El pueblo boliviano decide sobre la profundización de los recursos naturales y la prohibición de los latifundios
LA PAZ, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Mañana, domingo 25 de enero, 3.891.397 bolivianos acudirán a las urnas para decidir sobre el futuro de la Constitución Política del Estado (CPE), que consta de 234 artículos que fueron redactos por una Asamblea Constituyente contituída por 255 legisladores que fueron elegidos mediante una consulta popular, organizada por la Corte Nacional Electoral (CNE).
La CPE forma parte del proyecto político que el presidente de Bolivia, Evo Morales, que comenzó en el año 2006 cuando asumió el poder, prometiendo cambios e innovaciones sociales, económicas y políticas que acaben con el "neoliberalismo" de los anteriores Gobiernos.
Esta Asamblea Constituyente comenzó a trabajar el 6 de agosto de 2008 hasta finales de septiembre. Pese a todas las divergencias que tuvieron que enfrentar los legisladores que estaban a favor de esta propuesta de Morales, pudo terminarse aunque tuvo que ser sometida a varias consideraciones por parte del Congreso.
"El pueblo de Bolivia dirá mañana si respalda, si aprueba o no lo que hasta ahora hemos venido haciendo, estoy seguro que sí lo hará porque estamos para servir al pueblo y no para servirnos del pueblo", manifestó el presidente Morales en el encuentro con los periodistas internacionales.
"Vamos a someter la nueva Constitución al pueblo, para que el pueblo decida el destino del país, es un derecho de cualquier ciudadano boliviano votar por el 'No' o votar por el 'Sí', es una cuestión de consciencia", declaró Morales en comentarios recogidos por ABI.
Morales declaró que si en algún departamento ganaría el 'No' se respetará, pero el referendo y la Constitución vinculante en el ámbito nacional, obligará a hacer respetar las normas.
"En caso que el 'Sí' pierda a nivel nacional, ello significa que yo estaré hasta el 22 de enero de 2011 cuando habrá un nuevo Gobierno, un nuevo Parlamento", expresó.
DOS CONSULTAS EN UNA
Los bolivianos tendrán que responder el 25 de enero a dos preguntas. La segunda está directamente relacionada con la aprobación de la nueva Constitución, donde las opciones son 'Si' o 'No'. Este ha sido quizás el eje prinicipal de la campaña que ha emprendido Morales.
La nueva carta magna, que da más poder a la mayoría indígena, profundiza la nacionalización de los recursos naturales y prohíbe los latifundios, permitiría también a Morales convocar a elecciones anticipadas este año para buscar un segundo mandato de Gobierno.
En cambio, la primera pregunta pide a los bolivianos que den su opinión sobre la extensión de tierra máxima que podrán tener los ciudadanos de ese país, para evitar el latifundio que tanto ha criticado el mandatario boliviano.
Esta propuesta ha sido criticada por los opositores a Morales, al punto que en el papeleta se establecen tanto la postura de la oposición como la del Gobierno, dejando a criterio del votante la opción a elegir.
El Gobierno aboga porque el máximo acumulado de tierras sea de 5.000 hectáreas, mientras que la oposición considera que debe ser 10.000. Para estas opciones existe una casilla que deberán de rellenar los ciudadanos, dependiendo de la alternativa que elijan.
El proyecto de "refundación" es resistido por la oposición, parapetada en la fértil llanura oriental del país, que ha liderado en los últimos tres años violentas protestas contra el cambio constitucional y en demanda de mayor autonomía para las regiones que gobierna, que a veces terminaron en baños de sangre.
El oficialismo, respaldado por los combativos mineros y los empobrecidos campesinos que sobreviven de la micro agricultura en las tierras altas del occidente, apuesta a que el nuevo texto, de la que debería surgir un reformado Poder Legislativo, neutralize el control de la oposición sobre el Senado.
"Este cambio no es iniciativa del Gobierno ni del Presidente, sino un pedido del pueblo boliviano, que soñó con cambiar esta Bolivia que tiene tantos recursos naturales, esta madre tierra tan rica y con un pueblo tan pobre", dijo Morales el martes en un acto de campaña en La Paz.
Aunque no se han divulgado sondeos preelectorales, aparte de los pagados por el Gobierno, analistas estiman que la nueva Constitución será aprobada en el referendo. Pero expertos advirtieron que las fuertes diferencias políticas y sociales en un país históricamente inestable pueden profundizarse con la nueva Constitución.
TENSIÓN PREELECTORAL
Militantes de la aprobación del proyecto de nuevo texto constitucional y detractores del mismo tomaron esta semana las calles de las principales capitales del país para participar en masivas concentraciones de cierre de campaña.
Los promotores del 'No' realizaron su principal acto de cierre de campaña en Santa Cruz, donde una masiva concentración a los pies del Cristo Redentor se reunió para escuchar a los prefectos de las regiones de la denominada media luna. En el otro frente, el principal acto de cierre de campaña se realizó en Cochabamba y estuvo encabezado por el presidente Morales.
Al margen de ello, los impulsores del 'Sí' también se movilizaron en La Paz, Tarija y Oruro, mientras que el otro bloque protagonizó actos de cierre en estas mismas capitales, además de Chuquisaca, Beni y Pando.
En el acto de Santa Cruz, el prefecto del Beni, Ernesto Suárez, llamó a votar por el No, tras señalar que al Gobierno no le interesan las autonomías y que sólo las utiliza como bandera política. "Da asco ver al Presidente agarrar la bandera de las autonomías". Su colega de Tarija, Mario Cossío, advirtió que el voto por el Sí favorecerá al proyecto "prorroguista" y "totalitario" de Evo Morales, por lo que invocó a la población a respaldar el No.
"El Presidente quiere quedarse para siempre en el gobierno como es en Cuba, pero nosotros queremos democracia", coincidió la prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, mientras el presidente cívico, Branko Marinkovic, advertía que si Evo "se queda toda la vida, durante toda la vida no tendremos recursos".
En La Paz, una numerosa concentración en la plaza Abaroa cerró la campaña por el 'No', tal como ocurrió en Sucre y Tarija. En Trinidad y Cobija se realizaron caravanas y marchas. El líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, encabezó los actos en Cobija, donde llamó a los pandinos a rechazar con su voto el proyecto constitucional.
En el otro frente, el principal acto de cierre de campaña se realizó en Cochabamba, donde ante miles de adherentes reunidos en inmediaciones del Viaducto, el Jefe de Estado anunció que, tras la aprobación del proyecto de nuevo texto constitucional, empezará a "aplicar por decreto la nueva Constitución Política".
Después, Morales exhortó a los asistentes a "derrotar la mentira y consolidar las políticas de Estado", que dijo que se hacen imposibles de implementar debido a las trabas que pone el Senado. Puso como ejemplo la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, paralizada en su tratamiento hace un año.
En ambos casos, los actos de cierre de campaña estuvieron amenizados por grupos de música y se prolongaron hasta el filo de la medianoche, cuando comenzó a regir el auto de buen gobierno que define algunas restricciones para garantizar el normal desarrollo del referéndum.
