Crónica Desplazados.- ACNUR insta a intervenir activamente en el problema de los desplazados internos

Actualizado: sábado, 18 octubre 2008 17:14

La comunidad internacional debe contribuir con los estados afectados por este fenómeno, que no se ha reducido en la última década

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Esta semana se ha conmemorado el décimo aniversario de la presentación, ante Naciones Unidas, de los treinta principios que garantizan los estándares básicos que protegen el bienestar de los millones de desplazados internos en todo el mundo. La reunión ministerial celebrada en Oslo (Noruega) de dos días de duración que terminó ayer viernes, examinó la evolución y estado actual de estos principios y los desafíos a los que se enfrentan para garantizar la seguridad de más de 26 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

Son los llamados Principios Guía para los Desplazados Internos, destilados de las leyes humanitarias y de Derechos Humanos internacionales e identifican los derechos y garantías relevantes para la protección de los desplazados internos, a los que protegen de cualquier intento de traslado arbitrario, y a los que se conceden garantías para su retorno seguro, su reasentamiento y su reintegración. Y si bien no constituyen un instrumento vinculante, los Principios reflejan y se muestran acordes con la ley internacional.

Con motivo del décimo aniversario de la creación de estos principios, se ha celebrado en Oslo una reunión ministerial que ha unido a líderes de Naciones Unidas, encabezados por el alto comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, junto con representantes de gobiernos y sociedad civil, para reflexionar sobre la evolución de estos Principios, y su pertinencia a la hora de enfrentarse a los desafíos futuros.

"Se ha realizado muchos progresos durante estos últimos diez años", proclamó la secretaria general del Consejo de Refugiados Noruego, Elisabeth Rasmusson. "Todos los desplazados son receptores de los Derechos Humanos universales y es responsabilidad del Estado decidir dónde viven, para proteger y respetar estos derechos", añadió.

Rasmusson indicó además que la cuestión de los desplazados atañe a la comunidad internacional en su conjunto, y señalo que ésta debe responder teniendo en cuenta que la cuestión de los refugiados va más allá de los límites de la soberanía nacional del país a los que pertenecen.

"Damos una cálida bienvenida a los estados que, con una mente abierta, reconozcan que se enfrentan a un problema con estos desplazados, y que busquen apoyo y cooperación internacionales a la hora de redactar sus políticas de ayuda a los desplazados en sus respectivos países, en lugar de abordar esta cuestión como un problema de soberanía nacional en la que la comunidad internacional no debería inmiscuirse", dijo.

26 MILLONES DE DESPLAZADOS

En 2007 se ha sobrepasado por primera vez la cifra de 26 millones de desplazados. Es la sexta cifra más alta registrada desde principios de los años 90, y supone un incremento del 6 por ciento desde el año anterior, según los datos recogidos por el informe realizado por el Centro para la Supervisión del Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés).

La mitad del número total de desplazados procede de tres países: Colombia, Sudán e Irak. África, por su parte, es el continente que más cantidad de desplazados alberga: 12,7 millones. Anualmente, el "continente negro" genera la mitad de los nuevos desplazados (1,6 millones), y tiene en Somalia y a República Democrática de Congo a los estados más afectados por el desplazamiento interno a lo largo del año pasado.

La mayoría de estos desplazados huyen de conflictos internos, más que de enfrentamientos armados internacionales, "una tendencia que ha continuado" en 2007. Por lo general, el perfil del desplazado interno no suele presentar variaciones: se encuentran expuestos a ataques, arrestos arbitrarios y acceso limitado a los alimentos, al agua y a refugio seguro. En el caso de las mujeres y las niñas, existe el grave peligro de que sean objeto de violencia sexual --violaciones o explotación sexual--, mientras que los abusadores suelen salir impunes ante la justicia. Y en lo que a los niños se refiere, corren el particular peligro de ser reclutados por facciones armadas.

En respuesta ante estas necesidades, el IDMC instó a la comunidad internacional a apoyar a los estados que reciben a estos refugiados, prestando toda la ayuda necesaria para que dichos estados "cumplan con su responsabilidad".

"No obstante, queda mucho por hacer para adaptar la respuesta de la comunidad internacional a escala y naturaleza de los problemas de los refugiados", apuntó el informe, que lamentó que no se haya registrado "avance alguno para mejorar la situación de los desplazados", a pesar de que la sensibilización internacional sobre esta cuestión "sigue aumentando".

LOS ESTADOS, PARTE DEL PROBLEMA

En su comparecencia el jueves, Guterres subrayó la característica principal que define al desplazado interno: nunca abandona su país mientras huye del conflicto, por lo que en teoría, corresponde al Gobierno proteger a este individuo.

Sin embargo, "en ocasiones los estados carecen de los medios o de la voluntad para garantizar la seguridad de los desplazados, y en este caso, el estado es parte del problema". Se trata, de esta forma, de una cuestión que excede los términos de la soberanía nacional de un país.

El alto comisionado indicó además que, "ante el fracaso de la aplicación práctica del marco intelectual sobre el que se ha trazado la situación de los refugiados", los Principios Guía "han cobrado un gran valor ante la ausencia de instrumentos vinculantes" y han jugado "un papel fundamental" a la hora de definir la responsabilidad de la comunidad internacional ante el problema de los desplazados.

Por su parte, el relator del Secretario General de Naciones Unidas sobre los Desplazados Internos, Walter Kalin, examinó los avances y retrocesos experimentados durante los últimos diez años en este ámbito. "Se puede decir que el vaso está, a la vez, medio lleno y medio vacío", argumentó Kalin. "Medio lleno, porque estos Principios se han convertido en la normativa de referencia para todos aquellos que se han ocupado de abordar el desplazamiento interno de personas", explicó.

"Pero también medio vacío", porque durante la última década "el número total de personas desplazadas internamente no ha decrecido y sus derechos siguen siendo descartados en muchas partes del mundo, y los Principios Guía siguen siendo invocados por Gobiernos que carecen de la voluntad política necesaria para implantarlos".

En respuesta esta situación Kalin invocó una línea de acción en tres fases para abordar la cuestión de los desplazados: "un férreo marco normativo, una voluntad fuerte para poner en práctica este marco, y la capacidad para hacerlo", indicó.