Crónica Francia (Añad).- La mayoría de los franceses consideran más importante la economía que la política, según Sofres

Actualizado: viernes, 16 marzo 2007 23:44

Una analista de TNS-Sofres subraya "una falta de comprensión de los problemas económicos de este país" por parte de los franceses

PARÍS, 16 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS Salvador Martínez) -

La mayoría de los franceses considera que la economía es más importante que la política, según revelan las conclusiones extraídas de un reciente estudio de opinión realizado por el instituto TNS-Sofres a iniciativa del Ministerio de Economía francés, fueran conscientes o no de los problemas económicos que atraviesa Francia.

Según dicho sondeo, tres de cada cuatro franceses consideran más importante la economía que la política. En un momento en el que los medios de comunicación acaparan gran parte de su atención a las campañas de los principales candidatos a las elecciones presidenciales francesas, esa cifra indica la relevancia de las consideraciones económicas que residen en el debate público francés y justifica que el 90 por ciento de los encuestados por TNS-Sofres esté de acuerdo con la frase: "Como ciudadano y elector, es importante interesarse por la economía".

Sin embargo, las cifras publicadas en el marco de la actividad del Consejo para la difusión de la cultura económica (Codice), un organismo que pretende acercar la economía a los franceses, presentan una flagrante incoherencia.

A pesar de ese 90 por ciento de encuestados que señala la importancia de ser sensible a los temas económicos y "a pesar de que los medios de comunicación dan cuenta más que a menudo de la tasa de paro o del crecimiento anual de la economía francesa, sólo un tercio de las personas encuestadas conoce esas dos cifras relativas a la economía francesa", dijo a Europa Press Carine Marcé, analista de TNS-Sofres.

Según ella, "los datos importantes de nuestro sondeo son los que señalan que hay una falta de comprensión de los problemas económicos de este país". De ahí que se pueda decir que los franceses sienten más que conocen los problemas económicos del Estado francés.

A principios de esta semana, el diario económico 'Les Échos' expuso a Francia a una excelente auditoría contable publicando un dossier de 26 páginas en las que se podían leer contenidos de sobre todos y cada uno de los temas que los franceses admitieron a TNS-Sofres despertaban su interesan pero que, en realidad, conocen relativamente poco.

En ese dossier, cinco premios Nobel de economía pasaban revista a las cuentas económicas de Francia. Las ideas que algunos evocaban no se leían por primera vez en el país pero dicho por Gary Becker, premio Nobel en 1992 y profesor en la Universidad de Chicago, la aseveración no puede ser más categórica: "Francia no está lo suficientemente reformada".

Su juicio coincidía con el Nobel del 2006, Edmund Phelps, profesor de la Universidad de Columbia e investigador asociado del Centro de Investigaciones en Economía del Instituto de Estudios Políticos de París, quien piensa que, en Francia, "hay que cambiar el modelo económico para crear dinamismo".

Esta conclusión también está en boca de uno de los analistas más reputados del territorio francés, Nicolas Baverez. Historiador, economista además de editorialista en los diarios 'Les Échos' y 'Le Monde' y del semanario 'Le Point', Baverez es conocido en Francia como el "padre" de los "economistas decadentistas" contemporáneos.

Según esta corriente de pensamiento puesta de moda en gran medida por el propio Baverez, la tradicional intervención del Estado en la economía francesa además de la protección que ejerce la administración sobre los administrados constituyen los principales 'handicaps' de la economía francesa.

DECADENCIA ADQUIRIDA

Este tipo de gestión que tanto ha caracterizado la economía de Francia lleva a Baverez a describir a Europa Press una República decadente: "Hoy la decadencia de Francia es algo adquirido y que continúa acelerándose. En 2006 el crecimiento de la economía francesa ha sido del 2 por ciento, la peor cifra de toda la UE, el paro sigue siendo alto, el comercio exterior ha registrado un déficit de 30.000 millones de euros, el nivel de vida está bloqueado y la media de los franceses es un 38 por ciento más pobre que un americano, un 20 por ciento más pobre que un irlandés y un 15 por ciento más pobre que un británico".

A finales del año pasado, Baverez publicó "Que faire? Agenda 2007" (Ed. Perrin 2006), un libro "dirigido a los franceses", dijo. Según este analista, "2007 es el último año en el que los franceses podrán elegir el tipo de reforma política y económica" que el país necesita.

De los muchos franceses que no leerán sobre la necesidad de impulsar las reformas que subraya Baverez en su obra ni prestarán atención a unos medios de comunicación que les hablan o escriben sobre economía, y que permanecerán en la ignorancia mayoritaria respecto de la tasa de paro de su país --en torno al 8,4 por ciento-- como ha constatado TNS-Sofres, deberían ser los principales candidatos a las elecciones presidenciales quienes se ocupen de poner la economía en lo más alto del debate público.

Baverez y Marcé señalan que, tanto Nicolas Sarkozy, candidato a la elección presidencial del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) como Ségolène Royal, aspirante del Partido Socialista francés y François Bayrou, candidato de la Unión por la Democracia Francesa; "representan un cambio político y económico".

"Sarkozy representa una ruptura económica tranquila", dijo Baverez del ministro francés del Interior y candidato de la UMP. "Ségolène es la socialista del siglo XXI", aseguró Marcé de Royal y Bayrou es la apuesta de quienes no rompen una lanza "ni por la izquierda ni por la derecha", coinciden los analistas.

De los tres proyectos de cambio, "sólo el proyecto económico de Sarkozy sería capaz de crear empleo", ha dicho recientemente un estudio del Instituto de estudios económicos COE-Rexecode. Entre las propuestas económicas del ministro-candidato, la institución destaca que la no imposición de las horas extras puede crear entre 160.000 y 200.000 empleos, además de un crecimiento económico anual que va del 1,1 por ciento al 1,3 por ciento.

Según COE-Rexecode, los proyectos de Bayrou y Royal están lejos de alcanzar esas previsiones, pues la institución atribuye a ambos datos negativos en materia de creación de empleo y creación de riqueza. Afortunadamente para ellos, según Marcé, "los franceses no sólo van a votar al mejor proyecto económico, afirmar algo así, sería maniqueo", como poco concluyó.