Crónica Ciencia.- Alumnos de varios países se reúnen en un concurso científico a favor del medio ambiente

Actualizado: domingo, 3 junio 2007 18:52

El Global Challenge persigue resolver cuestiones medioambientales mediante soluciones tan originales como realistas

MONTPELIER (VERMONT, ESTADOS UNIDOS), 3 Jun. (EP/AP) -

Cincuenta y ocho equipos de estudiantes estadounidenses, junto con alumnos de China, India, Japón y otros países, presentaron soluciones tecnológicas para el recalentamiento global a lo largo de este curso, culminando en un concurso científico, el Global Challenge --Desafío Global-- que tiene lugar en Vermont. Los alumnos mantuvieron contacto mediante internet, se dividieron el trabajo de acuerdo con los talentos de cada uno, consultaron con asesores y, en las últimas semanas, redactaron un plan profesional de negocios.

"La meta más importante consiste en involucrar a los alumnos estadounidenses en una colaboración internacional, recurriendo a la ciencia y la tecnología", dijo David Gibson, director general de Global Challenge y profesor suplente de investigación informática en la Universidad de Vermont.

La idea del concurso se le ocurrió al consultor administrativo Craig DeLuca hace un par de años, cuando uno de sus clientes tenía planes de contratar en otros países algunas tareas de diseño y manufactura. En tanto, su comunidad en Stowe pensaba posponer la compra de varios libros de texto sobre ciencias.

"Yo tenía que hacer algo para que nuestros chicos tuvieran una oportunidad dentro de la economía global", dijo entonces.

Así, organizó el concurso en Vermont. A finales del año pasado, recibió un fondo de 900.000 dólares de la Fundación Nacional de Ciencias y logró expandirse a todo el mundo. Los ganadores serán anunciados en junio.

El concurso no sólo alienta la interacción entre estudiantes de distintos países para resolver problemas, sino que los acerca a oportunidades para estudiar ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, dijo Gibson.

"Necesitamos proyectos como éste en toda la nación, a fin de que podamos motivar a estos chicos, porque las escuelas no lo hacen", explicó.

Con un firme apoyo empresarial, Gibson podía vislumbrar que un millón de estudiantes de todo el mundo participaría en el concurso.

MÁS QUE UN PROYECTO PERSONAL

Chris Fitzhugh dedicó las vacaciones primaverales a la construcción de un artefacto con tuberías de cobre y policloruro de vinilo (PVC) para mostrar la forma en que las diferencias de temperatura en el océano pueden usarse para generar electricidad.

No se trata sólo de un proyecto personal.

El joven de 17 años, que cursa el penúltimo año de la educación secundaria en Peacham, y sus compañeros, dos en México, y uno en la St. Johnsbury Academy, participaron en el Global Challenge, un concurso que busca impulsar el aprendizaje de matemáticas y ciencias entre los estudiantes adolescentes. Fitzhugh y otro estudiante en Saint Johnsbury comenzaron a trabajar con dos jóvenes chinos, quienes desertaron en las primeras etapas del concurso.

"El trabajo es muy duro, y algunos equipos se desintegran", dijo Gibson. Luego, dos estudiantes de Puerto Vallarta, México, se unieron al equipo. Necesitaban mantenerse unidos para tener posibilidades de ganar el concurso, que otorga al menos 2.500 dólares en becas a cada integrante.

Todos los días, entre sus otras clases y los deberes, Fitzhugh avanzaba en el proyecto de conversión de energía térmica oceánica.

Al otro lado del mundo, Pan Yi, de Shanghai, completó las últimas páginas de un plan de negocios para hacer un manejo inteligente de la energía eléctrica, antes del 30 de abril, cuando vencía el plazo para terminar los proyectos.

El sistema transmitiría energía a un edificio sobre la base de la temperatura, la hora del día y el costo, utilizando inteligencia artificial para llegar primero a las secciones más importantes del inmueble.

El sistema "responde a variables internas y externas en el manejo de energía para el edificio, y permite que las empresas ahorren dinero y electricidad diariamente", señaló Fitzhugh.

Otro equipo trabajó en un automóvil que funcionaría con electricidad, hidrógeno, combustibles fósiles y alternativos.

"Nos percatamos de que al ser estudiantes de este nivel, era prácticamente imposible e inviable aportar un gran avance tecnológico, así que decidimos usar los principios de la economía y la geopolítica", escribió Kun She, de Shanghai, en un mensaje por computadora. "En una frase: Nuestro auto puede actualizarse", añadió. Y es que la originalidad fue un desafío constante.

Colin Santangelo, de 17 años y residente en West Roxbury, Massachusetts, propuso un sistema regenerativo de frenos para trenes subterráneos. "Esto reduciría su consumo total de electricidad, dado que suministraría energía de vuelta al sistema eléctrico cuando los trenes frenan".

Cuando Roxbury revisó internet, encontró que varios fabricantes de trenes ofrecían ya esta tecnología. Sin embargo, Global Challenge ha cambiado su modo de pensar. "He comenzado a analizar algunas cosas cotidianas que antes daba por sentadas... ¿Puedo hacer que sean más amigables con el medio ambiente?", dijo Roxbury mediante un correo electrónico.

Fitzhugh señaló que el proyecto le ha ayudado a definir sus metas. Quiere concentrarse en la energía sustentable, "ayudando a que el mundo rompa su dependencia del petróleo y el carbón". Pero lo más importante, para él, es percatarse de su existencia en un mundo globalizado.

"El saber que cuando uno lo desea puede tener contacto con cualquiera en el mundo al oprimir el botón del 'ratón' es absolutamente asombroso", dijo. "No estamos ya limitados por nuestro condado o estado, ni siquiera por las fronteras nacionales. Podemos trabajar con el mundo y el mundo con nosotros. ¿No es fantástico?", concluyó.