Crónica Estonia.- Tallin se prepara para otra noche de disturbios por la retirada de un monumento soviético

Actualizado: sábado, 28 abril 2007 21:31

Hoy comenzaron los trabajos de exhumación de los soldados soviéticos enterrados muy cerca del lugar en el que estaba 'El soldado de bronce'

TALLIN, 28 Abr. (EP/AP) -

Tallin, la capital de Estonia, se prepara ya para una nueva noche de disturbios y enfrentamientos provocados por la retirada ayer del monumento que recordaba a los soldados soviéticos caídos en el país durante la II Guerra Mundial. Por otra parte, hoy comenzaron los trabajos de exhumación de los cuerpos de soldados soviéticos enterrados cerca del lugar en el que se encontraba la estatua conocida como 'El soldado de bronce'.

Estas medidas adoptadas por el Gobierno estonio suponen una ofensa para la importante comunidad de origen ruso del país, que consideran el monumento un mausoleo dedicado al Ejército Rojo que fallecieron combatiendo contra la Alemania nazi.

Las autoridades admitieron que se están preparando para una nueva noche de violencia, pero aseguraron a los periodistas que no esperan que estos sean tan graves como los de las últimas dos jornadas. Para intentar frenar la violencia el Gobierno ha impuesto una prohibición sobre la venta de alcohol a partir de las 18:00 horas (17:00 hora peninsular española) y ha enviado cientos de miles de mensajes de texto a los teléfonos móviles de los estonios en los que se pide que permanezcan en casa.

Las fuerzas de seguridad han preparado además la defensa del Parlamento y del palacio presidencial con barricadas de hormigón y focos.

Mientras, el Ministerio de Defensa informó del comienzo de los trabajos de exhumación de los cuerpos de los soldados soviéticos enterrados en un parque situado cerca del lugar en el que estaba el monumento.

Antes de iniciarse las excavaciones se celebró un oficio religioso en el que participaron tanto sacerdotes protestantes como ortodoxos --vinculados a la comunidad rusa-- para rendir homenaje a los enterrados en este pequeño parque.

Los trabajos se realizarán lejos de la vista del público, bajo una gran carpa blanca erigida sobre el lugar, fuertemente vigilado y rodeado de un perímetro de seguridad de unos 800 metros.

Estaba previsto que las exhumaciones comenzaran ayer y que duraran dos semanas, pero los disturbios registrados han obligado al Gobierno a variar sus planes. El Ministerio de Defensa informó también en un comunicado de que pretende concluir los trabajos de exhumación "tan pronto como sea posible", aunque no dio un plazo concreto.

Los expertos creen que hay unas quince personas enterradas en este terreno del centro de Tallin, pero se desconoce tanto el número exacto como sus identidades. Entre ellos hay soldados del Ejército Rojo.

Los restos serán enterrados de nuevo en un cementerio militar situado a unos tres kilómetros de su actual ubicación tras ser identificados, informó el Ministerio. 'El soldado de bronce' cuya ubicación mantiene el Gobierno en secreto, también será trasladado a un cementerio militar.

DISTURBIOS NOCTURNOS

Todo comenzó en la noche del jueves, cuando cientos de personas salieron a la calle para protestar por la decisión del Gobierno, que anunció que retiraría la estatua de 'El soldado de bronce', que fue finalmente retirada por sorpresa en la madrugada de ayer.

Las dos últimas noches de enfrentamientos se saldaron con un muerto, cientos de heridos y casi mil detenidos. Mientras, los exaltados saquearon comercios y quemaron y volcaron coches por toda la ciudad.

En la primera noche de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, el jueves, una persona murió y otras 56 resultaron heridas, entre ellas doce agentes. Al día siguiente 66 personas resultaron heridas, entre ellas seis agentes de Policía, y otras 500, en su mayoría adolescentes, según la portavoz de la Policía, Julia Garanza.

Los disturbios son los peores que vive el país desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991 y han suscitado preocupación en la Unión Europea, de la que Estonia es miembro desde 2004.

Los rusos que residen en Estonia --menos de un tercio de los 1,3 millones de habitantes del país-- consideran el monumento como un santuario a los soldados del Ejército Rojo que murieron luchando contra los nazis, pero los estonios lo ven como un recordatorio del medio siglo de opresión soviética.

Las autoridades han instado a la población a que mantengan la calma y el orden y la Policía ha solicitado a los padres que vigilen estrechamente a sus hijos.

REACCIÓN DE MOSCÚ

La decisión del Gobierno estonio ha generado el malestar de Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó hoy su "más seria preocupación" por los últimos sucesos registrados en Tallin. Putin trasladó esta preocupación a la canciller alemana, Angela Merkel, con la que se reunió hoy, según informó el Kremlin.

Merkel, que ostenta la presidencia semestral rotatoria de la UE, y su colega ruso hablaron sobre "la situación de crisis que vive Estonia", según Moscú. "Putin mostró su más seria preocupación sobre el dramático desarrollo de los acontecimientos registrados en Tallin tras las decisiones adoptadas por las autoridades estonias sobre el desmantelamiento del monumento", afirmó el Kremlin.

Ayer, el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, criticó la decisión de retirar el monumento y la intervención policial contra los "manifestantes que intentaban proteger el santuario y la memoria de los libertadores de Europa del nazismo". Asimismo, según recoge RIA Novosti, dijo no "entender los intentos de equiparar comunismo con nazismo".

Por su parte el ministro de Comercio ruso, German Gref, dijo que la actual situación perjudicará las relaciones económicas entre Rusia y Estonia. "Es obvio que habrá un deterioro en las relaciones políticas y como consecuencia en las económicas" entre los dos países, afirmó

Entretanto, las autoridades rusas han enviado refuerzos para proteger la Embajada estonia en Moscú y el consulado en San Petersburgo. Durante la noche, unos 300 manifestantes se concentraron ante la legación diplomática en la capital para protestar por la decisión de Tallin.

El ministro estonio de Exteriores, Urmas Paet, transmitió a su homólogo ruso su preocupación por los incidentes ante la Embajada y pidió que se refuerce la seguridad. Por su parte, la embajadora estonia en Moscú, Marina Kaljurand, calificó de "chantaje" la amenaza de Moscú de romper las relaciones con Tallin. "Consideramos que la ruptura de relaciones diplomáticas es una medida infundada", afirmó, defendiendo la soberanía de Estonia en su actuación y advirtiendo de que "no escucharemos el chantaje de otros países y las amenazas".

Se cree que unos 50.000 soldados soviéticos murieron en territorio estonio durante los combates con las fuerzas de la Alemania nazi. La mayoría están enterrados en cementerios, pero otros están sepultados en el mismo lugar en que fallecieron.