Crónica Irak.- El Parlamento iraquí aprueba el primer Gobierno democráticamente electo tras la caída de Sadam Husein

Actualizado: sábado, 20 mayo 2006 21:07

Al Maliki se enfrenta al reto de acabar con la violencia, para lo que aún tienen que designar a los ministros de Defensa e Interior

BAGDAD, 20 May. (EP/AP) -

El Parlamento iraquí aprobó hoy el nuevo gobierno de unidad nacional, el primero elegido democráticamente por los iraquíes desde la caída de Sadam Husein, alcanzando una meta que Estados Unidos espera que reduzca la violencia para que así las tropas estadounidenses y otras tropas extranjeras puedan abandonar el país. Sin embargo, la violencia no cesó hoy en el país y al menos 31 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en una serie de ataques.

Los 275 diputados que componen el Parlamento iraquí dieron el visto bueno a cada uno de los 39 ministros del gabinete propuesto por el primer ministro entrante, Nuri al Maliki. Este, junto con sus ministros chiíes, sunís y kurdos tomaron juramento a continuación de sus cargos durante una sesión transmitida en directo por la televisión. Con ello, se completó el proceso democrático que comenzó tras la caída de Sadam Husein en 2003 a raíz de la invasión encabezada por Estados Unidos.

En su primer discurso, Al Maliki dijo al Parlamento que la principal prioridad de su gobierno será restaurar la estabilidad y la seguridad y prometió que "trabajará rápido" para mejorar y coordinar a las fuerzas iraquíes para que puedan reducir los ataques por parte de los grupos insurgentes y las milicias.

Al Maliki señaló que fijará "un calendario objetivo para transferir toda la misión de seguridad a las fuerzas iraquíes, poniendo fin a la misión de las fuerzas multinacionales". Pero el reto al que se enfrentará el nuevo Gobierno fue obvio cuando Al Maliki no puede capaz de tomar una decisión final sobre las tres principales carteras: Defensa --que supervisa el Ejército iraquí--, Interior --que es responsable de la Policía-- y el secretario de Estado para la Seguridad Nacional.

Al Maliki, que es chií, dijo que por ahora ocupará él los cargos de ministro del Interior, y nombró al suní Salam Zikam al Zubaie como ministro interino de Defensa. Por su parte, el viceprimer ministro, Barham Sale, un kurdo, será el secretario de Estado en funciones para Seguridad Nacional. El primer ministro iraquí espera ocupar esas carteras con políticos independientes sin afiliación a ninguna de las milicias iraquíes.

Antes de la aprobación del gabinete, el Parlamento desestimó una moción del líder suní Sale al Mutlaq para que fuera postergada la sesión. Al Mutlaq abandonó a continuación la sesión con otros 10 diputados suníes. Este había criticado la falta de una decisión sobre las carteras clave y se quejó de que se le había pedido que abandonara su posición política y retórica a cambio de tres ministerios, los de Medio Ambiente, Mujeres y Diálogo Nacional.

Estados Unidos y la comunidad internacional esperan que el nuevo gobierno de unidad nacional de chiíes, suníes y kurdos pueda calmar la violencia y allanar el camino para que comience la retirada de las fuerzas extranjeras.

DIA HISTORICO PARA IRAK

"Este es un día histórico para Irak y toda su gente", declaró el vicepresidente del Parlamento, Jalid al Attiya, en una rueda de prensa televisada a todo el país. "Es la primera vez que se forma un gobierno democráticamente electo para cumplir todo un mandato en Irak desde la caída del régimen derrocado. Este gobierno representa a todos los iraquíes", subrayó Al Attiya, un clérigo chií.

En un discurso después de la toma de juramento, el presidente Jalal Talabani, kurdo, vaticinó que el nuevo gobierno ayudará al país a resolver muchos de sus problemas. "Logrará seguridad, estabilidad, paz y prosperidad", dijo.

El gabinete incluye sólo a dos mujeres: la ministra de Derechos Humanos, Wijdan Mikaeil --la única cristiana en el gabinete-- y la secretaria de Estado para Asuntos de Mujeres, Fatin Abdel-Rahman. Entre los ministros más importantes figuran el chií Hussain al Shahristani (Petróleo), el chií Bayan Jabr (Finanzas), el kurdo Hoshyar Zebari (Asuntos Exteriores) y el chií Abed Falah al Sudani (Comercio).

La sesión del Parlamento comenzó hacia las 13:30 horas, dos horas y media después de lo previsto ya que Al Maliki mantuvo un reunión de último minuto con otros políticos, aparentemente para cerrar los acuerdos finales sobre algunas de las carteras del gabinete.

Las fuerzas estadounidenses e iraquíes no impusieron toque de queda o prohibieron el tráfico en Bagdad y otras importantes ciudades, como hicieron en otras elecciones anteriores, pero se intensificó la seguridad en la Zona Verde y el espacio aéreo de la capital quedó cerrado a los vuelos comerciales en el aeropuerto de Bagdad.

LA VIOLENCIA CONTINUA

Entretanto, la violencia continuó en Irak. A las 6:30 horas, varias horas antes de que los diputados llegaran a la sesión en la llamada Zona Verde, presuntos insurgentes detonaron una bomba oculta en una bolsa de papel, en un distrito chií de Bagdad. El estallido dejó 19 muertos y 58 heridos, según informó la Policía.

La explosión ocurrió cerca de una tienda de comida en Sadr City, donde varios hombres se reunían en busca de trabajo, indicó el mayor de Policía Hashin al Yaser. "Fue una explosión potente", relató Mohamed Hamid, quien trabaja en una panadería de la zona. "Llevamos a muchos de los heridos a las ambulancias, y ayudamos a retirar los cadáveres", añadió.

Por su parte, el teniente coronel, Fala al Mohamedaui, indicó que 19 personas murieron y 58 resultaron heridas, muchos de los cuales fueron llevados al hospital cercano Imán Alí. Sadr City es el bastión del clérigo radical chií Muqtada al Sadr, quien cuenta con una poderosa milicia, entre las muchas que existen en la capital, fuera del control del gobierno.

Por otra parte, en la localidad fronteriza de Qaim (oeste), un suicida en un coche bomba mató al menos a cinco personas y dejó heridas a 10, en un ataque contra un cuartel policial, según indicó el director del hospital local, Hamdi al Alousi, que no dio más detalles.

Además, en la ciudad septentrional de Mosul, un terrorista suicida, que supuestamente trató de atacar un convoy militar estadounidense, mató a tres civiles iraquíes. El funcionario policial Abdul Hamid al Yiburi dijo que el ataque ocurrió en el barrio oriental de Sukar.

Por otra parte, tres tiroteos desde vehículos en marcha y un ataque de mortero contra la mezquita suní Fakhri Shanshal en el barrio occidental de Yihad en Bagdad, se cobraron dos muertos y cinco heridos, según la Policía. En Baaquba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, el capitán del Ejército iraquí Mohamed Mudhir y su mujer fueron abatidos a tiros mientras circulaban en su coche.

Además, la policía encontró los cadáveres de 22 iraquíes, quienes aparentemente fueron secuestrados y torturados por escuadrones de la muerte que operan en la capital y en otras ciudades. Seis cuerpos aparecieron en Bagdad, quince en la ciudad de Musayyib (sur) y uno en la cercana Hafriya.