Crónica Bélgica.- La extrema derecha modera su ascenso y los liberales del primer ministro caen en las municipales

Actualizado: lunes, 9 octubre 2006 0:50

((Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema por actualización))

El Vlaams Belang pierde su puesto como primera fuerza política en Amberes, su bastión tradicional

BRUSELAS, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

La extrema derecha del Vlaams Belang (VB) registró un ascenso de votos más moderado de lo previsto en las elecciones municipales y provinciales que se celebraron hoy en Bélgica y en las que el Partido Liberal del primer ministro, Guy Verhofstadt, cosechó una notable disminución de apoyos, con los previsibles efectos en las elecciones federales del año que viene, según algunos analistas.

Finalmente no se cumplió el temor a que la extrema derecha alcanzara el 40% de los votos en Flandes y, aunque el VB confirmó su ascenso, éste no fue tan sustantivo como se había temido en un principio.

El ejemplo más claro fue el de Amberes, bastión tradicional de la extrema derecha, donde el Vlaams Belang (VB) perdió su puesto de primera fuerza política en beneficio de los socialistas de Sp.a Spirit, que prácticamente duplicaron el número de votos respecto a las anteriores elecciones municipales del año 2.000.

Con el escrutinio prácticamente completado, el Sp.a Spirit registró el 35,7% (+16,2%) de los votos y 22 escaños, frente al 32,8% (-0,8%) de la extrema derecha, que queda con 20 escaños. Los democristianos ocupan el tercer lugar (11,4%, 6 escaños) y los liberales se desploman hasta la cuarta posición, siguiendo la tendencia registrada en el resto de la región de Flandes (10,1%, 5 escaños). La última posición corresponde a los Verdes, con un 4,9% y dos escaños.

Los resultados suponen un espaldarazo a la labor del líder de los socialistas, Patrick Janssens, que ha ejercido como alcalde durante los últimos años gracias al llamado 'cordon sanitario', el pacto entre todas las fuerzas políticas para impedir que gobierne el VB. El líder de esta formación, Philip de Winter, que aspiraba a ser alcalde de Amberes, aseguró que nada había cambiado en la ciudad porque el Vlaams Belang se mantenía estable y los socialistas subían sólo a costa de los liberales. Sin embargo, el resto de partidos políticos y los medios belgas interpretaron el estancamiento de la extrema derecha en su feudo como un cambio de tendencia tras haber tocado techo.

El Vlaams Belang también retrocedió en otras grandes ciudades flamencas, como Gante (donde ganaron con claridad los socialistas) o Malinas, pero se mantiene como primera fuerza política en la periferia de Amberes (en las comunas de Schoten, Stabroek y Bosrbeek, donde el número de inmigrantes es muy pequeño pero pese a ello es donde más mella hace el discurso xenófobo del Vlaams Belang).

En medio del descalabro de los liberales y de un ascenso no tan importante de la extrema derecha, el partido ganador de estas elecciones en Flandes fue el democristiano CD&V, de corte nacionalista y cuyo líder, Yves Leterme, figura en las quinielas de posibles sucesores del Verhosftad en las elecciones del año que viene.

Por lo que respecta a la región de Valonia, el aspecto más destacado de la jornada electoral fue el moderado descenso del Partido Socialista (PS), a causa de recientes episodios de corrupción. No obstante, esta formación obtuvo "una sanción muy limitada", según los analistas, puesto que en sus bastiones -Charleroi y Namur-disminuyó su número de votos pero seguirá siendo necesario para los pactos políticos.

CORDÓN SANITARIO

En este escenario, se plantea ahora la incógnita de si el VB logrará romper el "cordón sanitario", una alianza anti-extrema derecha que establecieron los partidos políticos tradicionales para evitar que esta formación pudiera entrar en los ayuntamientos en forma de alianza.

Según los analistas, no hay ningún riesgo de que esto ocurra en las grandes ciudades, donde el resto de partidos tiene claras directrices para no pactar con el VB. Sin embargo, la situación no es la misma en las zonas rurales, donde hay más formaciones independientes que podrían no sentirse obligados a respetar el "cordón sanitario" y pactar con la extrema derecha.

Éste es el caso de la localidad de Schoten, donde el VB fue la formación más votada y donde su actual alcalde señaló que no tendrá ningún problema en coaligarse con la extrema derecha.

Por el contrario, el líder socialdemócrata, Yves Leterme, descartó por completo esta posibilidad en declaraciones a la televisión RTL, donde aseguró que "nadie de nosotros va a pactar con el VB". "Ni hablar de alianzas. Ninguna ciudad tendrá una alianza entre los socialdemócratas y el VB", insistió.

Hugo Coveliers, líder de la formación aliada en Amberes del VB, VLOTT, también se refirió a este pacto anti extrema-derecha al señalar que será "difícil" que los partidos de esta ideología lleguen a una mayoría absoluta, "porque todo el mundo está en contra, incluidos los medios de comunicación", declaró a RTL.

REVÉS PARA VERHOSFTADT

Por otra parte, los resultados generales de la región de Flandes señalaron como "el gran perdedor", según los analistas, al partido del primer ministro, Guy Verheufstad, el Partido Liberal de Flandes (VLD), que perdió votos a favor de los socialdemócratas y nacionalistas y de los independentistas y de extrema derecha.

Así lo reflejaron las ediciones digitales de la prensa flamenca. "De Morgen", de izquierda, tituló "Clara pérdida para los liberales en beneficio para el VB" y el centrista De Standaar se refirió a las "Bofetadas para los liberales, beneficio para el VB".

Con las elecciones federales previstas para 2007, esta circunstancia suscita las previsiones acerca si el descalabro liberal tendrá influencia no sólo sobre la reelección de Verhofstadt, sino también sobre su supervivencia en el Gobierno federal actual, con un difícil equilibrio entre liberales y socialistas flamencos y francófonos.

Según los comentaristas políticos, con la pérdida de apoyos para los liberales, el primer ministro "tendrá difícil evitar distensiones internas" en el propio partido. Asimismo, constaron un "riesgo de debilitar al primer ministro tanto en el seno de su partido pero también a nivel del Gobierno federal".

VOTANTES NO BELGAS

A los comicios celebrados hoy estaban convocados 7,7 millones de electores y, por primera vez, han podido votar ciudadanos no europeos que residieran legalmente en Bélgica desde al menos cinco años. No obstante, sólo el 15% de los 108.000 que podían ejercer su derecho al voto se han inscrito en el censo electoral, es decir unos 17.000.

A diferencia de los europeos, que ya pudieron votar en las municipales de hace cuatro años, a los extracomunitarios no se les permite formar parte de las listas electorales.

Los extranjeros, europeos o no, que figuran en el censo electoral, no son más que unos 128.000, lo que supone el 1,6% del electorado y, por tanto, tienen una escasa capacidad para influir en el panorama político.