Se cree que más de 200 personas podrían haber perdido la vida en el impacto del aparato contra un edificio y una gasolinera
SAO PAULO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Brasil se encuentra sumido en la conmoción tras sufrir el peor accidente aéreo de su historia, que ha dejado al menos 200 muertos, y cuyas causas empiezan a ser investigadas. Cuando todas las miradas apuntan al mal estado de la pista de aterrizaje, el presidente del país, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, ha ordenado a la Policía Federal que investigue la responsabilidad de los organismos públicos en la gestión de la pista, que había sufrido reformas recientes y en la que se había producido un incidente sin víctimas un día antes.
En el interior del aparato que salió de Porto Alegre (en el sur del país) viajaban un total de 186 personas, de las cuales seis eran miembros de la tripulación. Entre el resto de los pasajeros había 18 trabajadores de la aerolínea y un diputado federal. No habían pasado muchas horas tras el siniestro cuando las autoridades confirmaron los temores y aseguraron que no había esperanzas de encontrar a ningún superviviente entre las personas que viajaban a bordo del aparato.
Alrededor de las 17:15 horas de ayer (hora local, 22:15 hora peninsular española) el Airbus de la TAM no logró frenar tras posarse una primera vez en la pista de aterrizaje y, después de cruzar una de las avenidas más transitadas de la ciudad, la Washington Luiz, acabó estrellándose contra una gasolinera y un edificio de la propía compañía aérea, provocando un incendio de enormes dimensiones.
Además de los 186 pasajeros, cuyos cuerpos no han terminado todavía de ser rescatados, se ha confirmado la muerte de otras 14 personas que se encontraban en el edificio de la TAM o en sus alrededores en el momento del siniestro. No obstante, se cree que el balance final puede aumentar todavía.
El comandante de la Aeronáutica brasileña, Juniti Saito, telefonó hoy al presidente 'Lula' para informarle de que la caja negra del aparato, localizada durante la noche, fue enviada para ser analizada en Estados Unidos. El resultado de su investigación será estudiada por la comisión de profesionales del sector aeronáutico que investigará el accidente.
ESTADO DE LA PISTA
La pista en la que derrapó el avión siniestrado había sufrido recientes reformas durante los meses de mayo y junio y fue reabierta el pasado 29 de junio. Precisamente, el pasado lunes un avión de la Pantanal también derrapó al aterrizar, igualmente en un día lluvioso, aunque sin que se produjesen víctimas.
Según explicó un responsable cercano a la investigación al diario 'O Estadao', antes del aterrizaje, el comandante del vuelo fue informado por la torre de control de que la pista estaba mojada y resbaladiza. Pero, después del primer toque en el suelo, cuando parecía que el aterrizaje iba a efectuarse sin problemas, la torre mandó un aviso para el siguiente avión que esperaba para aterrizar. En el momento del choque, explicó el oficial, la aeronave circulaba a 180 km/h, velocidad típica de quien intenta recuperar vuelo después de constastar que es imposible aterrizar.
Además, la prensa se hizo hoy eco de las sospechas de que la entrega de la pista, la principal del aeropuerto, sin el 'grooving', unas ranuras en la superficie del pavimento que facilitan el drenaje de la pista, haya influido en el accidente.
En este marco, el presidente 'Lula' ordenó al ministro de Justicia, Tarso Genro, que ponga en marcha una investigación para esclarecer la responsabilidad de los órganos públicos. "Por determinación del presidente, el ministro Tarso Genro solicitó al director general de la Policía Federal (Paulo Lacerda) que instaure una investigación policial para determinar si la pista del aeropuerto de Congonhas fue entregada por las autoridades públicas para el uso de los aviones dentro de las normas técnicas y legales de seguridad", explicó el ministro en un comunicado.
CRITICAS DE LA OPOSICIÓN
Los líderes del principal partido de la oposición, el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), lamentaron la muerte del diputado federal Julio Redecker, de su formación, en el accidente y aprovecharon para lanzar sus críticas a la gestión del Gobierno.
En un comunicado, el senador Arthur Virgilio (PSDB-AM) culpó al Gobierno del accidente, que según él se produjo como resultado de la mezcla de "incompetencia en la gestión, corrupción y falta de sinceridad", y consideró que "Brasil está desesperado" con la situación del tráfico aéreo del país.
Mientras tanto, el Cuerpo de Bomberos, que descartó encontrar supervivientes en el aparato, continúa con los trabajos de rescate. Si finalmente fuera confirmado el fallecimiento de los 186 ocupantes del aparato, sumado a las 14 muertes en tierra anunciadas por el gobernador de Sao Paulo, José Serra, el total de víctimas mortales del mayor accidente aeronáutico de la historia de Brasil llegaría a los 200.
Desde anoche, los bomberos han retirado ya los cuerpos de 157 personas entre los escombros. Según explicó el coronel Manoel Araújo, los trabajos de retirada de los cuerpos han sido más difíciles debido al peligro de derrumbamiento en partes del edificio que permanecieron en pie tras el siniestro. La previsión es que los trabajos continúen hasta adentrada esta noche.
Para facilitar estas tareas, el coordinador de Defensa Civil de la ciudad de Sao Paulo, Jair Paca de Lima, informó hoy de que un total de 27 inmuebles cercanos tuvieron que ser desalojados de manera preventiva debido a la cantidad de humo que había y al riesgo de derrumbamiento en el edificio de la TAM.
Ayer, el presidente decretó luto oficial de tres días en el país en memoria de las víctimas del accidente. Además, el alcalde de la ciudad, Gilberto Kassab, también decretó luto oficial en el municipio.
El siniestro tiene lugar diez meses después de que un Boeing de la aerolínea Gol chocó con una avioneta de Legacy en el aire y cayera en la región de Mato Grosso. Las 154 personas que viajaban en el avión murieron.
