El PS aspira a minimizar su derrota en la primera vuelta de las legislativas con la ayuda de los votantes del partido de Bayrou
PARÍS, 11 Jun. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
El Movimiento Demócrata (MoDem), el partido centrista de François Bayrou, vuelve a suscitar el interés de las principales formaciones políticas de Francia. Tras la primera vuelta de las elecciones legislativas, celebrada ayer, el Partido Socialista (PS) y, en menor medida, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido del presidente, Nicolas Sarkozy, se mostraron hoy dispuestos a trabajar junto al MoDem.
En la primera vuelta de las presidenciales, Bayrou obtuvo casi siete millones de votos. Mientras, ayer, en la primera vuelta de las legislativas, el fenómeno político que significó Bayrou en las presidenciales se redujo hasta casi alcanzar los dos millones de votos. Esta cantidad de sufragios, un 7,86%, puede no ser relevante en materia de escaños pues, según las estimaciones, el MoDem solo aspiraría a contar con dos diputados de los 577 de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, las casi dos millones de personas que votaron por los candidatos que siguieron a Bayrou en su escisión del centro político fiel a la UMP podrían ser esenciales para que el PS francés minimice su derrota de ayer en la segunda y definitiva vuelta de los comicios cuyos resultados configurarán la Cámara Baja.
Las dos figuras que están al frente de los socialistas galos, Ségolène Royal, la candidata perdedora en la segunda y decisiva vuelta de las presidenciales, y François Hollande, el compañero sentimental de Royal y primer secretario del PS, pidieron hoy, cada uno a su manera, el voto de los electores del MoDem.
Hollande no lo hizo esta tarde de manera directa, cuando al protagonizar una declaración oficial en el cuartel general del PS en la calle Solférino, en París, afirmó que "allí donde el PS no está presente en la segunda vuelta porque no ha superado el 12,5 por ciento de los sufragios, pedimos a los electores, en libertad, que favorezcan el pluralismo".
Antes de pedir de manera subrepticia el voto por el MoDem, por la mañana, en France-Info, Hollande protagonizó un llamamiento a los electores centristas en el que pidió el voto que "permite equilibrar la Asamblea Nacional" porque una Cámara Baja en la que exista una "mayoría dominante y aplastante no es un lugar de debate".
Por su parte, Royal, en la radio RTL expresó un claro, "lo haré, lo haré" cuando le preguntaron si se pondría en contacto con Bayrou para poner en práctica una estrategia conjunta en la segunda vuelta de los comicios legislativos de este domingo.
"Es evidente que los electores del MoDem deben unirse a los candidatos del PS", declaró Royal. "Lo deseo, no por razones electoralistas sino porque es cierto que hay que impedir la concentración excesiva de poderes entre las manos de un mismo partido", explicó, haciéndose eco de "lo que dijo ayer François Bayrou", tras darse a conocer que, potencialmente, la UMP y sus partidos aliados podrían ganar hasta 501 de los 577 escaños, según las estimaciones más favorables a la mayoría presidencial.
CRISIS EN EL PS
Los llamamientos de Hollande y las insinuaciones de Royal a los electores del MoDem en general y a Bayrou en particular se producen en un momento político difícil para un PS que obtuvo en los comicios de ayer cuatro millones y medio menos de votos que la UMP. En términos porcentuales, la UMP y sus aliados consiguieron un 45,65%, mientras que el PS permanece separado a 18 puntos porcentuales de la "mayoría presidencial".
Que ahora en el PS sean dos voces, la de Royal y la Hollande, las que pongan de manifiesto la estrategia del partido ha generado no poco malestar en el seno de los socialistas. Resulta sintomático que Manuel Valls, diputado del PS que hizo campaña por Ségolène Royal, criticara en anoche que la vida del partido dependiera "de una pareja".
Mas allá de las frases que manifiestan la desunión, también resulta sintomático de una situación incómoda para los socialistas que, a parte del liderazgo en algunos momentos bicéfalo, quienes más implicados estuvieran en la campaña de Royal ahora se vean en dificultades para renovar su escaño en la Asamblea Nacional.
Es el caso del que fuera coordinador de la campaña, Jean Louis-Bianco, y los portavoces de campaña, Vincent Peillon, Julian Dray y Arnaud Montebourg, quienes participarán en la segunda vuelta de los comicios legislativos como segundos candidatos más votados ayer.
INTERÉS DE LA UMP
Según reveló hoy a la televisión gala 'France 2' el ex primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, la UMP hablará de la posible inclusión del MoDem en la mayoría presidencial. Según él, tras la primera vuelta de las legislativas, "cuando se gana, se tiende la mano", dijo haciendo alusión a un posible apoyo de los candidatos en las circunscripciones de la UMP a los aspirantes a diputados del partido centrista de Bayrou.
"Pienso que François Bayrou ha tomado decisiones estratégicas que no son las buenas pero yo soy favorable a tender la mano", declaró el ex primer ministro en alusión a la escisión de Bayrou del centro político tradicionalmente aliado de la UMP.
Para Raffarin, los resultados de ayer confirman la conveniencia de la estrategia de la "apertura" del presidente Sarkozy, quien nombró en su ejecutivo a hombres cuya acción política se ha identificado siempre con la izquierda y con el centro. Según Raffarin, "en el fondo, los franceses han confirmado en la primera vuelta de las elecciones legislativas la dinámica de Nicolas Sarkozy".
Este análisis también lo comparte Patrick Devedjan, el secretario general delegado de la UMP, para quien la victoria del partido que dirige "valida la apertura del presidente" Sarkozy, según dijo tras la publicación anoche de los primeros resultados electorales.
