Crónica Francia.- La idea de Sarkozy de llevar la memoria del Holocausto a los colegios genera una nueva polémica

Actualizado: jueves, 14 febrero 2008 19:02

El presidente vuelve a la carga con su particular visión de la "laicidad positiva"

PARIS, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha vuelto a sembrar la polémica con una iniciativa relacionada con la memoria histórica anunciada anoche durante la cena anual del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (Crif). Se trata de asociar "el nombre y la vida" de uno de los 11.000 niños franceses víctimas del Holocausto a un alumno de primaria a partir del próximo curso escolar. Una decisión con un alto valor simbólico que está dando mucho que hablar a profesores y expertos por las implicaciones teóricas y pedagógicas que conlleva.

En la emisora France-Info el secretario general de SNUIPP-FSU, el principal sindicato de maestros de primaria, Gilles Moindrot, no ocultó sus dudas sobre la decisión y el método empleado por Sarkozy, mientras que para el responsable del sindicato UNSA, Patrick Gonthier, el presidente "confunde la historia con la memoria" y quiere que los chavales de diez años lleven "una carga afectiva que les supera".

Hasta el ministro de Educación, Xavier Darcos, admitió que la cosa será complicada de aplicar a menos que se cuente con la complicidad de los profesores. "Será complicado. No digo que la cosa sea simple, pero encuentro que es una idea que ha sido bien recibida, a condición de que se haga con mucha prudencia", dijo.

En el ámbito político, mientras, el anuncio ha suscitado reacciones de todo tipo. Por ejemplo, el ex primer ministro y adversario de Sarkozy, Dominique de Villepin, encuentra la idea "extraña" porque cree que no se puede "imponer" la memoria. Para el primer secretario de los socialistas, François Hollande, sin embargo, "cuando se pueden transmitir las exigencias de un deber de memoria, hay que hacerlo".

Por otro lado, el presidente de la Asociación de hijos e hijas de los deportados judíos de Francia, el historiador y abogado Serge Klarsfeld, se mostró "muy satisfecho" por la propuesta de Sarkozy.

La de ayer no supone la primera incursión de Sarkozy en los centros docentes para llevar a los alumnos un pedazo de la historia pasada de Francia. De hecho, su primer anuncio al tomar posesión como presidente fue hacer obligatoria la lectura en los institutos de la carta que escribió a sus padres poco antes de ser fusilado por los nazis el joven Guy Môquet el 22 de octubre de 1941.

El experimento inaugurado el pasado curso se llevó a la práctica en medio de un claro ambiente de motín entre los docentes y las protestas generalizadas de la oposición, que acusaron a Sarkozy de "instrumentalizar" la Historia.

Pero en su discurso de ayer ante la comunidad judía no sólo se desmarcó con la idea de honrar la memoria de las víctimas de la Shoah haciendo que los escolares franceses conozcan la vida de los deportados en los años cuarenta. También volvió a la carga con su peculiar idea de la "laicidad positiva", un asunto que sigue levantando ampollas. RELIGION Y POLITICA

Así, y para responder a las críticas lanzadas por el propio presidente del Crif, Richard Prasquier, que se confesó "decidido partidario de la laicidad y no un adepto de la religión laica", Sarkozy aseguró que jamás ha dicho que la moral laica es "inferior a la moral religiosa".

"Nunca he dicho que un profesor sea inferior a un cura, un rabino o un iman para transmitir valores. Mi idea es que son complementarias. Pero sus testimonios no son iguales", dijo intentando apagar la polémica que suscitaron sus ideas sobre la religión expuestas el pasado diciembre en Roma y luego en Riad.

El pasado 20 de diciembre de 2007, en la basílica romana de San Juan de Letrán, el jefe del Estado galo declaró que la moral laica corre siempre el riesgo de agotarse si no va asociada "a una esperanza que colme la aspiración de infinito".

"En la transmisión de valores y en el aprendizaje de la diferencia entre el bien y el mal, el profesor no podrá jamás reemplazar al sacerdote y al pastor porque le faltará siempre la radicalidad del sacrificio de su vida y el carisma de un compromiso movido por la esperanza", dijo.

Un mes más tarde, en Arabia Saudí un discurso trufado de numerosas referencias a Dios y a las raíces religiosas de toda civilización, hizo saltar las alarmas en Francia por lo que muchos consideraron la alteración de la tradicional laicidad del Estado francés.

Ayer, ante miles de invitados, entre ellos una veintena de miembros del Gobierno y representantes de las religiones monoteístas, Sarkozy se empleó a fondo para intentar enmarcar estas declaraciones.

"Nadie puede cuestionar este precioso tesoro que es la neutralidad del Estado, el respeto de todas las creencias y el respeto a no tener creencias", abundó Sarkozy esgrimiendo el derecho a defender sus propias convicciones y teorizando sobre la "necesidad de espiritualidad" en un mundo que vive "el fin de las ideologías totalitarias y las desilusiones de la sociedad de consumo".

"Eso es lo que dije en Roma y en Riad. Nada más", se justificó. Por lo demás, Sarkozy confirmó que viajará en el mes de mayo a Israel y que pronunciará un "gran discurso" ante la Knesset, el parlamento hebreo.