primer ministro australiano, John Howard, anunció hoy que las elecciones legislativas se celebrarán finalmente el próximo 24 de noviembre. Estos comicios podrían convertirse en un plebiscito sobre la retirada o no de las tropas australianas desplegadas en Irak, ya que el conservador Partido Liberal de Australia se ha revelado como uno de los más estrechos aliados de Washington en sus iniciativas mientras que la oposición, liderada por el Partido Laborista Australiano, apuesta por la retirada del contingente.

Howard, el segundo gobernante con más años al frente del país, once, podría ser derrotado por Kevin Rudd, el líder de los laboristas, un diplomático chino parlante que lleva meses al frente de los sondeos.

Con el anuncio oficial de la fecha, un secreto a voces hasta ahora, Howard da el pistoletazo de salida para una campaña electoral que lleva meses latente. Sin embargo, los conservadores no han logrado recortar la distancia que les separa de Rudd en los sondeos. Los analistas auguran una dura y larga campaña electoral de seis semanas.

Los conservadores de Howard buscan situar el debate en el ámbito económico y recordar los más de quince años de crecimiento económico sostenido, así como destacar la inexperiencia de Rudd y su vinculación estrecha con los sindicatos.

"Creo con gran pasión que los mejores años para este país pueden estar ante nosotros", afirmó Howard en rueda de prensa. "Para que eso ocurra, este país no necesita un nuevo liderato. No necesita viejos lideratos. Necesita el liderazgo adecuado", argumentó. "Amadme u odiadme. La gente de Australia sabe mi postura sobre todas las cuestiones fundamentales para su futuro", dijo.

Rudd, por su parte, respondió con la promesa de mantener firme la mano en el timón de la economía y acusó al Gobierno de Howard de carecer de ideas y de ser incapaz de afrontar grandes retos nuevos como el calentamiento global o la banda ancha de Internet.

"Nuestro país tiene un futuro demasiado prometedor como para permitir que siga un Gobierno que lleva once años en el poder, un Gobierno que ha perdido el contacto, trasnochado", afirmó.

El crecimiento económico, fomentado por la demanda de China e India del carbón y otras materias primas australianas, no da síntomas de agotamiento, por lo que el debate podría centrarse más en cuestiones como los lugares de trabajo, la educación o el cambio climático.

RETIRADA DE IRAK

El despliegue de tropas australianas en Irak es uno de los ámbitos en los que los dos partidos tienen una diferenciación más evidente y una retirada supondría un cambio en la política exterior que afectaría directamente a una de las relaciones privilegiadas de Australia, la que mantiene con Estados Unidos.

Howard, estrecho aliado del presidente estadounidense George W. Bush, logró la aprobación del envío de 2.000 efectivos para apoyar la misión de las tropas estadounidenses y británicas tras la invasión de Irak, en 2003, y asegura que los 1.600 militares que aún permanecen en el país seguirán allí mientras sean necesarios.

Rudd, sin embargo, ha prometido retirar a los 550 efectivos de combate desplegados en Irak en coordinación con Washington, pero mantendría el resto del contingente, dedicado a tareas menores.

Además, el líder laborista intenta dar la vuelta a las acusaciones de inexperiencia utilizando la cuestión de Irak. "El señor Howard tiene mucha experiencia en llevar a Australia a la guerra sin una estrategia de salida", argumentó.

En su comparecencia de hoy, Howard admitió que la presencia de tropas en Irak es impopular, pero aseguró que su retirada en este momento envalentonaría a los terroristas de todo el mundo. "Pero yo no creo que una retirada prematura de Irak que podría ser percibida como una derrota de Occidente sea coherente con el interés de Australia", dijo.

DISCREPANCIAS

El laborismo australiano también se ha comprometido a firmar el Protocolo de Kioto para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de conseguir el gobierno. Howard, sin embargo, se mantiene junto al presidente estadounidense en el rechazo a Kioto en favor de objetivos de reducción no vinculantes.

Hasta las propias personalidades de los dos líderes podrían ser clave, ya que tanto Howard como Rudd son personas instruidas de clase media y un largo historial en puestos de la administración y aspiran a crearse una imagen de firmeza entre los votantes.

Rudd, de 50 años, intenta convertirse en un líder de nueva generación, con su propio blog en MySpace y que comprende el reto que supone el cambio climático.

Howard, de 68, comenzó como abogado de barrio y lleva ya treinta años en el Parlamento y tiene una larga experiencia al frente de su coalición de Gobierno, lo que le podría facilitar la forja de mayorías, al igual que hizo tras las dos últimas elecciones. "Un cambio de Gobierno implica arriesgar la prosperidad" es el principal argumento de los liberales.

En cualquier caso, gane quien gane, estas serán las últimas elecciones de Howard, ya que las presiones internas en su propio partido le han obligado a comprometerse a su retirada durante la próxima legislatura, momento que espera su sucesor, el ministro de Hacienda, Peter Costello.

El propio Howard podría tener problemas para revalidar su victoria en su propio distrito electoral donde sólo goza de un margen del 4,4 por ciento sobre la oposición, según las encuestas, por lo que se arriesga no sólo a perder las elecciones, sino también su propio escaño en el Parlamento.