Crónica Irak.- Maliki pide a los ministros que vuelvan al Gobierno, mientras Bush presiona contra las milicias de Sadr

Actualizado: jueves, 30 noviembre 2006 20:38

Al Maliki y Bush descartan la división de Irak en tres regiones semi-autónomas y abogan por la unión del país

BAGDAD, 30 Nov. (EP/AP) -

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pidió hoy a los diputados y ministros próximos al clérigo chií Muqtada al Sadr que pongan fin a su boicot a las instituciones, declarado ayer en protesta por su encuentro con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que según ellos constituye "una provocación a los sentimientos de los iraquíes y una violación de sus derechos constitucionales". Por su parte, tanto este como la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, presionaron hoy al primer ministro iraquí para que desmantele al Ejército del Mahdi, la milicia de Muqtada al Sadr.

A pesar de la presiones directas de Bush y Rice para que el primer ministro iraquí desmantele al Ejército del Mahdi, milicias que podrían estar detrás de los escuadrones de la muerte que atentan contra los iraquíes suníes en enfrentamientos interconfesionales diarios y cuyo líder es un aliado de Maliki, éste se mostró evasivo y se limitó a responder que no supone "un gran problema", comprometiéndose a encontrar "una solución a esto".

Por otra parte, un asesor de Al Maliki aseguró a Bush que el Gobierno iraquí entregó recientemente a Siria una lista con los nombres de destacados miembros del partido Baath --al que pertenecía el ex presidente Sadam Husein-- que actualmente residen en territorio sirio y que siguen jugando un papel en la insurgencia interna iraquí.

Uno de los ejes centrales de cómo se desarrollará la política futura en Irak, y sobre el que Washington y Bagdad mantuvieron la misma postura, es el rechazo a dividir el país en regiones autonómas, coincidiendo con las provincias de influencia de las tres comunidades iraquíes, suníes, chiíes y kurdos, el presidente estadounidense adelantó por su parte cambios para poder ayudar mejor al actual Gobierno de unidad nacional iraquí.

"El primer ministro ha dejado claro que dividir el país en partes, como algunos han sugerido, no es lo que quiere el pueblo iraquí, y que cualquier partición de Irak sólo llevará a un incremento de la violencia sectaria", declaró Bush tras reunirse cerca de dos horas y media con Maliki en una cumbre de alto nivel celebrada en Amán para analizar la violencia en Irak. "Yo estoy de acuerdo", añadió.

En Amán, Bush coincidió con Al Maliki en la necesidad de acelerar la entrega de la seguridad del país y transferir responsabilidades de las fuerzas estadounidenses a las iraquíes, aunque, sobre este punto, el dirigente iraquí pidió a Washington que las tropas americanas permanezcan en el país el tiempo que sea necesario para reforzar la autoridad de su Gobierno.

"Una de sus frustraciones que me ha expresado es que hemos sido demasiado lentos a la hora de aportar los instrumentos necesarios para proteger al pueblo iraquí", afirmó Bush en rueda de prensa. "Hoy hemos celebrado una reunión que acelerará la capacidad del primer ministro para llevar a cabo el difícil trabajo necesario que permita poner fin a esta violencia", añadió.

Mientras, el presidente norteamericano, que mantiene desplegados en Irak un contingente de 140.000 soldados, reconoció que ha aumentado la presión en su propio país para que comience la retirada de las tropas. "Estaremos en Irak hasta que se haya completado nuestro trabajo, a petición de un gobierno soberano elegido por el pueblo", afirmó, no obstante.

En este sentido, Estados Unidos seguirá en Irak "para llevar a cabo su labor todo el tiempo que el Gobierno quiera que permanezcamos", porque a pesar de que Washington desea iniciar el repliegue "lo antes posible", Bush se mantuvo "realista" dada "la resistencia que hay dentro de Irak".

Por su parte, el Grupo Independiente de Estudios para Irak, presidido por el ex secretario de Estado norteamericano James A. Baker III, y el ex congresista demócrata Lee Hamilton, decidió por unanimidad recomendar en su próximo informe la retirada gradual de las 15 brigadas de combate que se encuentran en Irak, si bien es cierto que sus diez miembros no lograron alcanzar un acuerdo sobre la fecha concreta para dicha retirada.

En este contexto, Maliki dejó la puerta abierta para que otros países, como Irán o Siria, participen en la búsqueda de la paz en Irak. "Estamos dispuestos a cooperar con todo aquel que crea en la necesidad de cooperar con el gobierno de unidad nacional, especialmente con nuestros vecinos", declaró. "Irak es para los iraquíes y todas sus fronteras serán firmes", añadió.

La reunión entre Bush y Maliki, prevista para ayer, tuvo que aplazarse hasta hoy a petición de los iraquíes, que se oponían a reunirse con el rey de Jordania, Abdalá II. No obstante, los rumores del aplazamiento achacado a las dudas de Washington sobre la capacidad del primer ministro para contener la violencia interconfesional y desarmar a las milicias suníes y chiíes --según quedó patente en un informe del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense firmado por el consejero de Seguridad, Stephen Hadley-- se disiparon cuando Bush tachó a Al Maliki de "líder fuerte que quiere el triunfo de un Irak libre y democrático".

MALIKI PIDE QUE EL BOICOT POLÍTICO TERMINE

Tras regresar a Bagdad, el primer ministro iraquí exigió a los 30 diputados y los seis ministros chiíes, que iniciaron ayer un boicot contra su Gobierno, que "reconsideren su decisión" y pongan fin al bloqueo político que "no constituye un paso positivo en el proceso político", éstos le han trasladado hoy las dos condiciones para reincorporarse al proceso político, según informó uno de los diputados implicados, Baha Al Aaraji.

La primera es que Al Maliki debe mejorar la seguridad en el país, aumentando la cantidad y calidad de las fuerzas de seguridad iraquíes, según aseguró el chií Baha Al Aaraji, que encabeza este boicot protagonizado fundamentalmente por políticos leales al clérigo Muqtada al Sadr.

La segunda condición exige que el Gobierno aumente las provisiones de electricidad, gas y otros servicios básicos de abastecimiento a la población, especialmente en las provincias meridionales.

Sin embargo, el boicot al Legislativo y al Ejecutivo iraquíes no salpica a los principales Ministerios iraquíes, tales como el de Asuntos Exteriores, Defensa, Petróleo, Interior, Justicia o Comercio. Las oficinas ministeriales implicadas son las de Agricultura, Sanidad, Transporte, Asuntos Sociales y Trabajo, así como el de Turismo y Asuntos Arqueológicos, cuyo titular, Liwa Smeism, precisó hoy, no obstante, que el objetivo de esta iniciativa es forzar determinados cambios en el actual Gobierno, no inutilizar ni cerrar los Ministerios. "Estamos protestando, no cerrando las oficinas gubernamentales", confesó.

Por otro lado, el líder de la influyente y mayor organización islámica, los Hermanos Musulmanes egipcios, Mohammed Mahdi Akef, urgió hoy a los iraquíes suníes y chiíes a poner fin a sus enfrentamientos interconfesionales, unirse y dejar de "pintar con sangre a Irak". Hoy mismo se han recuperado en el sur de Baquba 28 cuerpos con signos de tortura en lo que se estima debe ser una fosa común.

En un comunicado, Akef también emplazó al presidente estadounidense, George W. Bush, a sacar sus tropas de Irak, al tiempo que instó a los iraquíes a "liberar Irak de su agresor opresor". "Dígales a sus tropas que se marchen y suspendan la aniquilación de la que usted, su Administración y el actual Ejecutivo iraquí son responsables", admitió. "Aquellos que izan la bandera de la Yihad contra el ocupante no han traído a nuestros países nada más que cosas malas y división", aseguró Akef.