Crónica Chad(2).- El presidente de Chad confía en que la justicia libere a los españoles y a los periodistas galos

Actualizado: jueves, 1 noviembre 2007 20:42

París intenta solucionar el contencioso sin dañar sus relaciones con Yamena

PARIS, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Chad, Idriss Déby, afirmó hoy que espera que la justicia chadiana ponga pronto en libertad a seis de los siete españoles que forman parte de la tripulación del avión de Gerjet --todos salvo el piloto-- y dos de los periodistas franceses, dado que el tercero es una informadora que había viajado como miembro de la asociación El Arca de Zoé, que pretendía llevar a Francia 103 niños pretextando una supuesta operación humanitaria. Todos están retenidos desde el pasado 25 de octubre en el país acusados de complicidad en el secuestro de niños.

"Por mi parte, espero que el sistema judicial de Chad pueda pronto despejar este tema y que los periodistas y los miembros de la tripulación puedan ser puestos en libertad", afirmó Déby en declaraciones realizadas en Abéché, en el este del país, donde se encuentran los detenidos. "No puedo forzar la justicia de Chad, existe un procedimiento", matizó.

En cuanto al piloto del avión de la compañía española Girjet, Agustín Rey, el presidente chadiano expresó sus dudas de que su liberación también pueda producirse próximamente, puesto que cree que hubo "complicidad" en su actuación, si bien, como en el caso anterior, insistió en que será la justicia quien decida.

Para Robert Ménard, presidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF), la declaración del presidente chadiano es "algo más que una buena noticia". "Es lo que esperábamos desde hace una semana, por un lado que Nicolas Sarkozy dijera alto y fuerte que quería la liberación de los periodistas y por otra, que hubiera una respuesta de Idriss Déby".

Ménard, que viaja a Yamena pasado mañana, dijo tener la sensación de "ver el final del túnel" aunque las cosas no se desbloqueen en horas. "Me parece que es una buena noticia. Hay todas las razones para ser optimistas", admitió. Déby admitió también que se debería establecer una "diferencia" entre los periodistas y los responsables de la ONG y garantizó, de paso, que el asunto no tendrá "ninguna incidencia sobre las relaciones entre Chad y Francia".

El presidente de Chad responde así de manera positiva a la solicitud que anoche le hizo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que le telefoneó para pedirle la liberación de los periodistas lo más pronto posible. El Elíseo había adelantado ya la actitud positiva mostrada por el mandatario africano.

Sarkozy intentó, con este gesto, reforzar el esfuerzo de la diplomacia francesa para llegar a un acuerdo con el país africano que permita, al mismo tiempo, mantener las buenas relaciones con Yamena y velar por los derechos de los europeos.

Para París es fundamental no contrariar al presidente Idriss Déby porque tiene que dar su visto bueno al inminente despliegue de la fuerza militar europea, Eufor, en el este del país, un proyecto 'estrella' de la política exterior de Sarkozy y su ministro Bernard Kouchner en Darfur.

Pero al mismo tiempo, el Gobierno tiene que lograr que los detenidos sean transferidos a Francia --existe un acuerdo entre los dos países que permitiría la transferencia del caso-- para evitar que un eventual culebrón judicial en Chad ofrezca a Déby el control de la situación y envenene las relaciones entre París y Yamena.

Además, comienzan a arreciar las críticas hacia el Gobieno de la opinión pública francesa y la oposición parlamentaria. El padre de uno de los periodistas detenidos se preguntaba justo antes de que Sarkozy descolgara el teléfono para pedir a su homólogo chadiano la liberación de los periodistas retenidos, cómo era posible que Francia, país defensor de la libertad de expresión, no hicera valer este derecho ante las autoridades chadianas.

Con anterioridad, Sarkozy se había comprometido a "sensibilizar" a Déby sobre la presunción de inocencia de los detenidos, lo que da a entender que Francia quiere que sean juzgados en territorio francés.

CAMBIO DE POSTURA

París modifica así su postura para intentar salir de una crisis que podría prolongarse demasiado tiempo. Días antes, el embajador francés en Yamena, Bruno Foucher, había declarado, por el contrario, que los miembros de 'El Arca de Zoé' deberían responder de sus actos en Chad.

No obstante, la presión sobre el Gobierno francés ha ido aumentando y la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Derechos Humanos, Rama Yade, recibió ayer en el Quai d'Orsay a las familias de los detenidos, seriamente alarmadas por las acusaciones y las palabras del propio Déby. "Los tratan como criminales. Ha habido demasiadas mentiras. Necesitamos respuestas", señalan los familiares.

Para hacer fuerza y lograr la liberación de los retenidos en Chad se han creado comités de apoyo y el Colectivo de familias de acogida de los huérfanos de Darfur ha organizado dos marchas el próximo sábado día 3 en París y Marsella. La prensa francesa se pregunta también, en tono crítico, dónde está Bernard Kouchner, el ministro de Exteriores que ha viajado a Asia en plena crisis con Chad y sólo ha roto su silencio en dos ocasiones. La primera para calificar los hechos de "triste aventura" y la segunda para puntualizar que la actividad humanitaria "tenía que respetar las reglas".

INVESTIGACION AMPLIADA

Por otro lado, la fiscalía de París ha ampliado la investigación sobre la ayuda directa o indirecta recibida por El Arca de Zoé para la entrada en el país de extranjeros, con la circunstancia agravante de haber "alejado a menores de su medio familiar o de su ámbito habitual", un delito que podría costar diez años de cárcel y 750.000 euros de multa.

En un principio, el expediente judicial abierto el 24 de octubre se centraba únicamente en el "ejercicio ilegal de la actividad intermediaria para la adopción".