Crónica Irak.- Fuerzas de EEUU e Irak lanzan la mayor operación aérea desde 2003 contra la insurgencia

Actualizado: jueves, 16 marzo 2006 22:24

El Parlamento iraquí celebró hoy su primera sesión, suspendida casi de inmediato por desacuerdo respecto a la presidencia de la Cámara

BAGDAD, 16 Mar. (EP/AP) -

Fuerzas iraquíes y estadounidenses lanzaron hoy el mayor ataque aéreo contra la insurgencia iraquí desde que comenzó la guerra de Irak en marzo de 2003, dirigido contra bastiones insurgentes en Samarra. Hoy se celebró en Bagdad la primera sesión del nuevo Parlamento iraquí, que se disolvió al cabo de media hora ante las discrepancias sobre el nombramiento de su presidente. Por otro lado, la última encuesta estadounidense señaló que el conflicto iraquí es el principal motivo de la caída de popularidad de la Administración Bush.

"Más de 1.500 soldados iraquíes y de la coalición, con 200 vehículos tácticos y más de 50 aviones, participaron en la operación", indicó un comunicado del Ejército estadounidense, agregando que el objetivo del ataque es "despejar un área sospechosa de operaciones insurgentes en el noreste de Samarra". Samarra se encuentra a unos 95 kilómetros al norte de Bagdad.

La operación, según las previsiones estadounidenses, durará varios días y está dirigida a objetivos insurgentes en toda la provincia de Salaheddin, un área clave del llamado 'triángulo suní' donde la insurgencia es muy activa desde poco después del inicio de la guerra. En esta provincia fue capturado el derrotado presidente Sadam Husein, cerca de la capital, Tikrit, su ciudad natal.

El Ejército estadounidense desveló la operación, que combinó ataques aéreos y terrestres, a punto de terminar su primera jornada en la que, según dijo, "se capturaron varios depósitos de armas enemigos que contenían cargas de artillería, explosivos, materiales para IED (artefactos explosivos improvisados) y uniformes militares".

FRACASO PARLAMENTARIO

Por otro lado, el nuevo Parlamento iraquí mantuvo hoy su primera sesión, durante la que los diputados prestaron juramento de su cargo, pero quedó disuelto de forma indefinida como consecuencia de la falta de acuerdo entre las distintas facciones sobre quién será su presidente.

La muy esperada primera sesión del Parlamento duró apenas 30 minutos y fue suspendida al no haber un acuerdo en torno a quién será su presidente. Los diputados juraron "preservar la independencia y soberanía de Irak y encargarse del país en el mejor interés de su pueblo".

El jefe de la comisión constitucional, Humam Hamudi, se puso de pie y protestó por el cambio de dos palabras en el juramento y, tras una breve consulta de los consejeros judiciales, se acordó que la nueva redacción era aceptable y la jornada se dio por concluida, sin más incidentes.

Adnan Pachachi, el político más veterano que fue el encargado de supervisar el juramento, habló de un país en crisis. "Tenemos que demostrar al mundo que no se está produciendo ni se va a producir una guerra civil entre nuestra gente", declaró Pachachi a los diputados. "El peligro todavía está presente y los enemigos están preparados porque no les gusta ver un Irak unido, fuerte y estable", añadió.

Durante su intervención, Pachachi fue interrumpido por el líder chií Abdulaziz al Hakim, quien dijo que las declaraciones eran inadecuadas, a lo que respondió: "estas son las funciones del Consejo" de los Diputados, nombre oficial del Parlamento.

El primer ministro en funciones, Ibrahim al Jaafari, declaró a la prensa tras la breve sesión que "si los políticos trabajan en serio, podremos tener un gobierno en el plazo de un mes". La candidatura de Al Jaafari para un segundo mandato como primer ministro es la clave en la disputa política que ha retrasado la inauguración del Parlamento un mes, tras conocerse los resultados de las elecciones del 15 de diciembre pasado.

En virtud de la Constitución, el mayor bloque parlamentario, en este caso los chiíes, tiene derecho a nombrar al primer ministro. Al Jaafari fue elegido por los chiíes como candidato por un voto de diferencia el mes pasado. Sin embargo, entre los chiiíes hay un sector que preferiría que Al Jaafari no siguiera siendo primer ministro, dada su estrecha relación con el clérigo radical Muqtada al Sadr.

IRAK MINA A BUSH

Paralelamente, hoy se han conocido los datos de la última encuesta que midió la popularidad de la Administración Bush y los republicanos de cara a las futuras elecciones legislativas. La demora del conflicto iraquí es el principal motivo de la pérdida de apoyo electoral al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y perjudicará a los republicanos de cara a las elecciones para el Congreso, según se desprende del sondeo de la televisión estadounidense CBS News.

Tan solo un 37 por ciento de los votantes valora positivamente a Bush como presidente, dato que ya salió a la luz en las anteriores encuestas de intención de voto. No obstante, la pérdida de votos es más acusada de cara a las futuras elecciones para el Congreso estadounidense, ya que un 50 por ciento de los encuestados señaló que votaría por los demócratas, mientras un 37 por ciento apoyó a los republicanos. Estos últimos disponen actualmente de una mayoría en ambas Cámaras legislativas.

Asimismo, un 50 por ciento de los estadounidenses cree que la guerra contra Irak debilitó la posición de Washington en el mundo, mientras que un 28 por ciento opina lo contrario. Por otro lado, un 57 por ciento afirmó que cree cada vez menos en un final exitoso de la guerra.

También hay más ciudadanos --un 50 por ciento-- que apuestan por los políticos partidarios de una retirada de las tropas estadounidenses este año que a los que apoyan la permanencia de las fuerzas "tanto tiempo como se necesite". Esta última es la postura oficial de la Administración Bush.

Por otro lado, continúa una mayoría relativa --47 por ciento contra el 27 por ciento-- de los que están de acuerdo con que la guerra contra Irak ayuda en la guerra contra el terrorismo. Paralelamente, hay más estadounidenses que creen que la guerra en Irak acerca las perspectivas de la democracia en el Oriente Próximo y refuerza la seguridad de Estados Unidos, que los que creen lo contrario.