Crónica Irak.- Sadam confiesa que ordenó juzgar a los chiíes detenidos en Dujail pero asegura que eso "no es un crimen"

Actualizado: miércoles, 1 marzo 2006 20:21

Ocho días después del atentado contra la mezquita de Samarra, una nueva oleada de violencia se cobra al menos 32 vidas

BAGDAD, 1 Mar. (EP/AP) -

El ex presidente iraquí Sadam Husein admitió hoy ante el Tribunal Especial Iraquí de Bagdad que ordenó el procesamiento y confiscación de tierras de los chiíes detenidos tras el presunto intento de asesinato contra su persona en julio de 1982 en la localidad de Dujail --al norte de Bagdad-- aunque aseguró que "eso no es un crimen". Entretanto, la ola de violencia desatada por el atentado contra la mezquita chií de Samarra hace ocho días continuó hoy en el país con la muerte de al menos 28 civiles, mientras que otras cuatro personas fallecieron al caer en sus viviendas proyectiles de mortero en la capital iraquí y en una aldea cercana.

Sadam Husein preguntó a los jueces: "¿Dónde está el crimen?". "¿Es un crimen enviar a juicio a una persona que abrió fuego contra un jefe de Estado, no importa quién sea?", añadió. Sadam y otros siete altos dignatarios del antiguo régimen están siendo procesados por supuestas torturas, detenciones ilegales y ejecuciones y podrían ser condenados a muerte en caso de demostrarse su culpabilidad. La acusación presentó ayer un documento supuestamente firmado por el presidente en el que se autorizaba la ejecución en 1984 de 148 chiíes es detenidos tras el intento de magnicidio de Dujail en 1982.

Sadam Husein declaró que los otros acusados deberían quedar libres y que sólo se le debería juzgar a él, ya que el resto se limitó a cumplir órdenes. "Aquí hay un jefe de Estado. Júzguenle a él y dejen vivir a los otros", manifestó durante su declaración, que duró 15 minutos.

"Cuando se trata de una ley dictada por el Consejo del Mando Revolucionario por la cual se ordena la confiscación de tierras, a quien se debe juzgar es al presidente del Consejo del Mando Revolucionario. Aquí lo tienen presente", prosiguió en referencia a sí mismo. El Consejo era la principal institución de su régimen.

Por otro lado y tras las nuevas pruebas incriminatorias de hoy, el juicio contra el ex dictador y otros siete altos dignatarios del antiguo régimen ha sido suspendido tras apenas cuatro horas de sesión y aplazado hasta el próximo 12 de marzo por decisión del juez principal, Raouf Abdel-Rahman.

NUEVA OLEADA DE VIOLENCIA

Mientras, la ola de atentados con bomba prosiguió hoy en Bagdad, matando a al menos 28 civiles, mientras que otras cuatro personas fallecieron al caer en sus viviendas proyectiles de mortero en la capital iraquí y en una aldea cercana.

Por otra parte, un portavoz de la Asociación de Eruditos Musulmanes fustigó al Gobierno por no impedir la ola de violencia que ha situado al país al borde de la guerra civil.

"Es obvio que el Gobierno y sus fuerzas de seguridad son incapaces de tomar medidas", valoró el portavoz del grupo, Abdul Salam al Kubaisi. Las fuerzas gubernamentales, agregó, "deberían cumplir su deber y replegarse a la zona verde", una zona muy fortificada en el centro de Bagdad donde se encuentran diversas Embajadas, entre ellas la de Estados Unidos.

Al Kubaisi negó que los suníes hayan perpetrado los últimos ataques, y por el contrario denunció que los políticos y líderes religiosos chiíes intentan fomentar el odio sectario "para utilizar estos acontecimientos y todo lo que ocurre en este país a fin de lograr un objetivo: favorecer sus futuros intereses".

El ataque más dramático de hoy --el estallido de un vehículo cargado de explosivos cerca de una oficina de tráfico de la Policía en un barrio mayoritariamente chií del sureste de Bagdad-- terminó con la vida de al menos 23 personas e hirió a 400, según el teniente de policía Thaer Mahmud.

Una hora después, una bomba escondida bajo un vehículo fue detonada al paso de una patrulla policial cerca de la céntrica Plaza Tahrir, indicó el mayor del Ministerio del Interior Falá al Mohammedawi. Los agentes resultaron ilesos pero murieron tres civiles y 15 resultaron heridos.

También hoy, varios proyectiles de mortero cayeron en tres casas en la aldea de Mamudiya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad, matando a tres civiles, según el capitán de la Policía Rashid al Samaraie. Un quinto proyectil de mortero cayó en el barrio de Qadisiya, en el oeste de Bagdad, matando a una mujer e hiriendo a un niño, agregó Mahmud.

Asimismo, a última hora de la tarde hombres armados tendieron una emboscada contra un convoy de la Policía en el norte de Bagdad, matando a al menos dos pasajeros, hiriendo a otros cuatro y secuestrando a unos 10, según informó la Policía.

El convoy, que transportaba a unos 50 policías en cinco minibuses, regresaba de una sesión de entrenamiento en Sulaimaniyah cuando fue atacado a unos 70 kilómetros al noreste de Tikrit, según el capitán de la Policía Hakim al Azzawi.

Los atacantes se dieron a la fuga con uno de los minibuses con diez pasajeros a bordo, explicó. Otro minibús logró escapar, aunque fue blanco de múltiples disparos y llegó al hospital principal de Tikrit con cuatro heridos y dos muertos en su interior.