Crónica Cachemira.- Más de 30 hindúes muertos a manos de islamistas en la peor ola de violencia en Cachemira desde 2003

Actualizado: lunes, 1 mayo 2006 20:06

Los ataques se producen en vísperas del encuentro que mantendrá el primer ministro indio con los separatistas cachemires moderados

NUEVA DELHI, 1 May. (EUROPA PRESS) -

Más de 30 personas han muerto en la creciente ola de violencia que vive la parte india de Cachemira en las últimas horas, la peor que se recuerda desde 2003 en esta región que se disputan India y Pakistán hace más de 50 años. Además, los ataques perpetrados por presuntos milicianos islamistas contra la población hindú de esta región mayoritariamente musulmana, se producen dos días antes de la reunión prevista entre el primer ministro indio, Manmohan Singh, y la coalición de separatistas moderados cachemires Hurriyat.

Milicianos del grupo islamista paquistaní Lasjar-e-Taiba abatieron a 19 personas, entre ellas una niña de 9 años, tras hacerles salir de sus casas en la ciudad de Kulhund, en el distrito de Doda, antes del amanecer, según informa la agencia PTI. Por su parte, la agencia UNI habla de al menos 22 muertos, aunque cita a un portavoz militar que habla de 20 muertos, por lo que el balance total no está claro.

Según el director general de la Policía, Gopal Sharma, alrededor de diez milicianos de este grupo fuertemente armados y con ropa militar, entraron en Kulhund y ordenaron a los habitantes que salieran de sus casas en las localidades de Panjoli y Thava, ambas habitadas mayoritariamente por hindúes.

A continuación, los trasladaron a las casas de dos líderes comunales, cerraron las puertas y dispararon indiscriminadamente, matando a 19 personas --10 en Thava y 9 en Panjoli-- e hiriendo a otras nueve. Entre los fallecidos, según PTI, figuran los dos jefes comunales. Tras el tiroteo, los milicianos islamistas huyeron de la zona y las fuerzas de seguridad han lanzado una operación de búsqueda, hasta el momento sin éxito.

Por otra parte, milicianos islamistas también abatieron a trece hindúes que habían secuestrado ayer en una localidad en el vecino distrito de Udhampur. Los cuerpos de nueve de ellos fueron encontrados hoy, mientras que otros cuatro cadáveres habían sido recuperados ya ayer. Además, según PTI, se sospecha que todavía podría haber otros dos hindúes en manos de los milicianos.

El primer ministro indio condenó hoy los ataques en el distrito de Doda y recordó a los islamistas que "el pueblo de Cachemira ha rechazado a los terroristas reiteradamente". Con él coincidió el ministro principal de la Cachemira india, Ghulam Nabi Azad, quien consideró que los islamistas "intentarán descarrilar todo el proceso de paz pero tenemos la resolución de que éste continúe pase lo que pase".

REUNION EN NUEVA DELHI

Estos ataques se producen además dos días antes del encuentro que Singh tiene previsto mantener el miércoles en Nueva Delhi con una delegación de seis miembros de Hurriyat, en el marco del diálogo abierto por el Gobierno indio para resolver la cuestión de Cachemira.

La delegación estará encabezada por el presidente de Hurriyat, Mirwaiz Moulvi Umer Farooq, y será el segundo encuentro que esta coalición de separatistas moderados cachemires mantiene con el primer ministro indio tras la celebrada en septiembre pasado en Nueva Delhi. Se espera que los políticos cachemires presenten a Singh propuestas para resolver la cuestión de Cachemira de forma política.

Por su parte, el que fuera ministro principal de la Cachemira india, mufti Mohamed Sayeed, consideró hoy, según informa PTI, que del encuentro del miércoles debería salir una 'hoja de ruta' con los pasos a seguir en el futuro.

"La mesa redonda con el primer ministro, Manmohan Singh, no debería ser como mantener un encuentro, hablar y dispersarse, debería tener como objetivo lograr un resultado y elaborar una 'hoja de ruta' a seguir", aseveró Sayeed, que participó en la reunión de septiembre, advirtiendo de que, de no ser así, el pueblo podría sentirse decepcionado.

Por otra parte, el primer ministro paquistaní, Shaukat Aziz, consideró hoy que el proceso de diálogo que desde enero de 2005 mantienen India y Pakistán no lleva un ritmo muy bueno, por lo que defendió que ambos países avancen hacia la "resolución de disputas más que hacia la gestión de disputas".

"El proceso de diálogo con India está en marcha, sin embargo, su ritmo no es muy bueno y hay una necesidad de acelerar este proceso", aseveró Aziz en una conferencia en Islamabad, que recoge PTI. En este sentido, afirmó que Cachemira sigue siendo "una cuestión clave" que debería resolverse de acuerdo con las aspiraciones del pueblo cachemir y de forma aceptable para los dos países.

Asimismo, defendió que Pakistán está abierto a avanzar y para ello ha hecho propuestas de desmilitarización y autogobierno en Cachemira para que los cachemires puedan vivir en paz, y aseguró que Islambad no quería entrar en una carrera armamentista pero se vio obligado a ello después de que India realizara ensayos nucleares con éxito en 1998. Por último, aseguró que Pakistán está comprometido a luchar contra el terrorismo y dijo que ha hecho más que ningún otro país para reducir su amenaza.

CUATRO MUERTOS EN INCIDENTES INTERRELIGIOSOS EN GUJARAT

En otro orden de cosas, la violecia interreligiosa volvió hoy al estado indio de Gujarat (oeste) donde al menos cuatro personas murieron en enfrentamientos y por disparos de la Policía como consecuencia de una violenta protesta contra la decisión de las autoridades locales de Vadodara de demolir un edificio religioso musulmán de 200 años de antigüedad. Los incidentes obligaron a imponer el toque de queda en la ciudad.

Dos personas murieron por los disparos de los agentes, que también recurrieron al lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, mientras que otras dos personas murieron apuñaladas en los enfrentamientos entre musulmanes e hindúes que siguieron. Además, 22 personas resultaron heridas, la mayoría por disparos de la Policía, mientras que otras por los lanzamientos de piedras, como consecuencia de las violentas protestas contra la demolición del edificio por orden del Consejo Municipal.