Crónica Francia.- Espectacular operación policial contra los autores de la revuelta de 2007 en los suburbios

Actualizado: lunes, 18 febrero 2008 18:36

La oposición denuncia la mediatización de una redada que se ha saldado de momento con 37 arrestos

PARIS, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las fuerzas del orden francesas llevaron hoy a cabo una espectacular operación destinada a detener a los responsables de haber disparado contra la Policía durante las revueltas vividas en los suburbios parisinos en noviembre de 2007, tras la muerte de dos chavales en la localidad de Villiers-le-Bel, al norte de París, cuando su moto chocó con un coche policial.

Cerca de mil agentes, entre fuerzas de élite, miembros de la oficina de represión de la delincuencia y de la policía judicial comenzaron a invadir las calles de Villiers-le-Bel y las localidades vecinas de Sarcelles, Gonesse y Seine-Saint-Denis poco antes de las 6.00 horas de hoy para buscar a los autores de los disparos realizados los pasados 25 y 26 noviembre.

La redada se ha saldado con la detención de las 37 personas buscadas por las fuerzas del orden a las que se acusa de intento de homicidio voluntario, incendio de una comisaría de Policía, de una biblioteca y de la guardería de Villier-le-Bel y de provocar 90 heridos entre la Policía. El sospechoso número 38 se encuentra ya detenido en Val-d'Oise en el marco de otro caso.

La Fiscal de Pontoise, Marie-Thérèse Givry, habló de una operación "a la altura de los hechos criminales extremadamente importantes" y se felicitó de la misma.

Los policías se desplegaron en grupos de treinta, armados y con casco y chalecos antibalas, un despliegue masivo ante la atónita mirada de los ciudadanos que se dirigían a esas horas de la mañana a sus lugares de trabajo. "Espero que los habitantes entiendan que fuimos para restablecer el orden y la paz", agregó la magistrada. "Quiero detener y llevar ante la jurisdicción competente los autores de estos hechos criminales inadmisibles", dijo.

La intervención policial fue preparada con detalle y había sido programada en dos ocasiones pero se tuvo que posponer porque los investigadores esperaban elementos determinantes para llevarla adelante.

Casi 145 Compañías Republicanas de Seguridad (CRS) desplegadas el pasado mes de noviembre en los los barrios donde estalló la violencia fueron interrogados en el marco de la instrucción judicial abierta por "intento de homicidio voluntario".

Luego, se lanzó un llamamiento a los testigos acompañado de una recompensa de varios miles de euros y también se permitieron las escuchas telefónicas de varias personas sospechosas de haber cometido algún delito.

Días después de los altercados, el presidente Nicolas Sarkozy, que ya en 2005 siendo ministro del Interior tuvo que lidiar con las revueltas en las barriadas de toda Francia, anunció mano dura y que los responsables serían llevados ante el Tribunal de lo Criminal. Además, para tratar de rescatar de la marginalidad a los habitantes de la periferia, el jefe del Estado presentó el pasado 8 de febrero un plan centrado básicamente en el refuerzo de la seguridad y el apoyo al empleo juvenil.

Sarkozy se comprometió a llevar 4.000 policías más en tres años, una inversión de 500 millones de euros en cinco años para mejorar los transportes y un vasto plan de formación dirigido a 100.000 jóvenes. Además prometió una lucha sin cuartel contra los "gamberros". Pero la operación policial de hoy y, sobre todo, la amplia mediatización de la que ha sido objeto, ha generado críticas en el campo de la oposición. Así, la socialista y ex candidata presidencial Ségolène Royal, sugirió que la multitudinaria presencia de cámaras obedece a motivos electoralistas para influir en la opinión pública.

POLITICA ESPECTACULO

"Creo que es una grave disfunción de la República", dijo. "El presidente regresa al viejo reflejo de la política espectáculo de la seguridad porque en el plano económico y social ha fracasado", resumió Royal.

La secretaria nacional del Partido Socialista encargada de Seguridad, Delphine Batho, llegó a pedir una investigación del Ministerio del Interior para determinar por qué la prensa fue avisada de la operación.

El centrista François Bayrou mostró también su indignación y pidió no mezclar "la justicia con la puesta en escena". El Partido Comunista, mientras, ha denunciado un "gigantesco circo mediático" a dos semanas de las municipales.

Incluso la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, lamentó "profundamente" las "fugas" llevaran a una "importante mediatización" de esta operación porque, a su juicio, pudo haber tenido "consecuencias graves" e incluso arruinarla, así como poner en peligro tanto a policías como a periodistas.

El alcalde de Villier-le-Bel, el socialista Didier Vaillant también consideró "anormal" haber sido avisado por la prefectura (delegación de Gobierno) minutos después de las seis de la mañana, después que los medios de comunicación.

"No hay zonas de 'no derecho' en nuestra República", se defendió en LCI el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, que puso el acento en que la redada tenía como objetivo dejar claro que "nada queda impune". "Lo que pasó en Villiers-le-Bel fue de una extrema gravedad y no es cuestión de olvidar nada", dijo.