Crónica Irak.- El nuevo plan de seguridad recibe su mayor revés con la última masacre de Nueva Bagdad

Actualizado: domingo, 18 febrero 2007 19:54

Al menos 56 muertos y 127 heridos en el ataque más letal desde el inicio de la ofensiva, que había reducido la violencia en un 80%

BAGDAD, 18 Feb. (EP/AP) -

Las esperanzas depositadas en el nuevo plan de seguridad para la capital iraquí puesto en marcha por fuerzas conjuntas estadounidenses e iraquíes han recibido hoy un duro castigo. Al menos 56 muertos y 127 heridos es el balance provisional de un doble atentado con coche bomba en un mercado de la capital, cuando solo ayer mismo, el último informe de seguridad daba cuenta de un descenso en un 80 por ciento en los actos violentos en Bagdad, al tiempo que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, exigía el total compromiso del Gobierno del primer ministro Nuri Al Maliki, y pedía un incremento de la presión sobre el bastión de la insurgencia chií en la capital, Ciudad Sadr.

Las dos explosiones, que arrarsaron el mercado al aire libre del barrio, predominantemente chií, de Nueva Bagdad, son la primera respuesta de gran magnitud ante el nuevo plan de seguridad desplegado la pasada semana y un triste recordatorio de los enormes desafíos a los que se enfrentan los esfuerzos de acabar con las milicias armadas de la capital.

Las detonaciones arrasaron las tiendas de madera de los vendedores. Las víctimas fueron trasladadas a los hospitales en brazos de sus rescatadores o en camillas improvisadas. Otro atentado con coche bomba en Ciudad Sadr acabó con la vida de una persona y provocó heridas a otros diez, según fuentes policiales.

UN PLAN CON GRIETAS

El plan de seguridad se considera como el primer paso de la nueva estrategia de Estados Unidos en Irak. Pero muchos críticos anticipan su fracaso y argumentan que, una vez más, Estados Unidos actúa sin comprender los conflictos cotidianos en Irak, reflejados en la lucha interna entre los diferentes grupos musulmanes. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, expresó su preocupación hoy domingo por el resultado del plan, al afirmar que necesita "elevarse por encima del sectarismo", poniendo de relieve que ni las fuerzas estadounidenses o chiíes han entrado todavía en Ciudad Sadr, el principal bastión del Ejército chií del Madhi en la capital, según fuentes anónimas del Gobierno iraquí.

Sin embargo, Rice no acusó directamente a los iraquíes de parcialidad en la operación, y estimó que por lo demás, las redadas se desarrollaban con normalidad.

Así, las operaciones terroristas en Bagdad habían reducido en un 80% durante los tres últimos días, según anunció ayer un portavoz oficial de la nueva campaña de seguridad impuesta en la capital, brigadier Qassem al Musawi, citado por la agencia independiente Voces de Irak.

"Unas 144 personas buscadas y un cierto número de sospechosos han sido detenidos durante los tres últimos días", indicó Al Musawi en rueda de prensa. Previamente, el mando de operaciones en Bagdad había informado en un comunicado de que las fuerzas de seguridad iraquíes han detenido a 36 personas, entre ellas algunos buscados.

APERTURA DE FRONTERAS

Hoy, Irak abrió los pasos fronterizos con Irán, después de un cierre de tres días que coincidieron con la puesta en marcha de la ofensiva de seguridad. El puesto clave de Shalamcha, a unos 40 kilómetros al este de Basora, fue uno de los pasos que se despejaron hoy domingo, según informó el director de las operaciones de frontera, general de brigada Rahdi Karim al Makiki.

Estados Unidos y sus aliados afirman que los milicianos iraquíes reciben ayuda militar y humanitaria de Irán, incluyendo componentes de explosivos de alta penetración empleados contra los vehículos militares estadounidenses, algo que Teherán ha negado en repetidas ocasiones.

Se espera que conforme se desarrolle el plan de seguridad, los pasos fronterizos se abran cada vez más tiempo bajo "un intenso escrutinio" por parte de las fuerzas estadounidenses e iraquíes, según el general de brigada Qassim Moussawi.

EN BUSCA DE AL SADR

Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Ali Hosseini, desmintió hoy que el clérigo chií Muqtada al Sadr se encuentre en Irán y calificaron de "guerra psicológica" las declaraciones de autoridades iraquíes y estadounidenses que aseguraron lo contrario.

"No, no está en Irán", aseguró Hosseini. "Esa información carece de base y supone un acto de guerra psicológica de Estados Unidos contra Irán para ejercer más presión", añadió.

Un consejero del primer ministro iraquí aseguró el pasado jueves que Muqtada Al Sadr, que lidera el Movimiento Sadr, se encontraba en Irán, pero que no había viajado al país vecino por miedo a ser detenido durante la operación de seguridad que desarrollan tropas estadounidenses e iraquíes. De la misma opinión era el principal portavoz del mando militar estadounidense, el general William Caldwell.

Uno de los miembros del grupo parlamentario de Al Sadr aseguró que el clérigo abandonó el país hace tres semanas. El Movimiento Sadr es uno de los grupos políticos chiíes más relevantes del país y su milicia se ha enfrentado en varias ocasiones con las tropas norteamericanas. Además, desde Washington insisten en la presunta vinculación de Al Sadr con el Gobierno de Teherán. CONTINÚA LA CRISIS HUMANITARIA

Y mientras, nuevos estudios e informes dan cuenta del terrible estado en el que malvive la inmensa mayoría de la población iraquí. El propio Gobierno iraquí reconoce que sólo el 32 por ciento de la población iraquí tiene acceso a agua potable y apenas el 19 por ciento de los iraquíes tiene un buen sistema de alcantarillado. Además, los más desfavorecidos son una vez más los más afectados, como los desplazados internos que tienen que vivir en insalubres campamentos de refugiados, o los habitantes de las zonas más golpeadas por la violencia de milicias y escuadrones de la muerte, como Bagdad y la provincia de Anbar, informó la agencia IRIN. Las agencias de ayuda humanitaria poco pueden hacer por solventar una situación en la que son objetivo prioritario de algunos de los grupos armados que operan en el país árabe.

"Los cooperantes han sido el objetivo durante los últimos meses, por lo que nuestros movimientos se han visto reducidos. El sistema de agua potable en muchos de los suburbios de las provincias de Bagdad y Anbar están destruidas, por lo que no tienes agua buena y segura para beber o directamente no tienes agua", explicó un portavoz de la Asociación de Ayuda a Irak (IAA por sus siglas en inglés), Fatah Ahmed.

Mientras siguen creciendo los casos de diarrea, sobre todo entre la población infantil. "El número de casos de diarrea infantil se ha incrementado en un 70 por ciento en la provincia de Anbar desde que comenzó 2006. Entre los adultos el incremento ha sido algo menor, del 40 por ciento", aseguró uno de los pediatras del hospital de Faluya, el doctor Jalifa Kubaissy. "Tras analizar todas las posibles causas (de la diarrea), deducimos que el 95 por ciento de los casos se debía a la ingestión de agua contaminada procedente de los ríos", concluyó.

Los médicos advierten además que el fin del invierno y la llegada de las altas temperaturas podrían provocar brotes de cólera e infecciones intestinales agudas.