Crónica Hungría.- Socialistas y conservadores llegan muy ajustados a las parlamentarias de mañana

Actualizado: sábado, 8 abril 2006 17:03

La necesidad de reformas en la economía y la adopción de la moneda de la Unión Europea, cuestiones a la que se enfrentará el nuevo Gobierno

BUDAPEST, 8 Abr. (EP/AP) -

Urgentes reformas económicas y el borrador de un plan para adoptar el euro serán los desafíos que deberá acometer el partido que resulte ganador en las elecciones parlamentarias cuya primera ronda celebrará Hungría mañana domingo. La segunda vuelta tendrá lugar el próximo domingo 23 de abril.

La mayoría de los sondeos muestran una ligera ventaja del Partido Socialista, en el poder, frente a la Unión Cívica Húngara, o Fidesz, de centroderecha, aunque la liza aparece muy ajustada. El primer ministro, Ferenc Gyurcsnay, y el líder de la oposición, Viktor Orban, intentan convertirse en los primeros líderes post comunistas de Hungría que logran hacerse con un segundo mandato.

Gyurcsany fue elegido primer ministro en el Parlamento en septiembre de 2004, después de la dimisión del entonces jefe del Ejecutivo Peter Medgyessy. Orban dirigió el Gobierno húngaro durante un mandato, de 1998 a 2002.

El líder de los socialistas ha prometido poner en marcha la economía húngara y prepararla para adoptar el euro en 2010, pero el creciente déficit presupuestario estatal ha puesto esta fecha fuera del alcance, a menos de que el próximo Gobierno implemente reformas drásticas y de gran alcance. Los analistas consideran que 2012-2013 parece una meta más realista, incluso si se lanzan las reformas pronto.

Mientras la tasa de inflación del país y la deuda estatal se encuentran en los límites de la UE, el déficit presupuestario --previsto en un 6,1% del crecimiento del PNB en 2006-- excede los límites de los países de la zona euro.

Además, otros asuntos que han estado en la palestra durante la campaña electoral han sido la burocracia gubernamental, el desempleo y la necesidad de reformas en los sectores sanitario y de educación. Los dos partidos han prometido aumentar el gasto en colegios y carreteras, aumentar las pensiones y recortar los gastos.

Hungría debe presentar a la Comisión Europea su plan de convergencia en septiembre. Pero dado que el próximo mes de octubre tendrán lugar Las elecciones municipales, la nueva Administración podría ser reacia a tomar decisiones impopulares. Además, la economía podría deteriorarse hasta tal punto que la población general podría reconocer la necesidad de un cambio.

PROGRAMAS SIMILARES

Con los socialistas y los miembros del Fidesz preconizando el papel central del Estado en la economía, y sus mensajes variando más en el estilo que en la sustancia, la personalidad de los candidatos en cabeza ha desempeñado un papel importante durante la campaña electoral.

"Antes, los partidos intentaba atraer a los votantes principalmente con sus programas electorales", señalaba el analista Zoltan Kiszelly. "Ahora, se ha convertido más en algo parecido a Estados Unidos, con las personalidades de los candidatos ganando importancia", agregó.

Tanto Gyurcsany, de 44 años, como Orban, de 42, son líderes dinámicos que podrían considerarse rivales durante los próximos años. El líder socialista, uno de los hombres de negocios más ricos antes de que se metiera en política en 2001, ha asegurado que tiene previsto continuar con su carrera aunque su partido resulte derrotado en estos comicios, mientras que se desconoce quién podría suceder a Orban en las filas de los conservadores si no se hacen con la victoria electoral.

Gyurcsany ha intentado reorganizar su partido --fundado por el ala reformista de los comunistas en 1989-- y convertirlo en una fuerza de izquierda del mismo cariz que el "nuevo laborismo" del primer ministro británico, Tony Blair. Mientras Orban, en un esfuerzo por atraerse a los indecisos y a los situados ideológicamente en el medio, ha acallado algunas de las tendencias más nacionalistas de su partido y ha atenuado la agresividad de su mensaje.

Por otra parte, si los resultados son muy ajustados, los dos partidos más pequeños del Parlamento, especialmente los actuales socios de coalición de los socialistas, serán esenciales.

Así, la Alianza de los Demócratas Libres, liberal, podría superar el umbral del 5% de votos necesario para hacerse con escaños en la próxima legislatura, que casi garantizan con certeza la victoria de la coalición actualmente en el poder. Mientras, el Foro Democrático, nacionalista conservador, podría salir del Parlamento por primera vez desde la vuelta de la democracia a Hungría en 1990.