Bayrou, Le Pen, Sarkozy y Royal se comprometen a tener en cuenta los deseos del electorado femenino
PARÍS, 5 Abr. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) - .
El semanario femenino 'Elle' organizó en el salón de actos del Instituto de Estudios Políticos de París durante la jornada de hoy un encuentro en el que los principales candidatos a las elecciones presidenciales francesas respondieron a las preguntas de un público compuesto mayoritariamente por mujeres. Todos se comprometieron a realizar tres medidas relacionadas con la situación de la mujer en la sociedad francesa.
En los próximos comicios presidenciales franceses, el 53 por ciento de los electores serán mujeres, una cifra que habla por sí misma de la importancia del electorado femenino. Síntoma de esa relevancia es que de los 12 candidatos en la carrera hacia el Elíseo, ocho acudieran al encuentro con un público convocado por la publicación femenina francesa por antonomasia.
El candidato favorito según los estudios de opinión y aspirante a la jefatura del Estado galo del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy, se comprometió hoy a que el Estado reconozca el derecho de las familias a que éstas cuenten con una guardería para los bebés y los niños que no están en edad de ser escolarizados, a la inmediata "asistencia en los estudios a los escolares" también fuera del colegio y al "reconocimiento a las mujeres del derecho a la formación".
Preguntado por el precio que todas esas medidas pueden tener, Sarkozy replicó que "es más caro dejar a los niños bajo la ley de la calle que ponerlos bajo estudios asistidos y que es mucho más caro dejar a una mujer de 45 años desamparada cuando sus hijos todavía no han terminado los estudios que ofrecerle una formación".
La inmediata perseguidora de Sarkozy en materia de intención de voto según las encuestas, la candidata del Partido Socialista (PS) francés a la Presidencia de la República, Ségolène Royal, aprovechó un público, a priori, favorable, para dar cuenta de que "el tiempo de las mujeres ha llegado" algo que sólo entraña consecuencias positivas pues, a su modo de ver, "cuando la causa de las mujeres avanza, toda la sociedad avanza".
En lo que respecta a sus compromisos enunciados hoy, Royal insistió en que la primera ley que aprobará el Parlamento francés a iniciativa de su Gobierno, si es elegida jefa del Estado, será una ley que sirva de marco jurídico para luchar contra la violencia de género.
Asimismo, Royal se comprometió a la creación de un servicio público de guarderías para los niños menores de tres años, una edad a partir de la cual, si la candidata gana las elecciones, la escolaridad será obligatoria.
Tras Royal fue el turno del centrista François Bayrou, aspirante de la Unión por la Democracia Francesa (UDF), Olivier Besançenot, trotskista de la liga Comunista Revolucionaria, el altermundialista José Bové, Dominique Voynet, del partido ecologista Los Verdes y Jean-Marie Le Pen, del partido de extrema derecha, Frente Nacional.
CRÍTICAS A LE PEN
Precisamente, cuando Le Pen subió a la tarima, -- fue el último aspirante en responder a las preguntas del público -- el ambiente se tensó como nunca antes lo hizo en el transcurso del evento.
Tanto fue así que el candidato ultraderechista, ante las continuas interrupciones de algunos individuos presentes en la sala que gritaron "¡Fascista!", espetó al público: "¡Gracias, si este es el tipo de razonamiento que se enseña en el Instituto de Estudios Políticos!
El encuentro no solo sirvió para que Le Pen causara polémica una vez más y que los candidatos hablaran ante un público mayoritariamente femenino. En sus intervenciones todos los candidatos volvieron a explicar las medidas más importantes de sus programas presidenciales.
Es más, el aspirante de UDF volvió a señalar la necesidad de que se realice un debate entre los candidatos antes de la primera vuelta de los comicios presidenciales, fijada el 22 de abril.
"Los franceses tienen derecho a un debate", afirmó Bayrou. De ahí que el centrista invitase "a los ciudadanos a organizarse para que quienes no quieran organizar el debate se vean obligados a hacerlo".
Por su parte, Sarkozy, se prestó a una diatriba contra la política humanitaria en materia de inmigración en la que no tuvo reparos en mencionar al presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En Francia, dijo, "no habrá regularizaciones globales si yo soy elegido presidente de la República". Fue poco después de pronunciar estas palabras cuando arremetió contra la política de inmigración en España que ha permitido una ola de regularizaciones masivas.
"Zapatero hizo una regularización masiva y hubo una explosión de clandestinos, Lionel Jospin -- ex primer ministro francés -- regularizó a 80 000 personas en 1997 y también hubo una explosión de los inmigrantes clandestinos", aseguró.
Para él, la estrategia en la luchar contra las redes mafiosas que aprovechan esas regularizaciones masivas para traer a más inmigrantes ilegales es una "gran política de desarrollo" de África. "450 millones de jóvenes africanos tienen menos de 17 años, si no desarrollamos África, esto es un problema y el Estrecho de Gibraltar sólo son 12 kilómetros", afirmó.
