El ex presidente D'Estaing de UDF asegura que él ganó la elección presidencial de 1974 al aspirante del PS francés, François Mitterrand, gracias a su debate televisado
PARÍS, 2 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal, candidatos a la jefatura del Estado galo, respectivamente, del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) y Partido Socialista (PS) francés, se ven las caras esta tarde en un debate televisado que puede ser visto por unos 20 millones de franceses. Aunque se estima que el encuentro que ambos candidatos mantendrán en pantalla no alterará la previsión de los sondeos de opinión, según la cual Sarkozy será elegido presidente de la República este domingo, las figuras clave de la campaña de los dos aspirantes señalan la importancia de la cita.
Así, Valéry Giscard d'Estaing, presidente de la República francesa entre 1974 y 1981 y actual apoyo político de Sarkozy, afirmó esta mañana en la radio gala RTL que el debate es un momento "decisivo" en la presente campaña presidencial porque, tradicionalmente, siempre lo ha sido. Según el ex presidente del partido centrista Unión por la Democracia Francesa (UDF), él ganó la elección presidencial de 1974 gracias a su intervención televisada frente al aspirante del PS francés, François Mitterrand. Sus palabras ante su rival socialista le valieron una subida inmediata en los sondeos de intención de voto de alrededor de un 1,5 por ciento.
En el mismo sentido que el ex presidente francés y padre del proyecto de la Constitución europea se pronunció también el primer secretario de los socialistas franceses, François Hollande. El debate puede "cambiar la situación", dijo en una entrevista a una televisión gala Hollande, quien también es compañero sentimental de Royal y padre de sus cuatro hijos.
Convencido de que el debate de esta tarde va a "contribuir a forjar la convicción de muchos franceses", Hollande reveló a la televisión francesa LCI parte de la estrategia que seguirá la aspirante socialista en el encuentro que protagonizará con Sarkozy.
"No hace falta que ella busque el programa de Nicolas Sarkozy, ni que ella haga la demostración de que el suyo es mejor y más creíble", dijo el primer secretario del PS francés, quien añadió que el objetivo de Royal es hablar del balance de Sarkozy como ministro del Interior y convencer de que el proyecto del aspirante de la UMP "no es un proyecto peligroso para sus adversarios políticos sino para los franceses".
De este modo, aunque los tres últimos debates televisados en 1981, 1988 y 1995, no hayan tenido repercusión alguna en la intención de voto de los electores, la cita de esta noche, filmada por 12 cámaras y en cuya producción trabajan 160 personas, es un evento mayúsculo de la presente campaña presidencial.
Singular fue el caso de 2002, cuando se privó a los franceses de un debate entre el actual presidente, Jacques Chirac, y el aspirante de la extrema derecha, Jean-Marie Le Pen. La negativa de Chirac a debatir con el ultraderechista, portador de ideas antirrepublicanas, según la UMP, significó el fin de toda posibilidad de debate entre Le Pen y el presidente que acabó reeditando su mandato en la pasada elección presidencial.
Por esto también consideró Giscard d'Estaing que el debate televisado de hoy es un momento "decisivo". "Los espectadores pueden comparar los proyectos presidenciales y pueden juzgar en directo la personalidad de los candidatos", dos operaciones, que según el ex presidente galo, "son decisivas" en la elección presidencial.
VER LOS VERDADEROS CANDIDATOS
Precisamente esto es lo que señalan, aunque de manera matizada, desde el Consejo Superior de lo Audiovisual (CSA), la institución encargada de controlar las actividades vinculadas a la difusión audiovisual en Francia.
En el CSA afirman que, para los electores de la segunda vuelta de la elección presidencial --que se celebra este domingo-- el debate de esta noche es relevante por una razón. "Se va a ver donde está la coherencia de cada uno de los candidatos", aseguran desde el CSA, un hecho tan relevante como el hecho de que la campaña de 2007 haya estado demasiado influida por el marketing político.
Esta noche, según el CSA, "se van a poder ver los verdaderos candidatos". Aún así, en cuanto a la repercusión que pueda tener el debate, en el CSA son moderados cuando afirman que si tras el encuentro "la opinión cambia un punto porcentual", ese registro no estaría nada mal.
LOS PROGRAMAS
Según la organización del programa, que será emitido por radios y televisiones en toda Francia y retransmitido también en España a través del Canal 24 horas y del canal internacional francés TV5-Monde, Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal deben debatir de manera estructurada gracias a la moderación de dos conocidos periodistas galos, Arlette Chabot, de la televisión pública France 2 y Patrick Poivre d'Arvor, de la televisión privada TF1.
La discusión, estructurada en siete temas, debe ser abordada por los candidatos uno frente al otro y separados a dos metros de distancia. El azar ha querido que la posición de los aspirantes en las pantallas sea la misma que la de la tendencia política que representan. De este modo, la aspirante socialista ocupará la parte izquierda de las pantallas, reservando la derecha al candidato.
El candidato de la UMP deberá romper el hielo ya que tiene el primer turno de palabra, mientras que será Royal la que tenga que concluir el evento con una intervención final. En este orden, primero Sarkozy y luego Royal, ambos aspirantes han de persuadir a los indecisos galos --que ascienden al 15 por ciento según los estudios de opinión-- al tratar diversos temas.
En primer lugar se tocarán temas sobre Francia, la República y las instituciones, en segundo lugar, las cuestiones de orden económico y social, para después seguir con temas relativos a educación, investigación y Medio Ambiente, además de Familia, Ecología, Desarrollo sostenible, Europa y, para concluir, los candidatos valorarán su visión de las relaciones internacionales. La jerarquización de los temas a tratar no es casual y, de esta forma, queda patente que las cuestiones de orden socioeconómico son las que más preocupan a los franceses.
Tanto Sarkozy como Royal tendrán que insistir en sus propuestas para relanzar una economía gala que crece a un ritmo lento --en torno al dos por ciento del PIB anual--, aunque no obstante el debate de hoy engloba un conjunto de temas en el que Royal podría acabar sacando ventaja sobre el candidato de la UMP.
Partidaria de una sexta República, sobre la que los franceses se pronunciarían en septiembre si es elegida jefa del Estado galo, Royal podría evidenciar el menor carácter reformador de su adversario, quien sólo promete "revalorizar el papel del Parlamento".
