Crónica EEUU/Irak.- Bush solicitará hasta 20.000 efectivos y 1.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak

Actualizado: domingo, 7 enero 2007 17:28

La nueva estrategia en Irak podría recibir el nombre de "Un nuevo camino" y será revelada el miércoles, según el 'NY Times'

WASHINGTON, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense George W. Bush expondrá a la luz pública la próxima semana sus planes sobre una nueva estrategia en Irak, basada en dos factores: la victoria demócrata en las elecciones legislativas y la presentación del informe Baker-Hamilton por parte del Grupo de Estudios sobre Irak. Hoy domingo, el diario estadounidense 'New York Times' anticipa que Bush pretende dar luz verde a la llegada de hasta 20.000 nuevas tropas de combate y destinar cerca de 1.000 millones de dólares para reconstrucción y nuevas infraestructuras en un país absolutamente devastado por un conflicto que, el próximo mes de marzo, cumplirá su cuarto aniversario.

Esta nueva iniciativa, que de momento lleva el título provisional de "Un nuevo camino", todavía está en manos del equipo del presidente estadounidense, cuyos redactores se encuentran puliendo el discurso con el que Bush se dirigirá a la nación y en el que todavía faltan por detallar aspectos clave como la cantidad exacta de dinero que el presidente pedirá al Congreso, o un comentario en profundidad sobre su "programa de trabajos y entrenamiento para la población en Irak". Un programa que "hubiera funcionado estupendamente en 2003, pero ahora estamos en un Irak muy diferente", hizo notar un funcionario estadounidense al diario, desde el anonimato: la lucha por el control sectario en Irak supera ahora, y con mucho, los deseos de la población por encontrar nuevos empleos.

El diario realizó sus consultas a varios oficiales estadounidenses, republicanos y demócratas, que realizaron sus comentarios desde el anonimato, a la espera de la declaración oficial.

Basándose en las recomendaciones del informe presentado por el ex secretario de Estado James Baker, la retirada estadounidense en Irak queda completamente descartada. El pasado jueves, se conoció que el Pentágono reveló extraoficialmente una propuesta de ampliación de tropas en 9.000 unidades a las que se unirían cinco brigadas de combate iraquíes bajo la aprobación del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que comunicó esta decisión al presidente Bush el pasado jueves, tras una larga conferencia telefónica.

Sin embargo, esta nueva estrategia se enfrenta a numerosos problemas. Por un lado, miembros del departamento de Defensa confesaron al diario su escepticismo sobre los refuerzos iraquíes: kurdos de las milicias 'pesh merga' cuya capacidad para acabar con la lucha sectaria en Bagdad se ha visto puesta en duda, debido a que su principal prioridad hasta el momento ha sido salvaguardar los bastiones kurdos en Irak, como Mosul.

Por otra parte, un incremento de tropas supone un enfrentamiento directo entre Bush y los líderes del nuevo Congreso demócrata, que el pasado viernes recomendaban, en una misiva dirigida al presidente estadounidense, "una retirada progresiva de las tropas", con el mes de mayo como fecha límite.

Se espera que Bush explique su 'declaración de intenciones' el próximo miércoles, enfocando su nueva iniciativa como un proyecto de cooperación conjunto por parte de EEUU y del Gobierno iraquí para atajar la violencia sectaria en Irak. Sin embargo, fuentes anónimas del departamento de Defensa explicaron al diario estadounidense que, con toda probabilidad, el presidente se mostrará "poco explícito" en cuanto al número de fuerzas estadounidenses que permanecerán en Bagdad tras la esperada cesión de poderes a las fuerzas de seguridad iraquíes.

CONFLICTO EN LA RECONSTRUCCIÓN

Un elemento crucial en el nuevo plan es la duplicación del presupuesto estimado por el departamento de Estado, destinado a los esfuerzos de reconstrucción del país, una iniciativa destinada a enfatizar los intentos para normalizar la vida del país. Sin embargo, este tipo de proyectos no se han traducido en el apoyo popular que se esperaba por parte de la población iraquí. Algunos republicanos, incluso, han cuestionado si el incremento de tropas no hará sino posponer el momento en el que las fuerzas iraquíes tengan que defenderse por sí mismas.

El plan solicita que se dupliquen los "Equipos de Reconstrucción Provincial", consistentes en pequeños equipos de funcionarios del departamento de Estado con capacidad para coordinar esfuerzos locales de reconstrucción a través de la contratación de compañías iraquíes. La iniciativa no ha estado exenta de problemas burocráticos desde principios de 2006, el departamento de Estado y el departamento de Defensa se han visto enganchados en una disputa sobre la forma de proteger a estos equipos, incluyendo una propuesta de contratar a fuerzas de élite privadas que, según un oficial de la Casa Blanca, "es demasiado cara", por lo que se decidió enviar protección a cargo de fuerzas militares estadounidenses.

Además, el Congreso tiene la capacidad de detener este incremento presupuestario. Sin embargo, muchos demócratas temen que esta posible cancelación sea malentendida como un rechazo a apoyar a las tropas presentes en el país.

DUDAS RESPECTO A AL MALIKI

Se espera que durante su discurso, Bush realice un llamamiento al Gobierno iraquí para que tome el mando sobre su propio territorio, de acuerdo con fuentes de la administración. El presidente estadounidense expresará su confianza en el primer ministro Al Maliki, y en su capacidad para controlar la insurgencia suní y las milicias chiíes que han emergido como las principales causas de violencia. Algo que contradice en cierto sentido las declaraciones previas realizadas por el dirigente iraquí, que ayer sábado pidió la cooperación internacional para garantizar la seguridad de los residentes de Bagdad.

Las mismas fuentes no especificaron al diario si el incremento de tropas se llevaría a cabo en el caso de que el Gobierno iraquí no aportara finalmente sus cinco brigadas, pero enfatizaron que el nuevo contingente estadounidense, que en principio estaría destinado en Bagdad, la provincia de Anbar y en Kuwait, podría ser "reevaluado" en cualquier momento.

Y es que otra de las grandes preocupaciones de la administración Bush es la capacidad de Al Maliki para cumplir con los objetivos propuestos, así como de la propia capacidad el primer ministro para contener las tensiones internas. Por ejemplo, en el Gobierno estadounidense reside el temor de que algunos de los guardias encargados de ejecutar al ex dictador iraquí Sadam Husein podrían pertenecer al Ejército del Mahdi, las milicias del clérigo anti estadounidense Muqtada al Sader, cuyo nombre fue coreado instantes antes del ahorcamiento del ex presidente de Irak.

"Si este hecho supone un indicador de cómo al Maliki trabaja hoy en día, tenemos un problema a la hora de ampliar nuestro esfuerzo", explicó un funcionario, a la espera de que el presidente muestre sus cartas al público la semana que viene.