Cronica Drogas.- España se sitúa a la cabeza de los países de Europa donde más se consume cannabis y cocaína

Actualizado: jueves, 23 noviembre 2006 20:47

Un estudio revela una caída del precio de la mayoría de las sustancias ilegales en el mercado europeo

BRUSELAS, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

España se mantiene en la cabeza de la clasificación de los países europeos donde más se consume cannabis y cocaína, las dos sustancias con las que más se trafica en el mundo y para las que el territorio español figura entre las principales vías de entrada al territorio comunitario. En el caso del éxtasis, si bien no figura entre las principales sustancias que consumen los españoles sí los sitúa entre los europeos consumidores que lo hacen periodos más prolongados a lo largo de su vida.

Estos datos aparecen en el Informe sobre Drogas 2006 que presentó este jueves en el Parlamento Europeo el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT), que sitúa al cannabis y la cocaína como las sustancias más consumidas en la UE, alerta de un posible incremento de las infecciones de VIH y subraya un descenso generalizado de los precios entre 1999 y 2005.

En el caso del cannabis, el documento afirma que "continúa siendo la droga ilegal de origen vegetal de mayor producción y tráfico a escala mundial" y consumida "con más frecuencia en Europa". La tendencia al alza que empezó en los años 90 se mantiene "en particular entre los jóvenes y los escolares", de manera que estima que alrededor de 65 millones de europeos la han probado al menos una vez.

Las cotas de mayor consumo se dan en Dinamarca (el 31% de la población dice haberlo probado), seguido de España (el 29%), Francia (26%) y Reino Unido (30%). España también ocupa un papel destacado por lo que respecta a los consumidores jóvenes, junto a la República Checa y Reino Unido, y también en relación a la tasa de prevalencia --de consumo continuado-- en escolares de 15 y 16 años, donde es de un 41%.

COCAÍNA

Después del cannabis, la droga más consumida en el mundo es la cocaína, con una tendencia que se mantiene al alza, tal y como ya se alertó el año pasado. El director del OEDT, Wolfgang Gotz, recordó que "el año pasado se dio la señal de alarma" que, dijo "no deja de sonar". En este sentido, el documento afirma que "desde hace años se está alertando sobre el posible aumento del consumo de cocaína en Europa". Lo hizo "considerablemente" en Reino Unido, aunque se "estabilizó" en España.

El informe señala que unos 10 millones de europeos, más de un 3% de la población adulta, dice haber consumido cocaína. España supera este porcentaje para llegar hasta el 5,9% de los españoles adultos y también registra uno de los mayores niveles de prevalencia, del 2,7%. Subraya también que "el consumo de cocaína es más elevado entre los varones jóvenes", particularmente en España, uno de los países donde las encuestas revelaron que la ha probado entre un 5 y un 14% de la población de entre 15 y 34 años.

Con respecto a esta sustancia, el informe constata que el principal origen sigue siendo Colombia, seguido de Perú y Bolivia; las vías de tránsito son el Caribe y América Latina y los principales puntos de entrada a la UE, España, Países Bajos y Portugal, además de Bélgica, Francia y Reino Unido.

No obstante, reconoce la aparición de "rutas alternativas" por África o Europa central debido al "aumento de controles en la costa del norte de España (Galicia) y la política de controles del 100% de los vuelos que provienen de determinados países en el aeropuerto de Schiphol (Ámsterdam)".

HEROÍNA

En el caso de la heroína, que llega a Europa principalmente desde Afganistán --"líder mundial del suministro de opio ilegal, un 88%-- el documento no ofrece datos concretos sobre consumo, aunque Gotz afirmó que "ha descendido". El texto apunta que "probablemente existen 1,7 millones de consumidores actualmente en la UE". Esta sustancia provoca unas 7.000 muertes súbitas por consumo de drogas, lo que supone un 70% del total.

En este capítulo, el informe alerta también de la posibilidad de que en los próximos años se vuelva a experimentar un aumento de los casos de infección de sida, que se habían estabilizado y disminuido en los pasados. Gotz se refirió a esta "nueva tendencia", porque aunque "la prevalencia del VIH es débil en la mayoría de los países, en los próximos años no se puede excluir un incremento".

Por lo que respecta al éxtasis, las anfetaminas y alucinógenos (LSD), el informe afirma que los principales centros de producción están en Europa, particularmente en Bélgica, Países Bajos y Polonia, aunque "en menor medida" también en Alemania, España y Noruega.

Señala que, después del cannabis, el éxtasis y las anfetaminas son las sustancias que más consumen los europeos, aunque muy por debajo de la primera. Éste es especialmente elevado en República Checa, Estonia y Reino Unido, a pesar de que España se sitúa en uno de los primeros puestos por lo que respecta a la tasa de prevalencia (8,3%), detrás de República Checa y Reino Unido.

Por otra parte, Gotz subrayó que en 2005 se detectó en Europa un total de 14 nuevos tipos de drogas, como el MCPP o la metanfetamina, una droga que provoca "graves problemas de salud" y que es "extremadamente fácil de producir". Aunque de momento el consumo en Europa es "débil", el director del OEDT indicó que "hay que seguir de cerca" su progresión.

CAÍDA DE PRECIOS

Una de las tendencias generales que constata el informe para todos los tipos de sustancia es la disminución de los precios minoristas que han experimentado en Europa en los últimos años.

Gotz explicó que el informe de este año incluye las conclusiones de un estudio de tendencia sobre los precios desarrollado entre 1999 y 2005 que afirma que "por primera vez después del análisis de cinco años, el precio de las drogas ha disminuido". Aunque las diferencias entre distintos países son muy evidentes, afirmó que en el caso de la cocaína y las anfetaminas la reducción es de un 25% y de hasta un 50% en el éxtasis.

No obstante, ni Gotz ni el presidente del OEDT, Marcel Reimen, quisieron vincular esta circunstancia como un previsible aumento del consumo, tal y como sería normal pensar en una economía de mercado en la que cuando los precios bajas crece el consumo.