Crónica EEUU (Añadida).- Bush elige al juez Michael Mukasey como posible sucesor del ex fiscal general Gonzales

Actualizado: lunes, 17 septiembre 2007 18:34

El líder demócrata del Senado reconoce que Bush "se ha abstenido de elegir a un candidato partidista"

WASHINGTON, 17 Sep. (EP/AP) -

El presidente estadounidense, George W. Bush, ha elegido al juez federal Michael Mukasey como sustituto de Alberto Gonzales al frente de la Oficina del Fiscal General, según fuentes cercanas al dirigente. Asimismo, Bush nombró a Peter D. Keisler, quien supervisó la batalla legal de la Administración Bush sobre el derecho legal de los prisioneros acusados de vínculos terroristas detenidos en Guantánamo, como fiscal general en funciones.

Bush justificó su elección asegurando que "el juez Mukasey tiene un buen ojo sobre la amenaza a la que se enfrenta nuestra nación", ya que ha investigado casos de terrorismo durante más de una década. Siendo magistrado jefe de un Tribunal de Distrito del sur de Nueva York Mukasey llevó importantes casos relacionados con la seguridad nacional.

"Sabe lo que cuesta librar esta guerra eficazmente y sabe como hacerlo de una manera consistente con nuestras leyes y Constitución", añadió el mandatario flanqueado por Mukasey en Rose Garden. "Hace 35 años nuestros adversarios extranjeros veían una devastación general como una disuasión", incidió por su parte Mukasey, pero "hoy en día, nuestros enemigos fanáticos lo ven como un logro divino".

Por este motivo, el presidente instó al Senado a dar su respaldo a Mukasey, quien podría convertirse en el tercer fiscal general --cargo equivalente a nuestro ministro de Justicia-- de Estados Unidos.

Por su parte, Mukasey aseguró que es un honor que le nomine Bush para sustituir a Gonzales al frente del Departamento de Justicia. "Mi mayor deseo y oración en este momento es que, si me confirman (como ministro de Justicia), pueda ofrecer el apoyo y liderazgo que se merecen (los estadounidenses)", admitió.

"Estoy impaciente por reunirme con los miembros del Congreso en los próximos días y, si me eligen, por trabajar con el Congreso para lograr los desafíos de nuestra nación", añadió Mukasey, poco antes de estrechar la mano del presidente, con el que entró de nuevo al despacho Oval.

Mukasey, de 66 años, y que ha ejercido como consejero legal del precandidato republicano a la presidencia Rudy Giuliani encabezará el mismo departamento que fue severamente atacado por la opinión pública y por el Congreso estadounidense tras anunciarse los despidos de nueve abogados y la dimisión de su antecesor en el cargo.

Los partidarios de Bush afirman que el registro de Mukasey al frente del tribunal de Manhattan es impecable, pero los críticos consideran la designación del juez retirado como un intento de apaciguar los ánimos de la mayoría demócrata en el Congreso estadounidense, ya que ha contado con el apoyo pasado del senador demócrata y valedor para el Tribunal Supremo, Chuck Schumer, ahora uno de sus principales enemigos.

De esta forma, los activistas conservadores se han preparado para presentar su oposición a la posible nominación de Mukasey como nuevo secretario de Justicia. A principios de semana, los senadores demócratas amenazaron con bloquear la nominación de otro candidato, Theodore Olson, un estrecho aliado republicano y ex procurador general que representó a George W. Bush ante el Tribunal Supremo en las disputadas elecciones del 2000 que le dieron la presidencia.

Alberto Gonzales renunció como secretario de Justicia tras dos años y medio, ante acusaciones de negligencia y de mentir al Congreso. Gonzales negó las acusaciones, pero fue el furor por el despido de nueve fiscales federales lo que marcó el inicio del fin de Gonzales en el puesto y manchó la reputación del departamento. Los despidos, planeados después de las elecciones de 2004, fueron algo sin precedentes en la historia reciente del departamento e hicieron que los demócratas cuestionasen si habían tenido motivos políticos.

Precisamente a Gonzales, Bush le ofreció un guiño de despedida. "He conocido a Al (Alberto Gonzales) y su familia durante más de una década", incidió Bush, quien reconoció que el dimitido ex fiscal general "es un gran amigo y asesor de confianza" suyo.

Bush explicó que el fiscal general adjunto, Peter D. Keisler, ejercerá de fiscal general en funciones hasta que el Senado ratifique al nuevo fiscal general propuesto. Keisler supervisó la batalla legal de la Administración Bush sobre el derecho legal de los prisioneros acusados de vínculos terroristas detenidos en Guantánamo.

Keisler anunció su dimisión del Departamento de Justicia a principios de septiembre, después de ser nominado por Bush este año para ocupar un puesto en el Tribunal de Apelación del Distrito de Circuito de Columbia, aunque el Senado aún no ratificado su puesto.

Bush explicó que Keisler ha acordado seguir al frente del Departamento de Justicia, lo que permitirá al procurador general --cargo equivalente a nuestro fiscal general--, Paul Clement, centrar su labor como principal abogado del Estado.

Antes de hacerse cargo de la División Civil del Departamento de Justicia en 2003, Keisler fue el principal vicefiscal general asociado y fiscal general asociado en funciones, cargos que ejerció después de ejercer como letrado para la firma de abogados Sidley Austin Brown & Wood, con sede en Washington.

EL SENADO

Los demócratas del Senado no mostraron su oposición al candidato escogido por Bush para sustituir a Gonzales, aunque insistieron en que no habrá una confirmación oficial hasta que la Administración responda a todas las preguntas pendientes del papel de la Casa Blanca en el despido de ocho fiscales federales el pasado invierno por desavenencias con su política.

"Nuestra atención se centrará en garantizar la información relevante que necesitamos a fin de que podamos proceder con un calendario justo y audiencias exhaustivas", explicó el presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, para quien "la cooperación de la Casa Blanca será esencial en determinar un calendario".

Por su parte, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, reconoció que el presidente parece haber escuchado al Congreso y se ha abstenido de escoger a un candidato partidista para sustituir a Gonzales, al destacar las "importantes credenciales profesionales" de Mukasey, quien además, admitió, es conocido por su "reputación de independiente".

"Un hombre que pasó 18 años en un puesto federal evidentemente conoce la importancia de comprobar y equilibrar, y sabe cómo decir 'no' al presidente cuando se excede en la Constitución", aseguró Reid. "Pero no hay que apresurarse con la elección, el Comité Judicial del Senado debe analizar cuidadosamente la ideas del juez Mukasey sobre desafíos legales complejos a los que se enfrenta la nación", añadió.